10 años sin Fernado González Pacheco: así llego a la televisión uno de los presentadores más importantes

A una década de su muerte, Infobae Colombia recordó a uno de los pilares de la televisión en el país

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Compre la orquesta con Fernando González Pacheco - crédito RetroSound TV/YouTube

El 11 de febrero de 2024 se cumple una década de la muerte de Fernando González Pacheco, uno de los pilares de la televisión colombiana, recordado por su participación como presentador de varios programas concurso como Con música maestro o Quiere cacao.

Pacheco, como era conocido por la mayoría de los colombianos, llegó al país a los cuatro años, pues él y su familia querían huir de la Guerra Civil que se luchaba en España, y gracias a la relación que tenía su mamá con el entonces presidente Eduardo Santos, lograron entrar sin problemas y radicarse en Bogotá.

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Aunque vivió en Sudamérica desde que era un niño, sus raíces españolas y su amor por la tauromaquia no lo dejaron nunca. Con el paso del tiempo, sus dotes para animar se comenzaron a notar, pues mientras trabajaba como marinero con la Flota Mercante Gran Colombiana pasaba horas junto a su guitarra entreteniendo a sus compañeros de embarcación.

El periodista y presentador español
El periodista y presentador español estuvo secuestrado durante tres días por el M-19 en 1981 - crédito Alejandro Márquez/RTVC

Fue allí donde Alberto Peñaranda, que en ese momento era dueño de la programadora Punch, descubrió el talento de un joven Fernando González Pacheco y lo convenció para que hiciera parte de su programadora y comenzara una nueva vida en la televisión colombiana.

Para 1957, Fernando González Pacheco dejó el mar para entrar en el mundo de la televisión en donde tuvo la oportunidad de presentar varios programas entre los que se encuentran joyas de la pantalla chica como Animalandia o El programa del Millón.

En una entrevista para la revista Soho, Pacheco aseguró que su vida cambió gracias a Alberto Peñaranda, que luego de verlo cantando y animando a sus compañeros en un buque le propuso hacer lo mismo, pero en la televisión.

“Si no es por Alberto Peñaranda, fundador y dueño de Punch Televisión, yo nunca habría salido en televisión. En 1954 yo trabajaba como mayordomo en un buque de la Flota Mercante Grancolombiana, un día, estando en Buenaventura para zarpar hacia Inglaterra, el señor Peñaranda me vio cantando y diciendo unas cuantas bobadas y se le ocurrió proponerme hacer lo mismo, pero para la televisión”.

Esa conversación con Alberto Peñaranda lo llevó a radicarse en Bogotá y entrar en un trabajo que no conocía, es más, no le interesaba, pues no tenía entre sus planes dedicarse a ser presentador, algo que hizo por el resto de su vida.

Fernando González Pacheco comenzó en
Fernando González Pacheco comenzó en la televisión en 1957 gracias a Alberto Peñaranda, dueño de la productora Punch - crédito Colprensa

“Le contesté que no me interesaba y me retó al decirme que si más bien no era capaz. Así terminé viajando a Bogotá sin saber que a eso me dedicaría por el resto de mi vida. Mi primera participación fue en Agencia de artistas y mi primer error lo cometí al presentar al aire la canción de Agustín Lara, Noche de ronda, como Noche ‘berrionda’”.

La experiencia de Fernando González Pacheco como presentador le dio varias lecciones, por ejemplo, le enseñó a ser puntual, pues no existían los pregrabados y todo se emitía en directo, también reconoció que no tenía buena memoria, por lo que usaba las suelas de los zapatos por si “en algún momento se me olvidaba algo, simplemente cruzaba las piernas y me ponía a leer”.

Según Fernando González Pacheco, varios de sus programas le ayudaron a cumplir metas en la vida. Por ejemplo, con Música Maestro pudo dirigir una orquesta, mientras que otros le sirvieron para ser recordado por los colombianos.

Animalandia fue el que me hizo popular, porque los niños empezaron a reconocerme en la calle, El programa del millón logró que en la calle me digan ‘Pacheco, dame la a’, con Música maestro pude satisfacer una frustración de toda mi vida: aprender a tocar un instrumento para poder dirigir una orquesta”.

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