La casa de los famosos Colombia ha llamado la atención de los televidentes que esperaban el programa desde hace meses por todo lo que ha pasado en los primeros capítulos. Sin embargo, los participantes no son los únicos que dan de qué hablar, sino que lo mismo ocurre con las presentadoras.
Carla Giraldo y Cristina Hurtado fueron las elegidas para asumir el reto. Mientras que la primera está debutando en la labor, debido a que estaba acostumbrada a las cámaras solamente para actuar, la segunda ya tiene más de una década de experiencia conduciendo varios formatos, tales como programas de chisme, realities o noticias.
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No obstante, ambas han sido objeto de críticas porque acabaron siendo víctima de los errores técnicos sucedidos en los primeros dos episodios. Por tratarse de una producción en vivo, los micrófonos o los pasos a cámara las pusieron en incómodos momentos.
“Y cómo fue en vivo y sin censura, yo salí hasta tomando agua en mi directo, para que no digan que es que acá grabamos las cosas”, dijo la protagonista de la polémica telenovela Me llaman Lolita, defendiéndose de los despiadados comentarios.
Pero esta no es la primera vez que Giraldo ha tenido que afrontar polémicas. De hecho, desde muy joven mostró su resiliencia ante la manera en que los reflectores la hacían ver como una rebelde sin causa. Recordando esa época, relató el momento en que se fue de su casa a muy temprana edad.
“A mí me adoptaron recién nacida. Mis papás me entregaron a la hora de nacida. Eso es lo que sé, tampoco quise saber mucho más. Siempre lo supe. En ese sentido, mis padres siempre fueron muy honestos”, comenzó diciendo la ganadora del premio TV y Novelas, de acuerdo con Semana.
Quienes decidieron hacerse cargo de ella desde muy pequeña fueron el comerciante Manuel Giraldo y la maquilladora de televisión, María del Rosario Quintero. Aunque le dieron un techo por años, la celebridad aseguró que “todo lo que soy se lo debo a lo que he vivido. Todo eso me enseñó y aún me sigo tropezando y estrellando. La vida es de cal y de arena”.
Con el tiempo se fue dando cuenta que su actitud podía estar afectando a los demás, pero también a sí misma. Su paso por MasterChef Celebrity estuvo marcado justamente por su manera de ser, por la cual llegó a ser polémica en las redes sociales. “Yo solo creí que estaba siendo divertida, pero luego entendí que había cruzado una delgada línea y que llegué a lastimar a otros con mi forma de ser. Pero luego entendí que hay otra manera de decir y hacer las cosas sin lastimar a nadie”, agregó.
Pero ese programa le ayudó a hacer un viaje interno. Inclusive, reconoció que no se aceptaba a sí misma y quería perder peso para estar más cómoda, comentando que “en un momento de mi vida alcancé a pesar más de 80 kilos, fue después de la pandemia. Ahora peso 54 y lograrlo supuso vivir un duro proceso. Busqué ayuda profesional, psicológica y física. Hice la dieta del amor propio, que es la mejor de todas. No es pensar en el qué dirán, sino en qué quieres tú como persona”.
Junto con lo anterior, añadió que ese también fue el espacio ideal “de admitir los sufrimientos que llevaba dentro, entre ellos no tener amor propio”.
Tuvo que mirar que lo físico no era lo más fuerte, sino que también necesitaba ayuda para reparar lo emocional. “Lloraba y lloraba y no sabía qué hacer. Entré en depresión. Un día tomé la decisión de ser feliz y mejor pensar en mí. Hoy en día cuido mucho mis pensamientos, sé a quién dejó entrar en mi vida y entreno una hora diaria todos los días porque me hice muy consciente de mi alimentación”, concluyó.