En una decisión que sentaría un precedente en materia electoral, la curul que ocupa Juan Carlos Upegui como concejal de Medellín para el periodo 2024-2027, podría quedar vacante. Y todo por lo que habría sido la vinculación de su padre, Carlos Alberto Upegui, como rector encargado de la institución educativa San Lorenzo de Aburrá por la Secretaría de Educación; justo un año antes de que se efectuaran las elecciones locales.
Aunque el hoy cabildande ha salido en redes sociales y medios de comunicación para señalar que hay una persecución orquestada en contra de él, y del Partido Independientes, el mismo que lidera el exalcalde de la capital antioqueña Daniel Quintero, al parecer habría elementos de peso que llevarían al Tribunal Administrativo de Antioquia a estudiar a fondo las demandas interpuestas, que podrían tener un desenlace histórico.
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Lo anterior, debido a que ninguno de los que han llegado a una corporación legislativa, departamental o municipal en el país ha perdido su posición lograda con el Estatuto de Oposición, que como su nombre indica busca garantizar el derecho a que los sectores contrarios a los gobernantes elegidos, desde el presidente, hasta alcaldes y gobernadores, tengan presencia en organizaciones como el Congreso, la Asamblea y el Concejo.
Al respecto, la Procuraduría General de la Nación, a través de su delegado Ómar Alfonso Ochoa, envió un concepto al tribunal en el que concluye que por parte de Upegui sí había inhabilidad y que, por ende, debe declararse la pérdida de investidura. Y si así se determina por parte de las autoridades electorales, podría darle cabida al tercero en la votación a la Alcaldía el 29 de octubre de 2023: Albert Corredor, el principal interesado.
Es por esto que Infobae Colombia contactó al excandidato al máximo cargo de Medellín, que además ya fue concejal de la ciudad, que ratificó a esta redacción lo que empezó como un secreto a voces: que él, como lo hicieron otros ciudadanos, demandó la curul que ocupa el exsecretario de la No Violencia de Quintero y que, aparte, es primo de la exgestora social del Distrito y esposa del exalcalde: Diana Osorio.
En primer lugar, dejó en claro que su interés no es que se declare una “muerte política” a Upegui, como se ha mencionado, sino que se efectúe la nulidad de su elección como Concejal de la ciudad más importante de Colombia, pues no habría cumplido con las “reglas del juego”.
Y aunque negó que su interés sea recuperar el protagonismo político perdido, con lo que podría ser la posibilidad de enarbolar las banderas de los que se han mostrado contrarios al gobierno de Gutiérrez, y afirmó que su principal deseo es que se siente jurisprudencia en este caso, vería con buenos ojos que, pese a sus escasos 27.175 votos —superado por el voto en blanco—, sea el encargado de reemplazar a Upegui, segundo en la contienda con 95.393 sufragios.
¿Por qué presentó la demanda de pérdida de investidura contra Juan Carlos Upegui?
Desde 6 de diciembre del año pasado (2023) empezaron a instalar una serie de demandas que buscaban la pérdida de investidura del concejal Juan Carlos Upegui, que representa la curul de la oposición. Fueron tres y ya están agrupadas. Nuestro equipo conoció dichas demandas y tomamos la decisión el 11 de enero de 2024 de instaurar también una demanda: que es una herramienta jurídica que, a diferencia de estas primeras, que son de pérdida de investidura, lo que pretende es, en últimas, darle garantías a la ciudadanía de que independientemente cuál sea el fallo del Tribunal Administrativo de Antioquia se garantice el espacio de oposición que establece el Estatuto, que empezó en 2018.
Con un agravante. Esta es la primera vez que pasa en la historia del país que puede haber una pérdida de investidura de un concejal que está ocupando la curul del Estatuto de oposición y que en este caso pues me corresponde a mí una responsabilidad muy grande, pues como candidato a la alcaldía, pero más que todo como ciudadano, busca garantizar que este espacio de oposición siga existiendo principalmente para esos que ciudadanos que hoy no comparten la visión de ciudad que tiene el actual alcalde que fue, obviamente hay que respetarlo.
Esta demanda también se agrupó con otras cinco demandas de nulidad electoral. ¿Qué pretendemos nosotros? Que hay una nulidad del acto administrativo, más que en contra de Upegui, esa curul se siga sosteniendo.
¿Cuáles son los argumentos para haber tomado la determinación de demandar la investidura? ¿Qué pruebas tienen ustedes tienen?
Esas primeras demandas que nosotros conocimos traejeron un consigo un material probatorio que demuestra, o pretende demostrar, que el papá de Juan Carlos Upegui asumió el cargo como rector de un colegio de Medellín en los términos que establece en el régimen de inhabilidades como tiempos en donde ningún parentesco en grado con sanguinidad, hasta cuarto nivel, de un candidato que quiera aspirar lo pueda hacer. Lo que pretendemos demostrar es que, en caso de ser cierto, estaría existiendo una violación de ese régimen de habilidades y por ende exigir una nulidad.
¿Qué les dice a los que piensan a los que esto es una represalia contra Daniel Quintero?
Creo que fuimos muy contundentes durante las elecciones y la campaña en manifestar siempre, en el marco de respeto, de que nuestro proyecto político se alejó, se aleja y yo creo que se va a seguir alejando de las posturas que Daniel Quintero siguió tomando en Medellín. Desde el momento en que empezamos a evaluar su gestión y posteriormente cuando renuncia para ir a la campaña de de Juan Carlos se marcó una distancia muy fuerte.
Se hablaba de la posibilidad de adherir a su campaña, pero nosotros tomamos la decisión como equipo, teniendo el respaldo ciudadano, porque también cabe recordar que nosotros aspiramos con el respaldo de más de 300.000 personas que firmaron un grupo significativo de personas y hasta el último día duramos en las elecciones, hasta el 29 de octubre, como los únicos candidatos en ese momento viables que no teníamos ni representación de partido ni dependíamos de ningún político en departamento ni en la ciudad.
Fui concejal de Medellín durante el período pasado y renuncié, a una vez tuve que seguir defendiendo, el caso particular mío, los intereses de las personas. Renuncié a mi partido (Centro Democrático) y a mi curul. Hoy, la única motivación, más que una represalia personal —y si fuera así hubiéramos instaurado una pérdida de investidura al concejal en caso de que se compruebe lo que está pasando, la perdería y no pudiese volver a aspirar al cargo en el cual está—, es que no tenemos ningún interés distinto a que se compruebe a lo que aquía se establece, se dé garantía de que se continúe con la curul de oposición, se dé la nulidad a la elección y ya será ese Tribunal Administrativo que tome la decisión.
Es más, hemos sido sumamente respetuosos. En el caso mío, incluso, he sido muy expectante de lo que está pasando en Medellín, y en vez de ponerme a hacer una oposición de esas férreas, que yo llamo destructivas, lo que he optado es desde que mi posición como empresario, dedicándome al sector privado y a la academia, y sin descuidar mi labor ni responsabilidad social, ser muy respetuoso. Y esperar los tiempos para poder evaluar posiciones tanto al alcalde de Medellín como al de los concejales.
¿Cómo ve el arranque del Gobierno de Federico Gutiérrez en estos dos meses y medio de gestión como alcalde?
Primero hay saber perder y creo que eso es fundamental. La victoria de Federico Gutiérrez en cuanto al electoral fue contundente y la decisión que tomó Medellín fue contundente. En ese sentido, saber hacer los silencios a los que haya lugar, pero eso no quiere decir que uno como actor político —porque nosotros ocupamos el tercer puesto en las elecciones a la Alcaldía de Medellín— esté expectante. Tengo un amor profundo por esta ciudad, pero como empresario necesito y quiero que a Medellín le vaya bien, y no espero que a Federico ni a ningún mandatario le vaya mal.
Luego, en esa tensión que estamos viviendo con la alcaldía, primero considero que, a escasos dos meses, es muy poco tiempo para hacer evaluación de la gestión. Han pasado cosas que me llevan a pensar en que nos concentremos en resolver los problemas de la ciudad y, en el caso de Federico y su gabinete, en ir a responder con los compromisos que adquirieron con la ciudadanía.
He visto un poco de desconcentración en ese sentido y más atención en el retrovisor que lo que está pasando adelante. Está bien, uno cuando recibe un cargo debe entregar un informe de cómo recibió, pero hoy Medellín tiene muchísimas problemáticas que piden concentración en la gestión y en los resultados. Yo no quiero decir que Fico es un mal o buen gobernante y me quedaría muy feo salir a criticar una gestión de tan corto tiempo, donde ni siquiera se ha probado un plan de desarrollo, estamos expectantes que lo presenten al consejo para revisarlo. Por ahora, una recomendiación que yo le haría: concéntrense en gobernar y en cumplirle a la gente, porque hay muchas expectativas y hay más de 700.000 ciudadanos que entregaron esa responsabilidad.
¿El mensaje de “hay que saber perder” podría entenderse como una pulla a Daniel Quintero y Juan Carlos Upegui?
Yo creo que más que dirigir el mensaje a alguien, este es es un mensaje a la ciudad y a nosotros mismos. El primero al que le cabe es a mí, porque yo también perdí. ¿Y por qué lo entrego? Creo que hoy Medellín —y ahí voy a entrar en materia— necesita, por supuesto, a los gobernantes concentrados, pero una oposición política no para defender la administración de nadie y que sea propositiva. Uno de los grandes problemas que hoy enfrenta nuestra ciudad es la enorme división que tenemos.
Nosotros nunca habíamos vivido eso y en ese orden de ideas, tanto para la administración actual con el mensaje de la unión, como para los que están —porque yo no me quiero todavía meter en el cuento de la oposición haciendo oposición—, es que hay que ser muy responsable. Y más queriendo hacer campañas o cualquier otra cosa defendiendo gobiernos o ideología, tiene que ser una oposición que propenda porque a la ciudad le vaya bien y tiene que ser una oposición propositiva. No es momento, ni en Medellín ni en el país, de estar presionando en este tipo de procesos, en donde está el juego la reputación de un honorable concejal es el caso de Juan Carlos Upegui.
En consecuencia, ¿podría existir la posibilidad de que, en caso de que llegue al Concejo de Medellín, se declare en independencia?
El escenario de que seamos o no concejales depende, primero, del proceso. Si se llegase a demostrar de que no hubo ninguna inhabilidad, ahí debe seguir el concejal. Y en caso contrario hay que hacer una una consulta jurídica, que es lo que estamos haciendo a través de estas herramientas, para saber quién seguiría en el Concejo, toda vez que no existe jurisprudencia en este tipo de casos en el marco del Estatuto de Oposición.
Ahora, creo que por temas de votación, podría seguir unacandidata del Partido Creemos (partido de Federico Gutiérrez) y si es así nosotros seremos respetuosos. Y si existe la posibilidad, por ser el tercero de la elección a la Alcaldía, creo que tendré que tomar una decisión, en el caso particular, no solamente mía como un equipo político, sino con mi familia; porque esas campañas voy con mi familia. Y también con las empresas que estoy acompañando de mi grupo familiar, porque estoy dedicado a eso y me dolería dejarlos tirados. Pero cuando uno toma la decisión de servir en lo público, esa no es una decisión política de de campaña, no es una de escenarios netamente electorales, sino una decisión de vida.
Y si la ciudadanía considera que yo puedo aportar ahí estaré. Yo no aspiré al concejo en las pasadas elecciones, aspiré a la alcaldía, pero si debo estar para garantizar los derechos de la oposición, entonces haré oposición, porque será la responsabilidad que en caso tal asumiremos. Pero debe ser una cuestión destructiva, ni mucho menos adoptar una posición con miras a defender un proyecto político, sino las necesidades de la ciudad.
¿Podríamos concluir entonces que usted interpuso la demanda para ser concejal de Medellín?
Jurídicamente todo parece indicar que recae sobre mí la responsabilidad, al ser el tercero en la candidatura a la alcaldía, de instaurar esta herramienta jurídica. Tengo que sentar un precedente jurídico, generar jurisprudencia para que, de aquí en adelante, cuando vuelva a pasar una situación de estas, se sepa qué ocurrir. Y yo sí quiero garantizar que las personas que no votaron por él y hoy no se sienten identificados con Federico, tengan un espacio de oposición que los represente. Si se nos hace la invitación de llegar al Concejo, será una decisión que yo tomaré.
Para responder a la pregunta, la motivación no es llegar al Concejo, es garantizarle a Medellín que siga teniendo su espacio de oposición.