Mi Casa Ya tiene un nuevo cambio: este es el giro que le dio el Gobierno a la asignación del subsidio de vivienda

En un esfuerzo por revitalizar el sector de la vivienda y mejorar las condiciones de acceso al crédito para los compradores, el Gobierno nacional, por medio de la ministra de Vivienda, Catalina Velasco, anunció una serie de cambios en el programa de subsidios “Mi Casa Ya”.

La medida principal implica la preasignación de los subsidios desde el inicio del proceso de compra, una estrategia que se busca alentar tanto a las familias interesadas en adquirir una vivienda como a los constructores. En palabras de Velasco, “esto se ha venido conversando con los gremios, y hoy está culminado el procedimiento”.

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Este año, según dijo la ministra Velasco a La República, se presenta como un periodo estable para el sector de la vivienda en Colombia, gracias a una mejora en los indicadores económicos como la inflación (8,35% interanual en enero de 2024) y las tasas de interés (12,75% actual), así como a las políticas enfocadas en la construcción de viviendas.

“Estos factores son determinantes para la decisión de compra”, aseveró la ministra al destacar la importancia de los subsidios, tanto para las cuotas iniciales, como para las tasas de interés. Añadió que otro elemento crucial es el crédito constructor, que beneficia a las familias y a los constructores.

Según cifras de la Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol), la venta de casas experimentó una caída significativa del 44,9% en 2023, lo que representa 106.554 unidades menos con respecto al año anterior, equivalente a $20 billones menos.

Dentro de este contexto, la ministra explicó al medio que los subsidios se han asignado de forma tradicional desde un presupuesto anual que no siempre concuerda con los ciclos de construcción, lo que en periodos de restricción de liquidez convierte al subsidio en un elemento clave para los actores del sector.

La innovación que trae la preasignación de los subsidios es particularmente significativa para los hogares con ingresos limitados.

“Si un hogar tiene un ingreso familiar de tres salarios mínimos y planea comprar una vivienda de interés social prioritaria (VIP), de 90 salarios mínimos, su calificación crediticia será diferente si recibe un subsidio de 30 salarios mínimos desde el principio”, explicó Velasco. Esta medida cambiará de manera radical la ruta de financiación y facilitará el acceso al crédito desde un inicio.

Más allá de las viviendas VIP, el Gobierno también revisa las viviendas de interés social en zonas de renovación urbana, donde están incluidos los centros de las ciudades.

Al respecto, Velasco señaló la importancia de contemplar proyectos en áreas más céntricas, por lo que argumentó que “la vivienda social no puede únicamente estar a las afueras de las grandes ciudades”, dados los requerimientos adicionales de infraestructura que esto supone.

La colaboración con el sector financiero y los gremios de vivienda es clave en este proceso de modificación. “Estamos en el diseño técnico con el sector de la construcción y el sector financiero”, comentó la ministra al subrayar la positiva acogida que tienen estas conversaciones con el sector.

La intención es que, con la aplicación de estas medidas, las empresas constructoras puedan alcanzar el punto de equilibrio más rápido y obtengan así el crédito constructor necesario para desarrollar los proyectos. Esto, a su vez, debería permitir la revitalización del sector, con el aumento de las ventas de vivienda.

En resumen, el Gobierno nacional, por medio del Ministerio de Vivienda, busca dinamizar el mercado inmobiliario y facilitar el acceso a la vivienda por medio de la preasignación de subsidios y el trabajo conjunto con el sector financiero y los constructores. Esta estrategia se enfoca en cambiar la forma en que se asignan los subsidios, garantizando que estos sean conocidos desde el principio del proceso de compra, para mejorar el entorno económico tanto para las familias como para los constructores.