En un lamentable incidente ocurrido en el municipio de Lebrija, en el departamento de Santander, Duván Andrés Pérez Espinosa, también conocido como Pepino, se declaró culpable de haber herido mortalmente a un perro nombrado Rocky.
Este acto de violencia se presentó ante un juez, donde la Fiscalía expuso material probatorio en el que se evidencia que el perro, al asomarse por una reja, fue agredido en múltiples ocasiones con un objeto punzocortante. El ataque resultó en la muerte de Rocky a causa de un shock hipovolémico, pese a los esfuerzos por salvarlo.
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Pérez Espinosa aceptó los cargos de maltrato animal presentados por la Fiscalía. Al parecer, el caso de crueldad contra Rocky se registró en el momento en que el confeso atacante transitaba al frente de la vivienda donde reside la familia del canino, el cual le ladró al hombre por instinto, en un intento por proteger su hogar. Tras ello, el sujeto se asustó y decidió emprenderla contra Rocky con varias puñaladas.
Cabe destacar que este caso no es aislado en la región; otro suceso similar se reportó en Puente Nacional, municipio santandereano, donde un hombre identificado como Javier Ariza Rodríguez fue acusado por el asesinato de un cachorro de cuatro meses tras alegar que el animal había matado a una de sus gallinas.
Los detalles, que fueron revelados durante la investigación conducida por las autoridades competentes, dan cuenta que Ariza golpeó brutalmente al cachorro hasta quitarle la vida para finalmente enterrar su cuerpo en un lugar desconocido.
Estos crueles actos contra animales indefensos resaltan la importante necesidad de promover una mayor empatía y sensibilización hacia el bienestar animal. A su vez, exigen un llamado a la acción para garantizar que los seres humanos comprendan y asuman la responsabilidad de cuidar y proteger a los animales bajo su tutela o en su entorno. El cuidado de los animales no solo es una cuestión de bienestar para ellos, sino un reflejo de la salud moral y ética de nuestra sociedad.
Lucha contra el maltrato animal
En Colombia, la Ley 1774 de 2016 imputa severas sanciones contra el maltrato animal, incluyendo multas y penalizaciones que van desde 5 a 60 salarios mínimos legales mensuales vigentes (SMMLV), y cárcel de 12 a 36 meses para aquellos que causen la muerte o lesiones graves a los animales. Esta legislación subraya la responsabilidad de la Policía Nacional en la atención de denuncias por maltrato y posesión irresponsable de animales, enfatizando no solo en la penalización sino también en la prevención de estos actos.
La atención a las denuncias sobre maltrato animal se considera una prioridad para los cuerpos policiales. Esteban Nicolás Álvarez, inspector de Policía de Protección a la Vida, menciona que a pesar del esfuerzo por atender oportunamente estas situaciones, la percepción ciudadana sobre la eficacia de las respuestas policiales a menudo es de insatisfacción, debido a la sensibilidad del tema. La policía utiliza un sistema de priorización según la gravedad de la denuncia, asignando recursos y atención de acuerdo con la urgencia detectada en cada caso.
Los ciudadanos pueden reportar casos de maltrato animal a través de la línea 123, acudiendo a los Centros de Atención Inmediata (CAI) más cercanos o a las Inspecciones de Policía. Se ha puesto especial énfasis en la capacitación de estos organismos, con el fin de asegurar que conozcan el protocolo adecuado de actuación frente a denuncias de esta índole.
Las sanciones establecidas por la ley incluyen multas significativas y pena de prisión para quienes infrinjan las normas de trato digno hacia los animales. Además, se contempla una inhabilidad especial de 1 a 3 años para ejercer cualquier profesión, oficio o comercio relacionado con animales, para aquellos hallados culpables de maltrato o de causarles la muerte.