Habría medida de carro compartido en Cali: esto piensan los ciudadanos de la propuesta del alcalde

La Alcaldía de Cali, encabezada por Alejandro Éder, propuso una iniciativa que contempla la obligatoriedad del carro compartido en el sur de Cali para aliviar la congestión vehicular en horas pico, principalmente en zonas donde se ubican universidades y colegios.

Esta medida busca no solo mejorar la movilidad en la ciudad, sino también contribuir al cuidado del medio ambiente.

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La propuesta del alcalde Eder generó reacciones mixtas entre los ciudadanos de la Comuna 22, área donde se implementaría inicialmente la medida. Los habitantes solicitan mejoras en el servicio de transporte público antes de hacer obligatorio el uso del carro compartido.

Así mismo, expertos en movilidad y medio ambiente también expresaron sus opiniones, analizando los potenciales beneficios y desafíos que esta política podría conllevar.

“Exploramos esta medida para disminuir la congestión vehicular que se vive en la zona sur durante las horas pico”, explicó el alcalde de Cali, Alejandro Éder.

Adicionalmente, señaló que se incentivará inicialmente el uso voluntario del carro compartido, contemplando la posibilidad de hacerlo obligatorio en momentos de alta demanda vehicular. El alcalde destacó que, además de agilizar el tráfico, la iniciativa es favorable para el medio ambiente.

La discusión sobre cómo mejorar la movilidad en Cali, particularmente en sectores de alta concentración académica y oficinas, refleja la creciente necesidad de adoptar estrategias sostenibles y eficientes. Mientras la Alcaldía avanza en la evaluación de esta propuesta, la comunidad espera que se tomen en cuenta sus preocupaciones y se busquen soluciones integrales que beneficien a todos los actores involucrados.

La preocupación por la movilidad en Cali, específicamente en la comuna 22 y en áreas circundantes como la avenida Cañasgordas, motivó a la Alcaldía a estudiar medidas orientadas a mitigar la congestión vehicular. Entre las propuestas se encuentra la implementación de un sistema de carro compartido obligatorio, una iniciativa que busca optimizar el uso de los vehículos privados en esta zona de alta densidad de tráfico pero que ha generado reacciones mixtas entre los ciudadanos y expertos en movilidad.

Especialmente, se resalta la necesidad de mejorar el servicio de transporte público, como el del sistema MÍO, antes de imponer restricciones vehiculares.

Los residentes de la comuna 22, como Diego Perea, expresan su preocupación sobre la viabilidad de la propuesta, destacando que la efectividad de los sistemas de carro compartido en universidades del sur de Cali no necesariamente se traduce en una solución viable para las familias debido a la diversidad de horarios y destinos.

“Estoy en desacuerdo, eso implica una logística que la Alcaldía no va a asumir, sino que se la traslada a los ciudadanos. La gente utiliza su transporte particular ya sea carro, moto o bicicleta porque el servicio público de transporte en Cali es malo, en este caso el MÍO”, dijo a El País.

Y agregó: “En todas las universidades del Sur funcionan muy bien los modelos de carro compartido, incluso hay páginas web diseñadas para ello, pero en el caso de una familia la coincidencia de horarios es compleja. La solución de fondo es mejorar el problema del transporte público en el sur de Cali”.

Así mismo, las deficiencias actuales del sistema MÍO, con tiempos de espera que pueden superar los 40 minutos, complican aún más la situación. Maritza Perdomo, estudiante de la Universidad Javeriana, resalta la insuficiencia de infraestructuras peatonales y de ciclovías en la avenida Cañasgordas, lo que dificulta otras alternativas de movilidad ante la deficiencia del transporte público.

“Los que nos movemos en el MÍO sabemos que es mejor irnos caminando desde la Javeriana hasta Jardín Plaza que esperar un alimentador y si llega queda atascado en el tráfico. Preferimos caminar, pero no hay andenes en la Cañasgordas, no hay agentes que pongan control a la invasión de los bicicarriles. Si hubiese ciclas prestadas, o incluidas en la tarifa del MÌO, para ir desde las universidades hasta las estaciones del MÍO en la Calle 5, yo y muchos las usaremos”, dijo la joven universitaria.

Por su parte, expertos en movilidad, como Darío Hidalgo y James Gómez, ofrecen una perspectiva técnica sobre las medidas propuestas. Hidalgo sugiere que en lugar de hacer obligatorio el carro compartido, la Alcaldía debería considerar alternativas como cobros por congestión en zonas de alta densidad vehicular.

“Buscar mayor ocupación de los vehículos está bien, pero hacerlo obligatorio puede ser altamente inconveniente porque no necesariamente las personas comparten su punto de origen y destino, especialmente las familias. Pueden tener varias paradas en un trayecto para dejar a alguien en un lugar. Más que prohibiciones de este tipo, la Alcaldía debería pensar seriamente en cobros por descongestión. Que en esas zonas donde los vehículos tienen una alta ocupación paguen por circular. Eso no es atractivo desde el punto de vista político, pero es una solución técnica. Otras medidas son paños de agua tibia”, dijo Hidalgo a El País.

Por su parte, Gómez ve con buenos ojos la iniciativa del carro compartido, siempre y cuando se garantice el cumplimiento mediante tecnología y la presencia de agentes de tránsito. Ambos coinciden en la importancia de fortalecer el servicio de transporte público como solución a largo plazo a los problemas de movilidad.

En el ámbito legislativo, el presidente del Concejo, Carlos Andrés Arias, reconoce la complejidad de implementar medidas restrictivas y sugiere que los problemas de movilidad en el sur de Cali se deben también a un crecimiento urbanístico desmedido, algo que debería ser abordado en futuras revisiones del Plan de Ordenamiento Territorial.

“Pero creo que no es tan fácil la implementación porque esto facilitaría mucho más la utilización de las plataformas tecnológicas y también el vehículo de transporte informal (piratas) que siempre estarían ocupados y no sería tan fácil distinguir el uno del otro”, afirmó el concejal.

La discusión en torno a la movilidad en Cali, y especialmente en su sur, refleja la complejidad de encontrar soluciones equilibradas que atiendan tanto las necesidades inmediatas de descongestión vehicular como las aspiraciones de largo plazo de un sistema de transporte público eficiente y eficaz. La perspectiva ciudadana y la experta coinciden en la urgencia de mejorar las alternativas de movilidad, aunque difieren en los métodos para lograrlo.