20 de febrero se presentó un hecho de violencia e inseguridad que, en este caso, dejó como víctimas fatales a dos presuntos delincuentes.
De acuerdo con información entregada por la Policía Metropolitana de Bogotá, en el barrio Santander, de la localidad Antonio Nariño, hacia las 2:30 p.m., un presunto delincuente ingresó a un restaurante del sector con el propósito despojar de sus pertenencias a los comensales.
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El delincuente ingresó al establecimiento comercial apuntando con un arma de fuego, con el propósito de hurtar una cadena de valor a uno de los clientes; sin embargo, con lo que no contaba el presunto ladrón, era que el cliente también se encontraba armado.
En medio de la dramática situación, el cliente, de quien se conoció es un exmiembro de la Policía retirado hace tres meses, forcejeó con el delincuente y desenfundó el arma de fuego que llevaba consigo.
Según las versiones, en medio del cruce de disparos, una de las balas impactó al presunto delincuente, quien murió en el lugar de los hechos.
No obstante, afuera había un segundo delincuente a bordo de una motocicleta y quien, se presume, esperaba a que el presunto ladrón lograra su cometido y saliera del establecimiento con el botín. Al ver la escena en que termina muerto su compañero, arremetió tirándole la motocicleta al cliente, siendo este último quien le dispara de gravedad.
De acuerdo con el comandante de la Policía de Bogotá, general José Daniel Gualdrón, el presunto delincuente, herido, conduce la motocicleta para emprender la huida, pero a los 50 metros se estrella contra un vehículo que se encontraba parqueado y muere en el lugar.
“A un restaurante ingresa un sujeto, esgrime ](sic) un arma de fuego, allí perfila a dos ciudadanos que estaban tomando los alimentos, en el forcejeo uno de los comensales que estaban allí se genera un intercambio de disparos, en ese forcejeo, el presunto delincuente sale hacia la vía pública donde cae y posteriormente fallece”, indicó el comandante de la Policía, en declaraciones a medios de comunicación.
De acuerdo con las autoridades, la motocicleta involucrada tenía las placas borrosas; además se le incautaron cuatro dispositivos móviles y una arma de fuego, con la que se pretendía cometer el hurto.
“Entre la inspección que se hace (segundo delincuente) se le encuentra en su poder cuatro celulares de mediana y alta gama, celulares que estamos verificando la procedencia o si hay denuncias de hurtos en los entornos de la jurisdicción de este barrio. Todo está en el proceso”, complementó el comandante.
De otro lado, también se conoció que el primer delincuente que murió no portaba documentos de identificación, por lo que se requirió del proceso de dactiloscopio para identificar a la víctima; mientras que el delincuente que esperaba en la motocicleta tiene antecedentes por los delitos de hurto, porte ilegal de armas y por amenazas.
“Hay uno de ellos, el primero, el que perfila y que ingresa al establecimiento con el arma de fuego, no tiene documentos. Estamos ahorita con el proceso de dactiloscopio para tener la plena identidad”, comentó el comandante.
Gualdrón añadió que el cliente —que se habría retirado de la fuerza pública hace tres meses—, involucrado en el hecho, salió ileso en la confrontación y quedó a disposición de las autoridades competentes.
Por lo pronto, las autoridades están revisando las cámaras de seguridad y recogiendo los testimonios en el sector que permitan determinar la cronología de los hechos.
Los casos de inseguridad en restaurantes de la capital han generado una preocupación colectiva, tanto en los dueños como en los comensales. En los últimos 25 días se estima que se han cometido por lo menos ocho hurtos bajo el mismo modus operandi.