La inseguridad no da tregua en Bogotá. Esta vez, se conoció a través de una denuncia por parte de la comunidad un nuevo intento de robo a un ciclista en el norte de la ciudad.
El hecho se presentó el martes 13 de febrero en la carrera 11 con calle 121, cuando el delincuente pretendía robar una cannodale y una patineta, pero al no lograrlo recibió una fuerte golpiza por parte de los vecinos.
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De inmediato, la Policía Metropolitana llegó al lugar para atender la situación y frustró el hurto. Además, las autoridades capturaron al delincuente.
Por su parte, la comunidad exige ayudas del Gobierno nacional y hace un llamado al alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, ante los últimos sucesos en esta zona de la capital.
No es la primera vez que ocurre un robo en esa zona de la ciudad. En un reciente suceso, un grupo de ciclistas fue asaltado mientras transitaban por la intersección de la carrera 11 con calle 121, alrededor de las 5:47 de la mañana del jueves 8 de febrero. Este incidente destaca una preocupante táctica de utilizar obstáculos como bicicletas y patinetas dispersas en las ciclovías para forzar a los ciclistas a detenerse, facilitando así su asalto.
Este método de asalto no solo revela la audacia de los delincuentes, sino también una creciente inseguridad en rutas previamente consideradas seguras para los ciclistas en la capital colombiana. Durante el ataque, algunos ciclistas se enfrentaron a un grupo de personas, entre 15 y 20 individuos, lo que añadió confusión y permitió a los asaltantes realizar sus actos delictivos con mayor facilidad.
Entre los afectados se encuentra Carlos Sierra, un contratista que compartió su testimonio sobre la rápida disipación de la percepción de seguridad en estas vías.
Entre los casos más graves registrados durante este asalto, se destaca el de un ciclista de 45 años, víctima de una agresión brutal. No solo le fue robada su bicicleta, valorada en aproximadamente 20 millones de pesos, sino que también recibió un disparo que le causó una fractura en el quinto dedo de su mano izquierda.
Este tipo de violencia subraya la urgencia de adoptar medidas preventivas y desarrollar estrategias de seguridad más robustas para proteger a los ciclistas.
Además, se reportó el robo de una patineta eléctrica a un miembro de la Fuerza Aérea, empleando una táctica similar a la utilizada con el ciclista herido. Este patrón de asaltos plantea serias interrogantes sobre la seguridad de quienes utilizan estos medios de transporte y el espacio público en general.
La comunidad ciclista de Bogotá se encuentra en alerta ante este nuevo modus operandi de los criminales, lo que ha llevado a la exigencia de una acción inmediata por parte de las autoridades para garantizar la seguridad en las ciclorrutas de la ciudad. La implementación de una vigilancia más efectiva y la creación de entornos seguros para los ciclistas se ha vuelto una prioridad indiscutible ante los recientes eventos.
Las autoridades capitalinas han registrado un alarmante promedio de robo: una bicicleta cada 42 minutos. Este dato destaca la magnitud del problema que enfrentan los ciclistas en Bogotá, situando a la capital colombiana en el foco de atención por el incremento de este tipo de delitos.
En entrevista con el diario El Tiempo las víctimas evidencian la severidad de los ataques, que en ocasiones resultan en heridas graves o la humillación de ser despojados de todas sus pertenencias.
De hecho, durante enero en Bogotá se registraron un total de 551 robos de bicicletas, marcando un alarmante aumento en este tipo de delitos en la ciudad. El incremento de incidentes, revelado por el Sistema Estadístico de la Policía Nacional (Siedco), destaca no solo por la cantidad sino también por la violencia empleada durante los hurtos, con delincuentes armados dispuestos a herir a las víctimas sin hesitación.