Durante diez meses de negociaciones, el Gobierno Nacional de Colombia y las asociaciones de transportadores del país aún no han conseguido consensuar el inicio del aumento en el precio del diésel.
La discusión gira en torno a la propuesta del Ministerio de Hacienda y Crédito Público de atajar el déficit en el Fondo de Estabilización de Precios de Combustible (Fepc), mientras que Fedetranscarga sostiene que no es oportuno efectuar dicho ajuste.
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El Ministerio señala que, para el año 2023, el déficit del Fepc alcanzó los $20 billones, divididos en $4 billones por gasolina y $16 billones por el subsidio al diésel. No obstante, Henry Cárdenas, presidente del gremio de transportadores, argumenta contra la subida del precio del diésel, advirtiendo sobre el probable impacto inflacionario y el aumento en el costo de la canasta básica familiar.
“Aprovechar que la inflación está controlada y que las tasas de interés comenzaron a bajar para mantener el precio del diésel”, argumentó el presidente del gremio a Portafolio.
Adicionalmente, menciona que un incremento desencadenaría un aumento en los costos operativos para los transportadores, exacerbando la tensión entre los generadores de carga y las empresas de transporte.
El sector de transporte ha experimentado una reducción en el volumen de carga movilizada desde 2023, resultado directo de una disminución en las exportaciones e importaciones, así como de un declive en la carga nacional.
Esto ha provocado un desbalance entre la oferta de camiones disponibles y la demanda de carga, llevando a una caída en los fletes. Esta situación se ve agravada por un año particularmente difícil para el sector de la construcción, el cual ha reportado una baja del 44,9% en las ventas de vivienda, marcando el 2023 como uno de sus peores años.
La información y detalles proporcionados pivotan alrededor de temas económicos cruciales para el país, tales como la política energética, subsidios gubernamentales, la salud financiera del sector de transporte, y sus efectos en la inflación y costos de vida. Estas negociaciones y decisiones tendrán indudablemente un impacto profundo en la economía nacional y el bienestar de la población colombiana.
El presidente de Fedetranscarga, Henry Cárdenas, además sugiere aprovechar las condiciones económicas actuales, marcadas por una inflación controlada y una disminución en las tasas de interés, para mantener congelado el costo del diésel en Colombia. Esta propuesta se presentará en la próxima cita del 14 de febrero entre el Gobierno y los transportadores, quienes abogarán por un precio uniforme del combustible a nivel nacional.
Los detalles específicos de esta propuesta buscan evitar el impacto de las fluctuaciones de precios internacionales en el sector, teniendo en cuenta que el diésel consumido en el país proviene íntegramente de las refinerías de Ecopetrol.
El llamado de Cárdenas llega en un momento en el que el sector transporte muestra preocupación por los posibles incrementos en los costos operativos. “Si nosotros tuviéramos harto trabajo, nos enfocaríamos en trabajar y cumplirles a nuestros clientes, pero con la situación de hoy en día nos tenemos que preocupar y enfocar en que los costos del transporte no suban”, mencionó Cárdenas.
Así mismo, el líder gremial aboga por un incremento en el precio del diésel solo cuando la economía nacional muestre signos claros de recuperación, como un aumento en las importaciones y exportaciones, una reactivación en el sector de la construcción y un repunte en el consumo doméstico. Según sus palabras, una economía fortalecida permitiría al sector enfrentar mejor los ajustes tarifarios sin perjudicar la operatividad o comprometer la prestación de servicios a los clientes.
Esta sugerencia no solo busca beneficiar a los transportadores sino también contribuir a la estabilidad económica del país. La reunión prevista para mediados de febrero se perfila como un espacio clave para dialogar sobre los mecanismos adecuados que permitan mantener equilibrado el precio del diésel, favoreciendo así tanto a los operadores como al conjunto de la economía colombiana.
La propuesta de Fedetranscarga sugiere una visión de largo plazo, donde los ajustes se realicen en un momento óptimo que genere el menor impacto negativo posible sobre el sector transporte y, por ende, sobre la cadena de suministro y distribución nacional.