El 14 de febrero se celebra San Valentín en Occidente. El día de los enamorados, del amor. ¿Qué es amar? ¿Qué es el amor? Almudena Grandes dijo que “el amor no puede compararse excepto consigo mismo, y tampoco se puede deshacer, no se puede mentir, no se puede obviar mientras exista”; la inmortal sor Juana Inés de la Cruz escribió que el “amor empieza por desasosiego, solicitud, ardores y desvelos; crece con riesgos, lances y recelos, sustentase de llantos y de ruegos”; Francisco de Quevedo, muy él, lo intentó definir como que “es hielo abrasador, es fuego helado, es herida que duele y no se siente, es un soñado bien, un mal presente, es un breve descanso muy cansado”.

Shakespeare, en el siglo XVII, pone a Ofelia a recitarle al rey Hamlet: “Mañana es el día de San Valentín, temprano, al amanecer, y yo estaré en tu balcón; tu enamorada seré”, y puede ser, tal vez, una de las referencias literarias más viejas. Sin embargo, la carta de amor más antigua y en la que se menciona a San Valentín, como símbolo del amor, conservada por lo menos, es de la Baja Edad Media, su autor, el duque Carlos de Orleans a su esposa, Bonne de Armagnac, desde la Torre de Londres, en donde estaba preso tras la batalla de Azincourt.

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Cada cual escoja su definición, lo cierto es que enviar mensajes —¿quién escribe cartas hoy?— de amor en San Valentín es una de las tradiciones más arraigadas en este hemisferio, sobre todo en el mundo anglosajón (Estados Unidos y Reino Unido). Según Ellen Castellow, para mediados del siglo XIX en Estados Unidos se enviaban 190 millones de cartas de San Valentín.

A inicios del siglo XX ya existía una industria en la que, a las postales o tarjetas con dedicatorias, se fueron sumando chocolates y flores, y que fue ganando un espacio importante en las economías de los países que celebran San Valentín. Estos regalos, detalles, pasaron a ser simples objetos, a representaciones y reafirmaciones del amor, y a la postre, definiendo lo que es, para muchos, el amor, y que se fue reforzando con las películas románticas.

La investigadora Sophie Body-Gendrot advierte que Estados Unidos, al convertirse en la potencia hegemónica, tras el fin de la Segunda Guerra Mundial, enquistó, en la vida cotidiana, modelos de conductas y prácticas en el Occidente capitalista, en la que los medios de comunicación jugaron un papel crucial. Pero eso es para otro día.

Lo cierto es que, Colombia no quedó por fuera de esta influencia y, en tiempos recientes, cada vez es más normal que la gente celebre esta fecha, adaptándola, como suele pasar, a las prácticas culturales en el país. La pregunta es, ¿realmente celebrar San Valentín, en febrero, es una práctica reciente en Colombia?

En las guías de Forasteros de Colombia, la de 1868, por ejemplo, hay menciones al 14 de febrero como el día de San Valentín, sin embargo, con los documentos disponibles, todo parece indicar que la celebración no estuviera consagrada al amor de las parejas. Es mucho más probable que si existieron celebraciones en honor a este santo en el país, estas tuvieran un carácter religioso, específicamente católico.

Los colombianos estamos acostumbrados a celebrar el día de los enamorados (y de la amistad) el tercer sábado de septiembre, por lo que, cada 14 de febrero, muchos critican que se importe una celebración que no tiene arraigo en el país, solo para satisfacer las necesidades del comercio.

Sin embargo, obvian, lo más probable, por no saberlo, que nuestro día de Amor y Amistad, como lo ha reseñado el historiador Felipe Arias, en X, durante varios años, que celebrarlo el tercer domingo de septiembre responde a una estrategia comercial nacida por allá en 1969, como el Día de los Novios, que fue derivando hasta convertirse en el día del Amor y Amistad, en 1976.

“Nuestro Amor y Amistad (invención de un comercio que moría en septiembre) apareció apenas en 1969 como “Día de los Novios” y sólo fue importante desde 1976″, escribió Arias, que también, en otra publicación, reparó en que “San Valentín era una fecha muy conocida en Occidente desde el siglo XIV, pero su popularidad vino de Inglaterra con la Rev. Industrial Cuando podía haberse afianzado en Colombia, Fenalco inventó el Día de los Novios”.

¿Por qué en septiembre? Septiembre es un mes sin festivos, un mes enquistado entre las fiestas patrias de agosto, que coincide con el fin de las vacaciones de mitad de año, y el mes de las brujas. A esto hay que sumarle que, para los comerciantes, agremiados en Fenalco, que San Valentín se celebrara en febrero, no era tan eficiente, pues los colombianos, llegados de vacaciones de fin de año y con el inicio del calendario escolar y sus gastos, no tendrían la suficiente capacidad económica para afrontar una celebración como esta.

En todo caso, en siglo XXI, con el Internet y la irremediable globalización, San Valentín ha empezado a ganar terreno en Colombia, por lo que cada vez es más normal celebrar el 14 de febrero y los comerciantes, que vive un contexto distinto al de finales de los sesenta, aprovechan para ofrecer descuentos y demás estrategias para, además de celebrar el amor, subir sus ventas.

Luego de tanta perorata, entremos al origen de la celebración. Tradicionalmente, siendo una de las versiones más arraigadas, remontan la génesis del día de los enamorados a la ejecución de Valentín de Roma, un sacerdote que vivió en el siglo III bajo el poder del emperador Claudio II, el Gótico, por no seguir una orden imperial.

La ejecución del sacerdote, según cuentan, la ordenó el emperador, cuando se descubrió que Valentín de Roma casaba, a escondidas, a jóvenes soldados romanos, saltándose la prohibición de oficiar matrimonios de personas jóvenes. Aunque también hay versiones de que fue martirizado, Valentín, por negarse a negar su fe en Cristo.

Es por esto que, en 1496, el papa Alejandro VI, el tercer Borja, consagró al Santo Valentín como patrón de los enamorados, fijó el 14 de febrero como su día y la fecha se instaló en los santorales. En 1969, como coincidencia con la invención del Día de los Novios en Colombia, durante el Concilio Vaticano II se retiró su celebración del santoral litúrgico, pero continúa en el martirologio, por lo que se puede conmemorar su martirio el 14 de febrero y la Iglesia católica permite su culto local.

Por otro lado, expertos, como Elena Gallardo, hablan de las Lupercales, orgías celebradas por los romanos en honor al dios Fauno Luperco, como antecedentes de la celebración, que la especialista en el periodo grecorromano explica que la pervivencia se puede explicar por la asimilación católica de las celebraciones paganas, la cual ganó vigencia con el desarrollo del amor cortesano medieval.

Aunque resulta fantástico relacionar ambas fiestas, pocas cosas en común tendrían las Lupercales con las actuales citas románticas celebradas durante San Valentín, así que siguiendo la advertencia de Mary Beard, de no idealizar el pasado Romano.

En 1382, el escritor inglés, Geoffrey Chaucer, escribió Parlamento de las aves, un poema en el que se menciona por primera vez el día de San Valentín como un día de festejo para los enamorados: “Porque es el día de San Valentín, cuando cada pájaro viene a escoger a su pareja”.

Sea como sea, San Valentín se celebrará en Colombia, una vez más, el 14 de febrero, así que, por favor, no se amargue la vida pensando si es, o no, una estrategia comercial y ríndase a la coquetería, al galanteo y al romance, que la vida es muy corta para no celebrar el amor.