Día de San Valentín: una guía para enamorarse y no intoxicarse en el intento

Relaciones tóxicas, relaciones vitamina y el amor ecológico, así se califica el amor en 2024

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No solo las relaciones amorosas, también las relaciones familiares, de amistad, e incluso laborales, pueden seguir patrones de toxicidad o patrones vitamina - crédito SEEKING
No solo las relaciones amorosas, también las relaciones familiares, de amistad, e incluso laborales, pueden seguir patrones de toxicidad o patrones vitamina - crédito SEEKING

Si bien Almudena Grandes escribió que “el amor no puede compararse excepto consigo mismo”, hay gente que lo compara con la nutrición y dicen que hay amores, vitamina y amores tóxicos. También se habla de amor ecológico. Lo único cierto es que el amor, o es libre o no es amor. Por lo que es importante es saber identificarlos, saber diferenciarlos para enamorarse sin intoxicarse en el intento.

Amanda Rodríguez, profesora del departamento de afectividad y sexualidad del Instituto de La Familia de la Universidad de La Sabana, en esta nota, hablará del amor vitamina y el amor tóxico. Mientras que, el profesor Cristian Conen, del mismo instituto, dará cuenta del amor ecológico y las etapas del enamoramiento.

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Amor vitamina vs. amor tóxico

Empecemos por el amor vitamina y el amor tóxico, para la profesora Rodríguez, las relaciones tóxicas son esas que hacen más mal que bien a salud relacional de la pareja. En estas, ambas partes, o solo una de ellas, puede tener pensamientos de autosabotaje o sentir que no merece una buena relación, se basan generalmente en lo negativo y tienden a agotar a la otra persona al centrarse en el reclamo y el egocentrismo.

Ahora, las relaciones vitamina, o el amor vitamina, es todo lo opuesto: son relaciones que “nos nutren, que nos mejoran, que nos fortalecen, que nos mantienen en buen estado”.

Sin embargo, las fronteras, entre unas y otras, no son siempre explícitas, pues, advierte la profesora Rodríguez, “todos tenemos comportamientos que pueden encajar en ambos lados” y, haciendo eco de lo propuesto por la psiquiatra española Marian Rojas, que asegura que no siempre, las personas tóxicas o vitaminas son terceros, sino que uno mismo puede ser encasillado en ambos conceptos.

Y, ¿cómo identificar si se está cerca a una persona tóxica o sorteando las olas de una relación tóxica? Hay que estar con el radar encendido para reconocer los patrones de comportamiento en los que caen estas personas, o en los que uno mismo puede caer. Las red flags, como las llaman los jóvenes.

Es importante identificar si se está en una relación tóxica o en una relación vitamina para ver qué camino tomar y cómo salvarla o fortalecerla - crédito Infobae
Es importante identificar si se está en una relación tóxica o en una relación vitamina para ver qué camino tomar y cómo salvarla o fortalecerla - crédito Infobae

La profesora Rodríguez repara en que las relaciones tóxicas están basadas en las quejas personales de la relación o de todo lo que rodea a la misma.

“Algunas veces pensamos «¡ay, no quiero encontrarme con X persona, no quiero!» Una persona tóxica es aquella a la que queremos evitar”, explica la experta, que dio señas para identificarlas:

  1. No hay gestión afectiva
  2. No hay gestión de conflicto
  3. Predomina una mala comunicación
  4. Se presenta un deterioro del estado físico y entonces se elevan los niveles de cortisol.

Las relaciones vitamina

La profesora Rodríguez apunta que en una relación vitamina, ambas partes se caracterizan por ser empáticas, tienen capacidad resolutiva frente a las situaciones difíciles, son optimistas frente a las malas situaciones, gozan de un gran sentido del humor y evitan dañar al otro con críticas directas y con el propósito de herir. Síntomas que se manifiestan cuando existe admiración genuina, fluye una comunicación que es asertiva, baja el estrés, la relación genera ilusión y contribuye a mejorar la autoestima.

Ahora, es importante advertir que estos patrones de comportamiento de las personas vitamina y de las personas tóxicas están presentes en todo tipo de relaciones, no solo las amorosas, también en las de amistad, familiares e, incluso, laborales.

El amor ecológico

Pareja intercambiando ramos de rosas durante la celebración de San Valentín - crédito Infobae
Pareja intercambiando ramos de rosas durante la celebración de San Valentín - crédito Infobae

De acuerdo con el profesor Cristian Conen, el amor ecológico es aquel que también se denomina como amor auténtico y advierte que para alcanzarlo existen cinco etapas que lo alimentan y que además lo hacen sostenible en el tiempo. A continuación, las enumeramos, para que descubra en cuál está y cómo afrontar cada una.

La primera etapa surge por medio de la atracción física, que, de acuerdo con la publicación ¿Cómo es un cerebro enamorado?, de la Universidad de La Sabana, en el momento se produce dopamina (neurotransmisor encargado de la felicidad) que no solo impulsa el interés de las partes, sino que permite que querer conocer a esa persona, sea un incentivo para poder sentir esa felicidad.

En segundo lugar, se encuentra la unión exclusiva, es decir, ambas personas sienten admiración, atención, lealtad y respeto el uno por el otro. Sobre esto, el profesor Conen advierte que “esto solo demuestra responsabilidad afectiva hacia la otra persona, querer cuidarla y amarla sin permitir que nada ni nadie se interponga en la relación”.

El día de San Valentín es un buen momento para identificar en qué etapa del enamoramiento se está y si se es correspondido - crédito Infobae
El día de San Valentín es un buen momento para identificar en qué etapa del enamoramiento se está y si se es correspondido - crédito Infobae

La tercera etapa es la ilusión, es decir, solo querer estar con esa persona. En ese momento llega la promesa del estar juntos sin importar lo que pase: “Las personas quieren vivir siempre en ese instante del enamoramiento y ver solo las cosas buenas de la otra persona, idealizándola. No obstante, posterior a la etapa del enamoramiento, viene una de las más complicadas porque comienzan a llegar los problemas y las malas actitudes de ambas partes, haciendo que la mayoría de las relaciones terminen antes de la cuarta etapa”, explica el profesor.

Ese cuarto momento, al que Conen hace referencia, es aquel en el que se expresan las ganas de ayudarse mutuamente y mejorar como persona para poder fluir en la relación. “La unión llega al punto de la aceptación hacia la otra persona, actuando en pro del otro y el querer ayudarlo a salir adelante en sus proyectos personales y de vida” explica.

Finalmente, puede llegar lo que algunos expertos también identifican como “unión fecunda”, la cual, en resumen, es el producto de un amor con bases sólidas que es capaz de trascender y transformarse para llegar a los hijos. No obstante, si bien no siempre se llega a esta etapa, lo cierto es que el amor ecológico, no es más que un continuo ciclo, en el que la relación se va construyendo a lo largo del tiempo, con el objetivo de perdurar y ser sostenible para la pareja, que a la vez, trabajan en sí mismas para ser mejores personas cada día.

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