Los colombianos ya no consumen tanta gasolina: este es el oscuro panorama ante altos precios

La ACP informó que los ajustes hechos mes a mes por el Gobierno resultaron siendo una gran medida de política pública que le ayuda al mismo para destinar lo que distribuía al líquido a la atención de otros servicios como salud

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En el último año el Gobierno Petro estableció aumentos mes a mes en el precio del galón del galón de gasolina corriente para contrarrestar el déficit del Fepc - crédito Colprensa

En un contexto de transformación energética global, Colombia enfrenta retos significativos en el manejo de los combustibles líquidos, según un informe reciente publicado por la Asociación Colombiana del Petróleo y Gas (ACP). La investigación, denominada “Sector de combustibles líquidos en Colombia: evolución 2023 y perspectivas 2024-2033″, subraya variaciones en el consumo y plantea futuras tendencias para el sector en la nación suramericana.

El reporte revela un ligero ascenso del 0,3% en el consumo de combustibles, alcanzando un total de 345.000 barriles diarios (aproximadamente 54.918 metros cúbicos diarios] en el último año. Dicho incremento estuvo liderado principalmente por el diésel y el Jet, con un aumento del 3% y 2% respectivamente, mientras que el consumo de gasolina corriente experimentó una disminución del 2,5%.

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El vicepresidente de Estrategia y Asuntos Regulatorios de la ACP, Andrés Bitar, señaló que “el aumento del 48 % en el precio de la gasolina corriente, es decir, $4.850 por galón, desde octubre de 2022 a septiembre de 2023, influenció la caída en su consumo”.

Los ajustes en el precio de la gasolina corriente tuvieron como consecuencia que, por primera vez, Colombia dejara de subsidiar el Fondo de Estabilización de Precios de Combustibles (Fepc), lo que marcó un hito en la política energética del país.

“En noviembre, el precio del ingreso al productor se equiparó con el precio paridad de importación”, destaca el informe, señalando un periodo de subsidios que osciló entre los $3.000 por galón de gasolina y $7.200 por galón de diésel durante enero a diciembre de 2023.

Bitar remarcó la importancia de estos ajustes: “Esta fue una gran medida de política pública que le ayuda al Gobierno para destinar lo que destinaba a gasolina a la atención de otros servicios como salud”. Sin embargo, aclaró que el incremento en los precios no necesariamente se traduce en mayores ingresos para los transportadores, mayoristas y minoristas, siendo Ecopetrol el mayor beneficiario.

Proyecciones sobre la demanda de combustibles

Respecto al futuro, la ACP proyecta un crecimiento en la demanda de combustibles líquidos del 1,8% en los próximos diez años, con un incremento específico de 1,5% para la gasolina, 1,7% para el diésel y 3% para el Jet.

“El aumento en el consumo de diésel se debe en parte a la preparación ante un posible fenómeno de El Niño, donde se anticipó la necesidad de activar plantas térmicas”, explicó Bitar, lo que evidencia cómo fenómenos naturales y decisiones políticas modelan la demanda energética del país.

Este informe no solo ilustra la situación actual y futura de los combustibles líquidos en Colombia, sino que también revela cómo políticas gubernamentales y circunstancias ambientales pueden afectar directamente al sector energético.

En un mundo que se dirige hacia una mayor sostenibilidad y consciencia ambiental, los hallazgos de la ACP resaltan la importancia de adaptarse rápidamente a las nuevas realidades del mercado y las expectativas de la sociedad.

Garantía de los derechos

Al respecto de los indicadores, el presidente ejecutivo de la ACP, Frank Pearl, indicó que la distribución de combustibles líquidos es de gran importancia para garantizar derechos fundamentales de los colombianos y contribuye de manera significativa a la dinámica socioeconómica del país y las regiones.

Como ejemplo, precisó que está la generación de empleo decente (más de 270.000 personas trabajan en la cadena), inversiones para atender la demanda ($2,9 billones en 2023), y aportes fiscales (más $8,5 billones en 2023; para el 2024 se espera el recaudo de $9 billones), entre otras contribuciones”.

Frank Pearl, presidente ejecutivo de
Frank Pearl, presidente ejecutivo de la ACP - crédito ACP

Sin embargo, el informe evidencia que durante 2023, los agentes de la distribución de combustibles enfrentaron el desafío de superar diversos eventos que pusieron en riesgo el suministro de aproximadamente 45 millones de galones, el 65% (alrededor de 30 millones) debido a bloqueos a plantas y vías, principalmente en Cundinamarca, Meta, Santander, Huila y Cesar.

Además, de contingencias operativas, derrumbes por condiciones climáticas y limitaciones en la oferta de etanol durante el primer semestre. No obstante, gracias al esfuerzo logístico de los distribuidores mayoristas y el liderazgo del Ministerio de Minas y Energía, se garantizó el abastecimiento en el territorio nacional.

El presidente de la ACP recordó que asegurar un suministro continuo y confiable de combustibles es esencial para mantener la estabilidad del sistema energético y que muchos servicios críticos, como el transporte público, los servicios de emergencia, la atención médica y el abastecimiento de alimentos y suministros básicos, dependen del acceso constante a los combustibles (de acuerdo con el Plan Energético Nacional estos representan el 42% del consumo final de energía de Colombia), por lo que interrupciones en el suministro podrían tener graves consecuencias para la calidad de vida y poner en riesgo derechos fundamentales de los colombianos.

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