En un evento trágico ocurrido el 14 de febrero en el barrio Cristóbal Colón, de Cali, María Victoria Loaiza, de 63 años, fue asesinada en su propia residencia tras un conflicto por alquiler.
La señora Loaiza solicitó el pago del arrendamiento a un inquilino, quien respondió violentamente, causándole la muerte con un arma blanca. Este mismo ataque dejó gravemente herido a su hijo, quien padece de una discapacidad y se encuentra en estado crítico en un centro médico.
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María Victoria Loaiza, conocida por su liderazgo comunitario y su apoyo a personas con discapacidades, deja un profundo vacío en su comunidad tras su muerte. El agresor, que vivía en la propiedad de Loaiza, fue detenido por las autoridades, aunque aún no se han esclarecido completamente las motivaciones detrás del ataque.
“María Victoria era una mujer alegre, era una líder, ella tenía a su hijo en condición de discapacidad, pero también era una mujer que estaba al servicio de la comunidad”, sostuvo Ana María Solís, miembros de la colectiva Mujeres sin miedo, para 90 Minutos.
La comunidad y diversas organizaciones de derechos humanos han organizado una velatón en homenaje a Loaiza para el 16 de febrero, buscando también solidarizarse con la aflictiva situación de su familia.
Este asesinato ha puesto de manifiesto la urgencia de abordar la violencia contra las mujeres y la vulnerabilidad de personas con discapacidad, ejemplificado en el estado de salud crítico del hijo de la víctima. Grupos de apoyo y miembros de la comunidad esperan que este trágico suceso no solo sirva para recordar a María Victoria Loaiza, sino también para concientizar y promover acciones concretas que prevengan futuras tragedias.
El llamado a la sociedad es a unirse y fortalecer los mecanismos de protección y seguridad para los más vulnerables, recordando la importancia de mantener un tejido social que respalde a todos sus miembros, en especial a aquellos en posiciones de mayor riesgo. La velada planeada busca ser un espacio de reflexión colectiva y solidaridad, poniendo el foco en la memoria de los que han sido afectados por actos de violencia injustificados.
Un hombre pierde la vida en un violento encuentro con su inquilino sobre alquiler atrasado en el barrio Jaqueline, Bogotá
En un suceso que ha estremecido a la localidad de Kennedy, en el sur de Bogotá, un homicidio causado por un hombre de nacionalidad extranjera hacia su arrendador ha levantado alarmas sobre la violencia en conflictos de arrendamiento.
La tragedia ocurrió en la mañana del 9 de enero de 2024, en el barrio Jaqueline, donde se reportó la muerte de un hombre de 62 años tras ser atacado con un arma blanca por el inquilino del lugar, debido a una disputa por el pago atrasado del alquiler.
La Policía Metropolitana de Bogotá ha iniciado una investigación detallada del incidente, revelando que la confrontación mortal se desató cuando el propietario solicitó al inquilino el pago de varios meses de arriendo atrasados. Este último reaccionó de manera violenta, lesionando fatalmente al arrendador con un cuchillo.
Las autoridades han elaborado retratos hablados del sospechoso, enfatizando la gravedad de recurrir a la violencia ante conflictos financieros y la importancia de buscar resoluciones pacíficas a desacuerdos. Así lo ha afirmado el coronel Juan Arévalo, comandante de seguridad ciudadana, en declaraciones retomadas por Blu Radio.
Este episodio se sumó a una serie de incidentes violentos relacionados con la tensión por arrendamientos en la capital colombiana. En septiembre de 2023, otro lamentable caso involucró la muerte de Libardo, un hombre de 56 años, en circunstancias sospechosas en su vivienda del barrio San Rafael Alto, también en Bogotá. Similar a este caso, en abril del mismo año, una disputa por arriendo resultó en la muerte de la propietaria de una casa y tres personas más en el barrio La Laguna de Fontibón.