En la sede de la Cancillería colombiana, el Palacio de San Carlos, la Viceministra de Asuntos Multilaterales, Elizabeth Taylor Jay, y la Embajadora de Colombia ante Naciones Unidas, Leonor Zalabata, recibieron a los miembros del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para dar inicio a su agenda de trabajo en Colombia.
Durante el encuentro, se presentaron los avances y desafíos en la implementación de los cinco puntos del Acuerdo de Paz, que son supervisados por la Misión de Verificación de la ONU en Colombia, según su mandato.
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La Viceministra Taylor explicó que el propósito de la reunión era facilitar un diálogo abierto entre los miembros del consejo y las entidades gubernamentales colombianas, para compartir información sobre la implementación de la agenda de paz establecida en el acuerdo de 2016.
Enfatizó que el proceso de paz en Colombia es continuo e irreversible y mencionó que para el gobierno del presidente Gustavo Petro, el acuerdo de paz de 2016 y su completa implementación son fundamentales para lograr una paz duradera en el país.
Taylor también señaló el papel crucial del Consejo de Seguridad y la comunidad internacional como garantes del cumplimiento del Acuerdo de 2016, resaltando la importancia de la Misión de Verificación de la ONU en Colombia.
Reconoció la labor de la misión y de sus integrantes en el proceso de construcción del país, y expresó su deseo de que la visita del Consejo permita observar directamente los progresos y desafíos en el camino hacia la paz, enfatizando que la paz se ha transformado de un deseo a un compromiso de acción social e institucional en Colombia.
La visita del Consejo de Seguridad de la ONU al país es una muestra del compromiso del Gobierno Nacional con la paz y del apoyo internacional a los esfuerzos de Colombia por superar la violencia mediante vías pacíficas y democráticas.
Cuáles son los retos que la ONU encontró en la implementación de los Acuerdos de Paz en Colombia
La representante del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos en el país, Juliette de Rivero, expresó cuáles son los retos que encontró en la ampliación y aplicación de los acuerdos de paz en Colombia, firmados en 2016 por el gobierno de Juan Manuel Santos.
El principal obstáculo encontrado por ella es la violencia exacerbada que todavía padece el país, expresada en situaciones como masacres, asesinatos de defensores y líderes comunales y la constante amenaza a la población en algunas zonas del país. En general, se evidenció la presencia de grupos armados ilegales en zonas rurales.
La funcionaria recorrió los municipios de Caucasia, Segovia y Remedios, en Antioquia, se reunió con líderes y autoridades, y observó agresiones, vulneraciones de derechos humanos, incluidas agresiones a líderes, lideresas y organizaciones sociales por parte de actores armados no estatales que se disputan el territorio.
De Rivero reconoció que el gobierno de Gustavo Petro tiene un compromiso por el respeto de los derechos humanos, no obstante, llamó la atención por las situaciones de violencia en el país. De hecho, la ONU recibió denuncias de presencia de grupos armados ilegales en Altos de Manilas (Remedios, Antioquia), por lo cual llamó a las autoridades para que tome las medidas de protección necesarias para la población civil.
Igualmente, le hizo un llamado a los grupos armados que hacen presencia en esa zona para que respeten los derechos humanos y el Derecho Internacional Humanitario de los habitantes.
La ONU destacó la importancia de seguir acompañando la implementación de los Acuerdos en los territorios, sobre todo en los que residen pueblos indígenas y afros, en los cuales las más perjudicadas por las situaciones de violencia son las mujeres y los niños.
Además, pidió al país apoyar a todas las instituciones y autoridades de justicia transicional, en especial a la Jurisdicción Especial de Paz (JEP), que ha mostrado autonomía e independencia y ha incluido las víctimas en sus procesos.