Las últimas semanas no han sido positivas para el Fútbol Profesional Colombiano. Día a día están surgiendo en las redes nuevos escándalos y problemas que ponen en serio cuestionamiento la transparencia y el sano desarrollo de la Liga BetPlay en el país.
Desde los despachos, pasando por el rendimiento arbitral y llegando hasta los propios comportamientos de los futbolistas, la liga nacional ha entrado en la lupa de los espectadores que están agotados de la mediocridad y han iniciado denuncias públicas de los actos que denigran a este deporte.
A continuación se presentan las polémicas y los problemas principales que atraviesa el Fútbol Profesional Colombiano:
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Denuncias de amaños
Recientemente, se reveló que un jugador del equipo Patriotas de Boyacá está siendo investigado por presuntas acciones vinculadas al amaño de partidos. César Guzmán, presidente del club, expresó su preocupación al señalar que hay al menos dos o tres encuentros que podrían haber sido afectados por la influencia de apuestas ilegales.
Según el periodista Carlos Antonio Vélez, son un total de ocho jugadores profesionales los que están involucrados en un posible amaño para verse favorecido en apuestas deportivas y un árbitro también estaría dentro de la investigación.
Asimismo, en un hecho relacionado, pero distinto, Independiente Medellín decidió no convocar al defensor José Aja en su último encuentro tras recibir amenazas contra su vida y su familia, relacionadas con su rendimiento en partidos recientes.
Malas actuaciones arbitrales
El caso más reciente fue el visto en el partido Envigado contra América por la séptima fecha del torneo apertura. En este encuentro, el colegiado Ferney Trujillo decidió sancionar un penal a favor de los antioqueños, a pesar de que la acción no ameritaba para hacerlo, esto les permitió evitar la derrota y salvar un punto.
Sin embargo, muchos casos más se han dado en semanas pasadas. Otro de los árbitros que han sido duramente cuestionados es Wilmar Roldán, quien no sancionó ni siquiera con tarjeta amarilla a un arquero que le rompió los ligamentos a un jugador del Deportivo Pereira.
Fuera de las decisiones de los jueces centrales, las evaluaciones del cuerpo VAR tampoco han sido del todo “justas” en partidos. La precariedad, al momento de contar con herramientas precisas como cámaras con diferentes ángulos, les ha afectado al momento de determinar fueras de lugar, manos o infracciones abiertas a interpretación.
Para colmo desde que se anunció que los audios VAR serían públicos, han sido contados y elegidos a mano los que se presentan ante los espectadores, mientras que los más polémicos siguen guardados en sus sistemas.
Presunta suplantación de identidades
Hace pocos días, Fabio Delgado, lateral izquierdo del Atlético Bucaramanga, fue detenido por la Fiscalía General de la Nación, acusado de suplantación de identidad. La captura se efectuó en la concentración del equipo en Cali, previo al enfrentamiento contra el América por la fecha 6 de la Liga BetPlay.
Según dio a conocer el diario El País, las investigaciones señalan que Delgado no habría usado su nombre real, alegando que dicha identidad le fue suministrada por un amigo años atrás, con la finalidad de ser convocado a categorías menores de la selección Colombia.
El presidente del club en posteriores declaraciones afirmó que era Fabio al que le habían presuntamente suplantado su identidad; sin embargo, el proceso todavía no se ha cerrado por completo:
“Una cosa es ser capturado y otra cosa es ser conducido. Él fue conducido a la URI (Unidad de Reacción Inmediata) para un arraigo dentro de un proceso penal por suplantación y se constató que el que era suplantado era Fabio y salió de la URI para estar entrenando con el equipo el día de mañana (sábado)”.
Jugadores “teatreros” para hacer tiempo
La última “joyita” que se presentó en la Liga BetPlay para terminar de acrecentar su crisis fue obra de varios jugadores de Envigado. Durante el choque ante el América, sabiendo que el empate les servía como buen resultado, tres futbolistas decidieron fingir lesiones en frente de las narices del árbitro y sus acciones salieron sin castigo alguno.
En pleno primer plano quedó evidenciado cómo un jugador del club antioqueño había quedado acalambrado fuera del terreno de juego y a propósito uno de sus compañeros lo arrastró dentro del césped para que el partido no pudiese ser reanudado.
Como si fuera poco, el portero de la Cantera de Héroes también aprovechó para “desvanecerse” en el campo y así continuar haciendo tiempo para mantener el resultado.
Este tipo de acciones solo demuestran un estilo de juego “marrullero” que no aporta al desarrollo profesional del fútbol en Colombia. Lo más irónico de esta situación, es que las acciones fueron cometidas por miembros del equipo “mejor formador de talento futbolístico” en el país.