Descubren elementos rituales de “brujería sexual” en playas de Cartagena

El mar en Cartagena desenterró muñecos asociados con prácticas de brujería, fenómeno que ha sorprendido a los residentes locales dada su creciente uso en la ciudad costera.

Elementos amarrados con hilos rojos y uno de ellos incorporando un corazón, que contenía una aparente oración, fueron recuperados de la costa, destacando la preocupación por las intenciones detrás de estos objetos. Según lo informado por Sahagún en Línea, algunos de estos muñecos estaban marcados con letras específicas, interpretadas por la comunidad como las iniciales de individuos a quienes supuestamente representaban.

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La comunidad de Cartagena ha experimentado una creciente preocupación ante eventos fuera de lo común, atribuidos a mar de leva y otros fenómenos costeros, pero nada se comparaba con el hallazgo de estos artículos de brujería.

La explicación detrás de la aparición de estos objetos sigue siendo un misterio, aunque se especula que podrían haber sido enterrados como parte de un ritual. Los habitantes, alarmados por el descubrimiento, decidieron tomar medidas, expresando la intención de quemar los muñecos para “liberar” a las personas presuntamente afectadas por estos hechizos.

El acto de desenterrar y quemar estos objetos refleja la tensión entre las creencias tradicionales y la preocupación comunitaria por la seguridad y el bienestar de sus miembros.

Este episodio resalta la complejidad de la convivencia de distintas prácticas culturales y creencias en áreas urbanas y costeras. La decisión de destruirlos es vista como un intento de restablecer la normalidad y proteger a la comunidad de posibles daños.

La naturaleza inusual de este acontecimiento ha captado la atención tanto de los locales como de observadores externos, generando un debate sobre la influencia de la brujería y el esoterismo en la sociedad contemporánea. Una mujer, testigo del hecho y citada por La Lengua Caribe, mencionó que dicho amarre era para unir a dos personas.

Mientras tanto, las autoridades locales y los líderes comunitarios instan a la población a mantener la calma y a reportar cualquier actividad preocupante a las autoridades correspondientes. Este incidente subraya la importancia de la vigilancia comunitaria y el papel que juega en la preservación del tejido social frente a desafíos inusitados.

Recientes condiciones climáticas en el Caribe, específicamente en Cartagena, han traído a la costa objetos insólitos asociados con prácticas de brujería de connotación sexual.

Estos artículos, que incluían papeles con oraciones, muñecos y nombres ligados con hilo rojo en el interior de condones, fueron hallados en Playa Blanca tras ser devueltos por el mar debido a un mar de leva, fenómeno se produce cuando el mar arroja a la costa elementos que estaban sumergidos en sus profundidades.

Este singular hallazgo ha generado diversas reacciones entre la comunidad local, con algunos expresando preocupación sobre las implicaciones de estos rituales y otros viéndolo como evidencia de prácticas esotéricas arraigadas en la cultura.

Los objetos encontrados también han sido interpretados como manifestaciones de deseos o intenciones dirigidas hacia individuos específicos, como se sugiere por los nombres inscritos en los materiales recuperados y registrados en un video.

“Allí está el nombre de Ricardito, Fernancito, El mono, por eso fue que la mujer lo dejó... Después están apurados porque les echaron una brujería, con papeles y todo. Todo eso lo está sacando el mar... Pobre Fernandito, cómo lo tenían, por eso las mujeres le pegaban tanto cacho, esta sí es una brujería bien psicópata”.

La disminución del nivel de agua en el Embalse de Guatapé, producto de El Niño, descubrió un objeto vinculado a prácticas de brujería. Un recipiente con elementos misteriosos, incluida la foto de una mujer, fue hallado por trabajadores durante limpieza, lo que ha causado sorpresa y preocupación entre la comunidad.

Este evento ha revelado no solo objetos ocultos, sino también problemas ambientales y climáticos en la región, llevando a discusiones sobre la importancia de preservar recursos hídricos y ecosistemas, así como el impacto de prácticas espirituales en la sociedad. Autoridades investigan el hallazgo, mientras continúa el debate sobre los desafíos climáticos y culturales.