A pesar de que el Gobierno nacional corrigió su error en el Presupuesto General de la Nación de este año y le asignó financiación a obras de diferentes regiones que se iban a quedar sin recursos, el túnel del Toyo, en Antioquia, sigue en riesgo de paralizarse por falta de dinero que debería poner la Administración de Gustavo Petro.
Se trata del túnel más largo de América Latina, con 9,3 kilómetros de extensión, cuya inversión necesaria es de 1.300 millones de dólares. Dos terceras partes deberán ser financiadas por la Gobernación del departamento y la Alcaldía de Medellín, y el restante por el Gobierno nacional a través del Instituto Nacional de Vías, Invías.
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“Si este año no colocamos los 650.000 millones que se requieren para culminar el túnel del Toyo, en agosto las obras se paralizarán y se convertirá en el elefante blanco más grande de Latinoamérica. Porque es fundamental la conexión con todas las otras 4G que atraviesan y que mejoran la competitividad de Colombia”, dijo Horacio Gallón, secretario de Infraestructura de Antioquia.
Así mismo, el gobernador de Antioquia, Andrés Julián Rendón, aseguró que si “la Nación no ha cumplido con sus compromisos como debe ser. Si no entrega este año un poco más de $300.000 millones, de los $650.000 millones que se necesitan por parte del Invías, las obras del Túnel del Toyo se paralizarán en agosto próximo y se convertirá en el elefante blanco más grande de Latinoamérica”.
El mandatario departamental indicó que el Gobierno debería girar alrededor de tres billones de pesos a Antioquia para todas las obras que adelanta, pero que tal asignación presupuestal fue borrada por Gustavo Petro a modo de “castigo”. De tal manera que ahora le tocará buscar recursos mediante otros mecanismos, como cobrar vigencias futuras o con el apoyo del sector privado. Por eso, aprovechó la oportunidad para promover su propuesta de autonomía fiscal para las regiones.
Por su parte, el Gobierno nacional dijo que no cuenta con el dinero para financiar la parte de la obra que le corresponde. Además, el tramo que está a cargo del Invías presenta retrasos.
La importancia de la megaobra radica en que representará una reducción de 25 kilómetros en la vía que conecta a Santa Fe de Antioquia con Cañasgordas, que hoy es de 62 kilómetros. Incluye así mismo siete puentes, 16 túneles y 4,4 kilómetros de vías nuevas. Su diseño está pensado para una velocidad de 80 kilómetros por hora.
En octubre pasado se logró un importante avance al alcanzar el cale, es decir, el encuentro entre los dos frentes de excavación. Ahora se adelantan las obras civiles dentro del túnel, que son el revestimiento de las paredes y la pavimentación de la vía, y deberían concluir en el primer semestre de este año.
Luego, se espera que Invías proceda con la instalación de los equipos electromecánicos del túnel principal: las máquinas de ventilación, iluminación, de emergencia y un circuito cerrado de televisión.
El segundo segmento del proyecto, bajo la responsabilidad del Invías, es fundamental para el acceso al Túnel Guillermo Gaviria Echeverri desde Santa Fe de Antioquia, y sirve como enlace vial entre Medellín y la subregión de Urabá. Para esta sección del proyecto, el Gobierno nacional debe asignar 1,4 billones de pesos.
Esta proyecto para mejorar la conectividad tiene como objetivo potenciar la reactivación económica en la subregión occidental de Antioquia, generando aproximadamente 4.000 puestos de trabajo y estimulando el progreso del área. El exgobernador Aníbal Gaviria subrayó en su momento la importancia de este proyecto para el futuro de la región y su capacidad para elevar el bienestar de la población local.