Colombia se ha caracterizado por ser cuna de grandes delanteros, de los cuales resaltan nombres como Faustino El Tino Asprilla, Adolfo El Tren Valencia o Arnoldo Iguarán; sin embargo, pocos destacaron a nivel deportivo y social como Albeiro El Palomo Usuriaga, quien a pesar de haber fallecido hace 20 años, sigue siendo recordando por los seguidores del fútbol de los 90.
Usuriaga nació el 12 de junio de 1966 en Cali (Valle del Cauca), debutó en 1986 con América de Cali, pero por fuera de su talento en la cancha, también tenía una afinidad por la fiesta, lo que no permitió que se consolidará en algunos clubes; a pesar de esto, su afinidad con el gol lo convirtieron en un jugador querido en Atlético Nacional e Independiente de Avellaneda (Argentina).
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Sumado a los clubes mencionados, durante su carrera jugó para el Deportes Tolima, Cúcuta Deportivo, Malaga de España, Necaxa de México, Barcelona de Ecuador, Santos de Brasil, Millonarios, Atlético Bucaramanga, All Boys de Argentina, Sportivo Luqueño de Paraguay y Carabobo de Venezuela.
Su primer paso de gran importancia se registró con Atlético Nacional, siendo una de las fichas claves del equipo de Francisco Maturana que se consagró campeón de la Copa Libertadores en 1989. Con América de Cali fue campeón en dos ocasiones, pero su mejor momento lo vivió en Argentina con Independiente, en donde ganó una Supercopa sudamericana y una Recopa en Tokio.
Luego de retirarse, Albeiro se radicó en Cali, en donde su vida alegra lo mantenía en las primeras planas de varios diarios de la región; sin embargo, sus familiares nunca pensaron que su alegría provocaría que fuera asesinado en la ciudad que lo vio nacer.
El 11 de febrero de 2004, Usuriaga se encontraba en un negocio del barrio 12 de octubre, del que era cliente recurrente y sus fanáticos se acercaban para tomarse una fotografía con una gloria del fútbol colombiano. Sobre las 7:00 p. m., El Palomo fue víctima de sicariato, luego de que un hombre que descendió de una moto le disparará en 13 ocasiones. Familiares afirmaron que el delantero estaba a punto de firmar con un club de China para volver a las canchas.
Sobre este crimen se crearon varias hipótesis, una de estas señalaba que Usuriaga había sido testigo de un asesinato y lo habían matado para callar lo que sabía; sin embargo, las autoridades concluyeron que el atacante había sido asesinado por orden de Jefferson Valdez Marín, jefe de una banda ilegal llamada Molina, debido a que Albeiro había salido con la novia del criminal.
Esto no fue aceptado por la familia del vallecaucano, que afirmó que la muerte de Albeiro se había registrado porque era defensor de su barrio, en el que no permitía que se registraran crímenes.
“Me atrevería a decir que lo mataron porque cuidaba mucho este barrio, porque él nunca aceptó que vinieran acá a robar, a matar la gente, y él quedarse callado. Para mí, él de pronto supo de algunos de los crímenes que se cometieron en ese tiempo y tal vez matándolo fue la única manera que encontraron de callarlo”, afirmó una de las hermanas de Usuriaga a Expediente Final.
En el día que se cumplen 20 años de su asesinato, los clubes en los que es ídolo recordaron a Usuriaga, que supo ganarse el corazón de los hinchas de Atlético Nacional y América de Cali, dos equipos rivales en el rentado nacional; mientras que en Argentina lo resaltan como una de las leyendas de Independiente de Avellaneda.
“Talentoso, encarador y goleador. Carismático como pocos, supo meterse en el corazón del hincha de #Independiente a fuerza de goles, títulos y sonrisas. A 20 años del asesinato del Palomo Usuriaga, lo extrañamos y lo recordamos todos los días”, fue el mensaje del club argentino en redes.