Desde Nariño, la vicepresidenta Francia Márquez condenó los actos de violencia que afectaron a los magistrados y empleados de la Corte Suprema de Justicia, en las recientes manifestaciones. La alta funcionaria hizo énfasis en la necesidad de erradicar cualquier forma de violencia, apelando al respeto por la democracia y los derechos humanos.
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La vicepresidenta Márquez ha sido firme en reiterar su llamado a la paz, insistiendo en la importancia de proteger las bases del sistema democrático y salvaguardar los derechos fundamentales de todos los ciudadanos. Estas declaraciones reflejan su compromiso constante con la paz y la justicia en Colombia, especialmente en momentos de tensión y conflicto. “Reitero nuestros múltiples llamados por la paz, la defensa y el respeto de la democracia y de los derechos humanos,” expresó Márquez, subrayando la urgencia de volver a una coexistencia pacífica y respetuosa.
Este llamado de la vicepresidenta sigue una larga tradición de esfuerzos por parte de líderes colombianos en pro de la paz, en un país que ha sido marcado por décadas de conflicto interno.
La situación actual, reflejada en las afectaciones a la Corte Suprema de Justicia debido a las manifestaciones, pone de manifiesto la necesidad de un diálogo constructivo y de medidas efectivas para evitar futuros episodios de violencia. La respuesta de Márquez a estos eventos subraya la posición del gobierno colombiano en contra de la violencia, buscando siempre caminos hacia la reconciliación.
En una reciente declaración pública, Márquez resaltó el valor fundamental de la libertad de protesta y oposición en el marco de la democracia. Destacó que estos derechos son indicativos del avance y la madurez democrática, mencionando que se lograron gracias al esfuerzo y sacrificio de generaciones pasadas. Asimismo, enfatizó la importancia de debatir con argumentos como método efectivo para combatir la corrupción y las diferencias en la sociedad.
Márquez subrayó que los derechos a manifestarse y a ejercer la oposición no solo son un reflejo de una democracia saludable, sino que también son fruto de la lucha histórica de jóvenes, estudiantes, trabajadores y grupos perseguidos por sus ideales. Esta conquista democrática, según Márquez, debe ejercerse de manera digna y responsable para continuar fortaleciendo las bases de la democracia y asegurar su desarrollo.
Además, hizo hincapié en la relevancia de abordar y contrarrestar la corrupción y las disparidades sociales a través del diálogo y el intercambio de ideas fundamentadas. Según él, esta aproximación constructiva es crucial para el progreso y la cohesión social. Estas observaciones se centran en la necesidad de mantener un ambiente democrático donde prevalezca la discusión saludable sobre las confrontaciones divisivas.
La postura completa de la vicepresidente fue: “Desde Tumaco, donde me encuentro trabajando en el cumplimiento de los compromisos y acciones que asumimos por la igualdad y la equidad, reitero nuestros múltiples llamados por la paz, la defensa y el respeto de la democracia y de los derechos humanos. Los derechos a la protesta y a ejercer la oposición son unos de los mayores logros de nuestra democracia y se consiguieron con el sacrificio de la integridad y la vida de generaciones de jóvenes, estudiantes, trabajadores y ciudadanías que eran perseguidas por pensar distinto”.
Añadió que “la libertad de protestar y oponerse a los gobiernos es un indicador de la madurez hacia la que avanza nuestra democracia y merece que la ejerzamos con dignidad y responsabilidad. Así como respetamos la manifestación popular y la expresión política de la protesta, bien sea a favor o haciéndole oposición a nuestro gobierno, hacemos una invitación a erradicar cualquier tipo violencia de la política y a practicar y proteger nuestros derechos políticos plenamente, debatiendo y oponiéndonos con argumentos, sobre las ideas y en los escenarios públicos que correspondan”.