El personero distrital de Medellín, William Yeffer Vivas Lloreda, se encuentra en el centro de la opinión pública, después de que se conocieran detalles de sus prósperos ingresos después de que ingresara a la entidad encargada de verdad por la rectitud de los contratos y el bien de los ciudadanos.
Y es que, según reveló El Colombiano, apenas unos meses antes de asumir su cargo en 2019, Vivas declaraba un patrimonio bruto de $120 millones. Sin embargo, cuatro años y medio después, junto con su pareja, disfruta de cuatro propiedades y dos camionetas de lujo, cuyo valor total supera los $500 millones, lo que ha planteado interrogantes sobre la integridad de su gestión y la adquisición de sus activos.
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De hecho, el análisis de su declaración de renta de 2018 muestra que, en ese año, sus ingresos como abogado ascendieron a $186 millones, mientras que sus deudas alcanzaban los $223 millones. A pesar de esto, su patrimonio líquido se situaba en $120′014.000 pesos.
Además, causó curiosidad la procedencia de un predio que adquirió en 2014 en el municipio de Quibdó y por el que pagó solo $2.644.600 pesos, aunque no estaría relacionado con su llegada a la Personería. Sin embargo, se cree que Vivas lo adquirió, al parecer, después de un proceso de legalización de un terreno baldío y el valor solo sería un precio simbólico que cobró la administración local, pues los predios parecen que se consiguen fácilmente por medio de la invasión.
Pero la adquisición de propiedades por parte de la pareja de Vivas también ha generado interrogantes. Según reveló el medio citado, en un lapso relativamente corto, Mayra Vivianne Vargas Porras adquirió varias propiedades, incluyendo un terreno en Quibdó y un apartamento en Medellín, además de una cabaña en Sopetrán. Estas compras, junto con los lujosos vehículos que ambos poseen, pondrían en entredicho el origen de su patrimonio que creció exponencialmente en un plazo de cuatro años.
Y es que el apartamento que compró la mujer de Vivas en la capital de Antioquia, específicamente en el oriente de Medellín, tiene un valor de 450 millones de pesos, de los cuales solo solicitó un préstamo por 198 millones a una cooperativa. Sin embargo, Vargas hizo la compra apenas tres meses después de que su esposo tomó posesión del cargo.
Además, la cabaña que adquirió en el municipio cercano a Medellín y que figura por una transacción de 150 millones de pesos, no posee prendas a favor, lo que podría significar que la propiedad fue comprada 100% con recursos propios.
Pero es que no solo son las propiedades. Extrañamente, después de que Vivas fue designado como personero distrital, Vargas empezó a adquirir contratos con el Estado, a pesar de que nunca antes había tenido relación con contratos públicos.
De hecho, a partir de 2020, comenzó a obtener contratos de prestación de servicios con varias entidades estatales con la Personería de Cali, la Gobernación de Antioquia, la Alcaldía de Barbosa, la Personería de Bogotá y hasta con el Congreso de la República, por un valor cercano a los 589 millones de pesos, lo que justificaría su inusual crecimiento en el patrimonio familiar.
Además, dichos contratos podrían estar relacionados con una serie de coincidencias que se han presentado entre los contratos adquiridos por Vargas y las personas que actualmente laboran en la Personería. Solo por mencionar un caso, en la entidad de Medellín labora la hija del entonces alcalde de Barbosa, Santander, Édgar Gallego, y es justo con esa administración que la esposa de Vivas celebró un contrato.
Sin embargo, Oriana Gallego, quien aparece como comunicadora audiovisual de la Personería de Medellín comentó al medio citado que su llegada a la entidad fue por méritos, razón por la que continúa en el cargo a pesar de que el periodo de su progenitor ya terminó.
“Mi trabajo ha hablado por mí. Quien me entrevistó fue la jefe de comunicaciones; ella fue la que revisó mi portafolios; si fuera un cruce de favores sería raro, si ya no tengo respaldo”, comentó.
Además de los contratos de su esposa, la Personería también se habría convertido en un espacio para favorecer a algunos familiares de Vivas, como en el caso de su hijo, quien logró obtener un jugoso crédito para pagar una propiedad.
Asimismo, en las últimas semanas empezó a correr el rumor de que dentro de la Personería se estarían repartiendo puestos de libre nombramiento y remoción, además de un centenar de contratos de prestación de servicio, para los afines a los nuevos concejales de Medellín, con el fin de que sea un hecho la reelección de Vivas como personero.
Ante los señalamientos, varios sectores políticos han mostrado su rechazo a lo que podría considerarse como un posible acto de corrupción dentro de la Personería Distrital, por lo que han pedido que no se tenga en cuenta a Vivas como candidato.