En una intervención en la Universidad Industrial de Santander, justo antes de viajar a Alemania, el Presidente Gustavo Petro criticó las inversiones en Antioquia, sugiriendo que estas benefician principalmente a sectores adinerados.
Durante su discurso, el mandatario cuestionó el proceso y la distribución de inversiones en infraestructura en el departamento, destacando una predisposición hacia los proyectos que favorecen a la población más acaudalada.
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El jefe de Estado señaló una diferenciación en el tratamiento y financiación de las obras viales 4G, que conectan a Antioquia con otras regiones del país, apuntando a un enfoque desigual en la asignación de recursos. Mencionó que mientras algunas carreteras, consideradas esenciales para ciertos sectores, se completan en cortos periodos, otras, fundamentales para la mayoría, se extienden durante décadas debido a su financiamiento con vigencias futuras, lo que, según el presidente, implica inversiones a largo plazo y no inmediatas.
“Carreteras del capital, las que van a valorizar las tierras de la gente más rica de Colombia, se hacen en cuatro o cinco años”, dijo el mandatario.
Este planteamiento del jefe de Estado surge en un contexto en el que Antioquia aguarda el aporte de $1.5 billones por parte del Gobierno nacional para finalizar las vías 4G. Además, el mandatario reveló que solicitó un informe al ministro de Transporte que detalle la inversión por kilómetro en las carreteras del país, sugiriendo que los resultados mostrarían una mayor inversión en áreas habitadas por la élite económica, específicamente entre El Poblado, en Medellín, y Rionegro, áreas reconocidas por ser residencia de individuos de alto poder adquisitivo.
“Se hacen entre la población de El Poblado, en Medellín y Rionegro donde quedan sus fincas”, enfatizó el presidente Petro haciendo alusión a que estas obras benefician directamente a la población con más recursos de Antioquia.
La postura del presidente induce a una reflexión sobre la equidad en la distribución de los fondos públicos y la necesidad de enfocar las inversiones de manera que beneficien de forma más amplia a la población. Aunque aún no se ha recibido respuesta del ministro de Transporte respecto al informe solicitado, la declaración suscita interrogantes sobre la planificación y ejecución de proyectos infraestructurales en Colombia.
En Medellín y Antioquia se enfrenta una gran incertidumbre sobre el futuro de 15 proyectos de infraestructura clave, con una inversión prevista de 4 billones de pesos cuya conclusión depende críticamente de los recursos asignados por el gobierno nacional.
Destacan entre ellos el metro de la 80, el tren del Río, el túnel del Toyo y la terminación de las autopistas 4G. Esta situación se complica ante el anuncio del Gobierno del presidente Petro de no destinar específicamente una reserva de 13 billones para el 2024, afectando potencialmente la financiación de estos importantes proyectos.
Las autoridades locales, incluidos el gobernador de Antioquia y el alcalde de Medellín, expresaron su preocupación por el posible impacto negativo que la falta de definición en la asignación de fondos podría tener en la realización de estas obras.
Así mismo, argumentaron que este retraso podría derivarse de diferencias políticas con la administración central, aunque esta versión es rechazada por representantes gubernamentales. La discusión se intensificó después de comentarios del presidente, interpretados como una indicación de que estos proyectos benefician mayoritariamente a zonas acomodadas, contradiciendo la visión de que están destinados a fomentar la conectividad en áreas estratégicas del país.
“Se equivoca, Presidente. Las vías 4G no pasan por donde usted señala. Clave visualizarlas para entender por dónde se construye el desarrollo que conecta el Centro y Occidente del país con la Costa Caribe. Son vías para Colombia, no para los ricos de Antioquia. Además, le cuento que las vías hechas en El Poblado y Rionegro, se ejecutaron con recursos de los contribuyentes locales; les sirven a Medellín y al Oriente entero; y son un ejemplo de progresividad: las han pagado los más pudientes de ambas zonas para el disfrute de todos. @petrogustavo”, publicó en su cuenta de X el gobernador de Antioquia, Andrés Julián.
El túnel del Toyo, próximo a convertirse en el más grande de Latinoamérica con un 88% de su construcción completada, es esencial para la conexión del departamento con la región de Urabá y sus puertos, contrariando la percepción de que su propósito es meramente recreativo.
Por otra parte, la finalización de las autopistas 4G se presenta como fundamental para la conectividad entre el occidente colombiano y la costa Caribe, alejándose de la idea de que su beneficio es exclusivo para sectores privilegiados de la región.
Esta condición de incertidumbre no solo amenaza con detener el progreso de obras críticas para el avance regional, sino que también plantea dudas sobre la coordinación entre las políticas públicas a nivel nacional, enfatizando la necesidad de una gestión transparente y efectiva de los recursos estatales dedicados a la infraestructura vital para el desarrollo económico y social.