El presidente de Colombia, Gustavo Petro, volvió a generar polémica en las redes sociales, después de que anunciara a través de su cuenta de X (antes Twitter) que el país vivirá una nueva jornada de manifestaciones, al parecer, promovidas por el actual Gobierno.
Aunque el primer mandatario no entregó detalles de cuándo y en qué ciudades se puedan presentar dichas protestas, aseguró que la principal razón será para que se respete la decisión de los ciudadanos que lo escogieron como presidente.
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“El gobierno del cambio solicita a la ciudadanía estar preparada a la movilización general por la decencia y el respeto del voto”, señaló Petro en sus redes.
Y es que el presidente indicó que las protestas se darán también para rechazar algunos titulares de medios de comunicación, en los que se indicó que el Gobierno nacional había negado su participación en las movilizaciones del 8 de febrero, que terminaron con el asedio a las instalaciones de la Corte Suprema de Justicia, donde se discutía la elección de la nueva fiscal general de la Nación.
“Algún medio de comunicación regional dice que pasamos de hablar de la movilización general de la ciudadanía a negarla. No señores”, indicó. Sin embargo, después de las jornadas adelantadas en Bogotá y que generaron tanta polémica por la retención de los magistrados dentro de la Corte Suprema, el mismo ministro del Interior, Luis Fernando Velasco, negó que el presidente tuviera relación con la convocatoria.
“La Federación Colombiana de Educadores planteó autónomamente una movilización. Tenía argumentos y temores que el Gobierno respeta”, indicó el jefe de cartera al término del primer día de la Cumbre de Gobernadores, realizada en Cartagena de Indias.
De hecho, el mismo Petro también hizo una publicación en el que negó que hubiera participado en la convocatoria a las marchas, que terminaron siendo disipadas por miembros de la Unidad de Diálogo y Mantenimiento del Orden (Undmo), debido a la situación de orden público que se vivió a las afueras del alto tribunal.
“La movilización de hoy no es cierto que sea ordenada por mí, ni que vaya en presión contra la corte a la que di todo mi respaldo y garantía. Si los grupos interesados deciden desesperadamente la ruptura institucional, habrá una respuesta popular contundente y sin violencia. Es el derecho del pueblo a luchar por la democracia y el respeto de su voto”, señaló el 8 de febrero en respuesta a un trino en el que se aseguró que las manifestaciones eran iniciativa del Gobierno para presionar a la Corte.
Petro aseguró que las marchas del 8 de febrero fueron infiltradas
Ante el tumulto generado en las afueras del Palacio de Justicia, donde cientos de manifestantes obstaculizaron la salida de los magistrados de la Corte Suprema de Justicia tras no llegar a un consenso para la elección de la nueva fiscal General de la Nación, el panorama político y social del país se ha tensado.
De hecho, el presidente Gustavo Petro levantó la voz sobre este asunto, alegando una posible infiltración en las protestas que buscaban aparentemente sabotear tanto la jornada como las instalaciones judiciales, según un video difundido por el representante a la Cámara por el Cauca, Jorge Bastidas.
“En mi gobierno no se permiten infiltrados en las marchas con objetivos políticos que no son los de los manifestantes. Estas personas enviadas para bloquear el palacio deben ser profundamente investigadas”, enfatizó el mandatario en una declaración que ha suscitado diversas reacciones en la esfera pública y política del país.
El líder de la nación se respaldó en un material audiovisual donde se observa a algunos manifestantes defendiendo el ingreso al palacio judicial de ataques de terceros, lo que abona a la teoría del presidente sobre la infiltración.
A su vez, el ministro de Justicia, Néstor Osuna, pidió calma y respeto hacia las decisiones de la Corte Suprema, que tiene previsto reunirse nuevamente el 22 de febrero para deliberar sobre la escogencia del nuevo fiscal. Esta postura se alinea con el llamado a garantizar la libre movilidad de los magistrados, como aseguró haber ordenado el presidente Petro para disipar el bloqueo sin requerir desalojos violentos.
Estas acciones y comentarios llegan en un momento donde la polarización política parece intensificarse, con críticas inclusive de hacer paralelos indebidos con eventos históricos como la toma y retoma del Palacio de Justicia en 1985.
Petro fue categórico al rechazar las comparaciones hechas por opositores, tales como la senadora María Fernanda Cabal del Centro Democrático, respecto a que la manifestación buscaba replicar actos de violencia históricos. “Quieren un relato periodístico violento para asimilar la libre expresión ciudadana por la decencia a los hechos de 1985 para ilegitimarlos”, articuló el presidente, defendiendo la naturaleza pacífica que, según su visión, debían tener las protestas y criticando los intentos de manipular el relato público.
Sin embargo, hasta el momento, faltan evidencias concretas o un pronunciamiento oficial por parte del director de la Policía Nacional, general William René Salamanca, en relación con las alegaciones de infiltración mencionadas.