El cuerpo sin vida de Reinaldo de Jesús Franco, un hombre de 64 años con doble nacionalidad, colombiana y estadounidense, fue encontrado en su residencia situada en el barrio Santa María de Itagüí, municipio ubicado al sur del Valle de Aburrá.
Este hallazgo ocurrió tras ser alertados por el mal olor que emanaba de la propiedad, según información proporcionada por vecinos de la zona. Tras la notificación, una hermana de Franco ingresó a la vivienda, encontrándolo sin vida.
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Posteriormente, los peritos judiciales reportaron que el adulto mayor habría fallecido por desangramiento producto de un acto violento, desde el 3 de febrero, siendo su muerte objeto de una investigación en curso por sospechas de un posible hurto.
De otro lado, se conoció que Reinaldo Franco, que residía con su familia en Worcester, Massachusetts, en el estado de Boston, había viajado al Valle de Aburrá desde el 15 de diciembre para pasar una temporada en su ciudad natal, alejándose del invierno norteamericano.
La pérdida de Franco suma un caso más a los incidentes recientes que involucran la muerte de ciudadanos extranjeros bajo circunstancias sospechosas en la región. En su vivienda, se reportó la ausencia de pertenencias personales, lo que fortalece la teoría de que pudo ser víctima de robo. Sin embargo, no existen testimonios que confirmen la presencia de extraños en la casa antes del descubrimiento de su muerte.
Nacido en el municipio de San Antonio de Prado y recientemente jubilado en Estados Unidos, Franco había decidido pasar su retiro en Colombia, en uno de sus inmuebles que mantenía desocupado. La comunidad y su familia en esta zona de Antioquia claman por el esclarecimiento sobre su muerte y la captura de los responsables si se confirma que fue un acto criminal. La desaparición de sus objetos personales como la billetera, el celular y el computador portátil aumentan las sospechas alrededor de este trágico evento.
Es preciso mencionar que a medida que avanza la investigación, el caso continúa despertando interrogantes sobre la seguridad de los ciudadanos extranjeros en el Valle de Aburrá y reafirma la importancia de esfuerzos conjuntos para proteger a estas comunidades vulnerables.
Canadá y Estados Unidos señalan zonas de alto riesgo para sus ciudadanos en Colombia
El Gobierno de Canadá emitió una advertencia de seguridad a sus ciudadanos, quienes planean viajar a Colombia, subrayando un aumento en los riesgos relacionados con la criminalidad y la explotación sexual de menores, particularmente en Medellín, Antioquia. Los canadienses son instados a mantener un “alto grado de precaución” y evitar áreas donde operan grupos armados y organizaciones criminales.
Entre las zonas de alerta especificadas por Canadá se encuentran Arauca, Caquetá (excluyendo la ciudad de Florencia), partes de Cauca excluyendo Popayán, y Chocó (excluyendo Nuquí, Bahía Solano y Capurganá). Se incluyen también advertencias sobre las áreas fronterizas con Venezuela, Panamá, y Ecuador, señalando riesgos de secuestro y delitos violentos. Destacan, además, las regiones de Norte de Santander y las ciudades portuarias de Tumaco y Buenaventura, junto con Antioquia, Córdoba, Guainía, Guaviare y Vichada, como lugares de potencial peligro para los viajeros.
A esto se suma una serie de incidentes, incluyendo asesinatos, robos, y otros delitos relacionados con el uso de aplicaciones de citas, como lo señaló la Embajada de Estados Unidos en Colombia, que también emitió advertencias a sus ciudadanos. A pesar de que en el año en curso no se han confirmado homicidios de turistas en el Valle de Aburrá (a excepción del caso de Reinaldo de Jesús Franco, cuya investigación sigue en pie) el año 2023 cerró con un total de 12 homicidios de extranjeros en Medellín, lo cual pone en relieve la creciente inseguridad en la región.