El fútbol colombiano vuelve a estar empañado por la violencia por parte de un sector de la afición y personas ajenas al deporte que afectan a los conjuntos profesionales, en esta ocasión con dos hechos presentados en menos de 24 horas por la fecha 7 de la Liga Betplay.
Uno de los equipos debió apartar a una de sus figuras debido a que recibió amenazas, al igual que su familia, por lo que fue necesario que no se presentará en los siguientes juegos hasta que se resolviera el caso con la justicia, ya que la Policía está buscando a los responsables.
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Cabe recordar que Atlético Nacional, que perdió 3-2 ante el Deportivo Cali, sufrió el polémico acto de un aficionado que le reclamó al técnico Jhon Bodmer en una rueda de prensa, lo agredió verbalmente y fue necesario que dos guardias de seguridad lo sacaran a la fuerza.
Adiós a un partido por amenazas
A través de un comunicado, el Independiente Medellín, en medio de su mala campaña, informó que fue necesario que apartara a uno de sus refuerzos porque estaba recibiendo toda clase de mensajes intimidantes por su mal inicio con el cuadro antioqueño.
“El Equipo del Pueblo S.A. informa a los hinchas, medios de comunicación y público en general que el jugador José Manuel Aja no estará presente en el juego ante Fortaleza por la fecha 7 de la Liga. En las últimas semanas, José Manuel y su familia han recibido constantes mensajes de acoso a través de las redes sociales”, decía el documento.
La escuadra de la capital antioqueña señaló que “de parte del club, el cuerpo técnico y el jugador se ha decidido proteger al ser humano y su familia. La institución continuará buscando esclarecer la situación para brindar todas las garantías para el jugador y su familia”.
Por su parte, la Asociación Colombiana de Futbolistas Profesionales (Acolfutpro) se pronunció en su cuenta de X y mostró su apoyo al uruguayo: “Rechaza las amenazas a nuestro afiliado Jose Aja y su familia, pedimos acciones inmediatas de las autoridades, solicitamos medidas de protección a nuestro compañero”.
Mucha violencia en el fútbol colombiano
Tal como ocurrió en la temporada 2023, el fútbol colombiano se encuentra empañado por los actos violentos de algunas personas ajenas al deporte, empezando por lo que pasó en la noche del 16 de febrero en el estadio Palmaseca, donde Cali venció 3-2 a Nacional.
En el momento que el técnico Jhon Bodmer finalizaba su rueda de prensa, una persona, al parecer hincha de los Verdolagas, ingresó a la sala de prensa, agredió verbalmente al entrenador y a Carolina Ardila, nieta de Carlos Ardila, dueño de la institución, por los malos resultados en 2024.
Nacional se pronunció en un comunicado que rechazó las declaraciones de esa persona contra el técnico y le pidió “a la Dimayor y a las autoridades competentes cómo ingresó un hincha a un espacio exclusivo para periodistas acreditados”.
“Así mismo, un mayor control y garantías para que situaciones similares o de violencia, como ya se han presentado en varios estadios y con distintos equipos del fútbol colombiano, no vuelvan a suceder”, informó la institución, debido a que esa persona no era un periodista ni colaborador en el estadio.
Ahora con lo que pasó con José Aja en el Medellín, los dos equipos de la capital antioqueña pasan momentos complicados en su ciudad, los malos resultados los acompañan y temen que la situación se agrave con el paso de los días, mientras la Dimayor trata de resolver que los violentos se alejen para siempre de las canchas.