La arbitraje en el fútbol colombiano es un nuevo foco de atención y crítica por parte de periodistas y aficionados, luego de señalamientos específicos sobre su rendimiento en recientes partidos de la Liga BetPlay.
El comunicador Carlos Antonio Vélez, destacado por su labor en el ámbito deportivo, ha expresado su descontento con la gestión de Ímer Machado, responsable de los árbitros en el país, acusándolo de mantener un “amiguismo crónico” y afectar la calidad del arbitraje en los encuentros.
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La crítica de Vélez se centra en supuestas fallas arbitrales y deficiencias en el uso del VAR (Video Assistant Referee), las cuales, según argumenta, han influenciado negativamente en el resultado de los juegos, afectando a equipos como Once Caldas y Fortaleza en sus respectivos partidos contra Bucaramanga y Junior.
A través de sus comentarios, Vélez manifiesta su preocupación por dichas decisiones, las cuales podrían desvirtuar la justa competencia en el torneo.
La discusión sobre la calidad del arbitraje no es un tema menor, considerando el impacto que estas decisiones pueden tener en el desempeño de los equipos y la percepción del torneo por parte de los aficionados.
Este asunto, subrayado por el periodista Vélez, pone de manifiesto la importancia de revisar las prácticas arbitrales y el uso de tecnologías como el VAR, destinadas a garantizar la justicia y transparencia en los partidos.
Mientras el debate sobre la efectividad y justicia del arbitraje continúa, la federación y los responsables de este ámbito se enfrentan al reto de tomar medidas que mejoren la calidad de las decisiones arbitrales en futuros encuentros.
Las críticas y sugerencias de periodistas y profesionales del deporte como Carlos Antonio Vélez podrían fungir como un catalizador para posibles reformas en este aspecto esencial del fútbol colombiano.
El arbitraje se sigue rajando en Colombia: “El 20% de los jueces no pasaron las pruebas teóricas”
En un reciente análisis con Infobae Colombia, el analista arbitral José Borda expresó su preocupación por el desempeño de los árbitros de la segunda división en el fútbol colombiano, señalando que casi el 20% de los invitados para realizar las pruebas de aptitud fallaron.
Este evento se considera un precedente negativo para el futuro del arbitraje en el país, centrando la atención en la necesidad de mejorar los procesos de capacitación y evaluación llevados a cabo por la Federación Colombiana de Fútbol y la FIFA.
Los exámenes, destinados a árbitros que aspiran subir a la primera división, incluyeron pruebas teóricas sobre las leyes del juego y sobre el Protocolo VAR.
La alta tasa de fracasos en estas evaluaciones ha desencadenado un llamado a revisar tanto la preparación de los árbitros como las metodologías de evaluación aplicadas. Borda subrayó que la formación en los colegios arbitrales es insuficiente y criticó las técnicas de evaluación utilizadas en la pretemporada, llevada a cabo en Cali.
La implicación de estos resultados es significativa, ya que los árbitros que no aprueban estas pruebas esenciales se ven obligados a esperar hasta la próxima ronda de exámenes para poder avanzar en su carrera arbitral, lo cual podría demorar al menos tres meses. Este retraso no solo afecta a los árbitros individuales sino que también tiene el potencial de impactar la calidad del arbitraje en el fútbol colombiano en general.
José Borda instó a la Comisión de Árbitros a tomar acciones concretas para abordar estas deficiencias en la capacitación y evaluación, destacando la importancia de asegurar que los árbitros colombianos estén a la altura de los estándares internacionales. Estas declaraciones surgen en un momento crítico para el fútbol colombiano, recordando el primer partido con VAR entre equipos de esta nación en 2018, y sugieren un punto de inflexión necesario para el mejoramiento continuo del arbitraje en el país.