Tropas del ejército le propinaron un fuerte golpe a las finanzas del narcotráfico en Nariño, donde destruyeron un megalaboratorio de procesamiento y producción de cocaína que estaba avaluado en más de 7.000 millones de pesos.
La acción militar se dio en el desarrollo de acciones del Plan de Campaña Ayacucho, que cuenta con la colaboración interinstitucional del Ejército y la Dirección Antinarcóticos de la Policía Nacional.
De acuerdo con las autoridades, el centro de producción de coca estaba ubicado en la vereda de San Antonio, zona rural de El Tambo, donde tienen injerencia grupos armados al margen de la ley como las disidencias de las Farc.
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En el lugar, las tropas militares incautaron 1.521 kilos de clorhidrato de cocaína, que pertenecerían al reducto guerrillero y tendrían como destino final el mercado negro de Ecuador, donde el Estado le declaró la guerra a los narcotraficantes debido al poder que tenían los delincuentes en los principales puertos del país.
Así mismo, en el lugar fueron decomisados 1.341 galones de químicos e insumos líquidos usados para el procesamiento del alcaloide, así como 403 kilogramos de insumos sólidos, maquinaria y equipos usados por los productores de la coca.
Las autoridades indicaron que el lugar también funcionaría como un campamento de los narcos y sus aliados, ya que fueron encontrados elementos como colchones, cobijas y toldillos.
El coronel Pedro Murillo Gómez, comandante de la Brigada XXIII del Ejército, indicó que el laboratorio estaría avaluado en 7.300 millones de pesos, aproximadamente, y que su destrucción representaba un fuerte golpe a las estructuras financieras de los narcos que tenían nexos con la mafia ecuatoriana, desde donde se envía cocaína a España y otros países de Europa a través de contenedores de banano y otros productos.
“Tropas de la Brigada XXIII de nuestro ejército Nacional en coordinación con la Dirección Antinarcóticos de nuestra Policía Nacional realizaron una operación en la que localizaron un laboratorio obteniendo un gran resultado, más de tonelada y media de cocaína y demás insumos para el procesamiento del alcaloide. Es así como damos un certero golpe a las finanzas del narcotráfico”, agregó el oficial del Ejército.
Así mismo, el oficial indicó que el lugar fue encontrado luego de varios reportes ciudadanos sobre movimientos extraños en la zona y la llegada de personas que no eran nativas del lugar.
Finalmente, el coronel Murillo Gómez indicó que no se dio ninguna captura en medio de la operación debido a que los criminales habrían sido alertados del movimiento de las tropas y alcanzaron a huir del lugar.
Las autoridades indicaron que en medio de la acción judicial varios pobladores de la vereda de San Antonio intentaron hacer una asonada para evitar el avance de policías y militares, lo que aprovecharon los narcos del laboratorio para huir.
Pese al intento de asonada los integrantes de las Fuerzas Armadas lograron sortear los obstáculos presentados y destruyeron el centro de producción del alcaloide.
“Gracias a este resultado se logra una afectación importante y directa a los sistemas de financiación de estos grupos al margen de la ley, ya que se evita la adquisición de material de guerra utilizado para acciones contra la población civil, Fuerza Pública y la infraestructura de la región”, agregó el Ejército a través de una comunicación oficial.
La destrucción del laboratorio de coca reafirma las teorías de la injerencia de las disidencias de las Farc en el conflicto armado interno de Ecuador, ya que, según inteligencia militar ecuatoriana, los narcos de su país estarían encargando la producción de grandes cantidades de la droga en Colombia, principalmente en zonas dominadas por el ELN y las disidencias, para luego comercializarla en el mercado internacional en conjunto con la mafia albanesa y mexicana.