El tercer sábado de febrero, como ocurre en Quinamayó, corregimiento de Jamundí, desde hace 158 años, nació el Niño Dios negro, y con él se dio inicio a las celebraciones de navidad, tradicionales por estas fechas en poblaciones afrocolombianas.
Mientras el resto del mundo celebra el nacimiento del hijo de Dios en diciembre, en esta pequeña población, a hora y media de Cali, los locales mantienen intacta la fecha en que sus ancestros tenían permiso de reunirse en torno al pesebre.
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Con el tiempo, las cadenas desaparecieron, pero sus tradiciones continúan intactas, al menos en Quinamayó, en donde asumen con amor la herencia africana y recuerdan el origen de esta celebración cada febrero.
En una época en la que eran vendidos como mercancía a las plantaciones y haciendas del Valle del Cauca, sus compromisos les impedían disfrutar de las fiestas en Noche Buena y no era sino hasta 40 días más tarde que tenían permiso para celebrar la navidad.
En ese entonces, el proceso de conversión al catolicismo fue tortuoso, pero tras varios años en el continente americano, los descendientes de africanos abrazaron las creencias religiosas de un Dios que envió a su hijo al mundo para la salvación de la raza humana.
Sin embargo, una vez fueron libres, decidieron hacerlo a su manera, asentándose en la zona sur del departamento y celebrando el nacimiento de un niño hecho a su imagen y semejanza. Una tradición que sigue viva y en camino a convertirse en patrimonio colombiano:
“Me encantan las oraciones el Niño Dios negro de Quinamayó, porque desde muy niña entendí que era el epicentro perfecto para encontrarme con todos esos saberes, esa cultura y ese legado ancestral dado de una generación a otra”, comentó e diálogo con Noticias Caracol Sthephani Sandoval, quien vive en Quinimayó desde hace años.
Si bien, con el esto de colombianos disfrutan de la Navidad la noche del 24 y madrugada del 25 de diciembre, es en febrero que reconectan con sus raíces en una muestra de danza. canto y gastronomía que se extiende durante los siguientes 72 horas.
“Para nosotros estas fiestas son muy importantes porque representan nuestra identidad ancestral y cultural, porque nadie en el mundo celebra y conmemora la oración o el nacimiento del niño Dios en esta fecha”, insistió otro habitante del municipio que se identificó como Wilmer.
Navidad de Quinamayó será postulada como patrimonio cultural e inmaterial de la Nación
A la celebración de Navidad en febrero o la llegada del Niño Dios negro del 2024 se sumó la postulación de este evento como patrimonio cultural e inmaterial de la nación, según informó a través de sus redes sociales la alcaldesa de Jamundí, Paola Castillo Gutiérrez:
“¡Las fiestas de Quinamayó serán Patrimonio Cultural! Junto con la Gobernación del Valle y nuestra secretaria de cultura, iniciamos la postulación de las Fiestas de Quinamayó como patrimonio cultural de nuestro territorio”, celebró la mandataria, mientras seguía de cerca los eventos y procesiones programadas para este año.
Y es que no hay nada que garantice su continuidad como el nombramiento que, sin embargo, deberá pasar a revisión ante el Ministerio de Cultura, antes de que la Navidad de Quinamayó sea reconocida a nivel nacional y así continúe su proceso de postulación en la Unesco, como intenta la alcaldesa Castillo:
“Jamundí es un municipio rico en cultura y nuestra zona rural tiene mucho para ofrecer. Hoy estamos trabajando para que el nacimiento del niño Dios negro se reconozca en la nación, pero más adelante trabajaremos para que la Unesco lo reconozca a nivel mundial”.