Tiktoker que utilizó las Vision Pro en Transmilenio responde a las críticas

El último gran lanzamiento de Apple, las gafas de realidad aumentada Vision Pro reabrieron el debate sobre qué tanto utilizar los dispositivos electrónicos en el diario vivir, luego de que comenzaran a circular videos de nativos digitales paseándose con ellas por las calles y utilizándolas en el transporte público.

Y es que, a pesar de no haber salido a la venta en países como Colombia, el creador de contenido especializado en tecnología, Martín López recreó este trend en el Transmilenio; lo que le habría ganado no solo múltiples críticas, sino también comentarios de odio que denunció en su cuenta personal de la plataforma TikTok:

“Que interesante que hace 20 días les grabé un video diciendo que el mayor defecto de los colombianos era el vivir siempre compitiendo con los demás y hoy levantarme con un problema sobre el cual muchos hablamos y es la envidia. Si se ponen a analizar los comentarios del video, la mayoría dicen: gomelo hp, ojalá lo hayan robado o tiene para unas Vision Pro, pero no tiene moto o carro ¿Qué hace montando en Transmilenio? En fin”, lamentó.

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Tras recibir comentarios del tipo: “Ahora uno en el Parque Tercer Milenio”, “Sin carro, pero con Apple Vision Pro”, “Ya lo venden en San Andresito”, “Un poco más de 15 millones de pesos lleva el hombre en Transmilenio”, “Ese truco solo se puede hacer una vez”, “El ladrón: ¿Son para mí?”, “El menos visajoso”, “En serio que no le tiene miedo a nada. Si tiene para comprarse eso, que mejor pague un taxi”; López se cuestionó:

“¿Es el transporte público solo para las personas de a pie? ¿Una persona que tiene plata no tiene por qué utilizar transporte público? Porque a mí, personalmente, me parece una chima montarse en Transmilenio para ir al aeropuerto”.

Entendiendo que el sistema de transporte público de Bogotá se enfrenta a problemas como la inseguridad, la evasión del pago y la falta de buses en funcionamiento, el tiktoker insistió en que no debería importar su posición económica, ni la de nadie, para poder utilizarlo:

“Ojo, no estoy diciendo que el servicio funcione perfectamente, porque tiene demasiadas falencias por cómo está configurado. Espero que pronto tengamos metro, pero eso no implica que si tengo o no dinero este limitado a usar el Transmilenio o que si me montó tenga que pasarme algo para que me dé cuenta de la realidad en la que vivimos”.

Y continuó: “Segundo ¿por qué esperar que me roben, me atraquen, o que algo malo me pase para demonstrar algo? ¿Qué quieren demostrar? ¿Cuál es el punto? ¿Que se joda todo el mundo o toda la gente que tiene más plata que otros? Estoy intentando entender el mensaje y hoy no lo logro”.

Aunque admite estar lejos de llegar a entender este fenómeno, sugiere que en Colombia podría existir una cultura de desearle el mal a quien ha logrado salir adelante:

“Pasa cada vez que hay un atraco masivo, pasa cada vez que le roban un reloj a alguien y dice: se lo merecen, para eso tienen plata, que paguen ¿Pero por qué? ¿Quién nos construyó esa necesidad de tener que desearle el mal a los demás?”.

Con hurtos y homicidios por deudas de 50.000 pesos en adelante (12,70 al cambio de febrero del 2024), es apenas entendible el temor por utilizar dispositivos de mayor valor en el transporte público, como las Vision Pro que fueron lanzadas al mercado por 3.500 dólares o 13.786.000 pesos al cambio de enero del 2024.

Entonces “¿Qué quería probar con llevar las Vision Pro al Transmilenio?” se preguntó López. “La inseguridad de Bogotá es ridícula, hay cosas que no deberíamos permitir y que nosotros como sociedad no deberíamos normalizar. El mensaje antes de subir a Transmilenio fue ese”, explicó.

El suyo es un llamado a dejar de normalizar la delincuencia y crearse escenarios ficticios en los que “dar papaya” es el peor pecado de todos, por encima que el de robar.

“Estamos tan acostumbrados que la inseguridad en Transmilenio sea un tema del día a día que la sociedad simplemente prefiere no utilizar el celular en transporte público porque piensan que se lo van a robar por estar dado papaya y el mensaje no debería ser ese”.

Y finalizó: “Tenemos que combatir la inseguridad para que este tipo de cosas no pasen y eso es lo que yo siempre he dicho y que mantengo. Espero que en 10 años o en menos logremos tener un transporte público n el que nos podamos montar con el celular en la mano y que no pase un ampón y se lo robe”.