Katherine Miranda, representante a la Cámara por el Partido Alianza Verde, es una de las mujeres políticas más reconocidas del país. La bogotana, de 38 años, se ha caracterizado por ser de las más activas en redes sociales, en especial en X (antes Twitter), y en medios de comunicación, donde constantemente es entrevistada.
Si bien se ha dado a conocer por pertenecer al centro, durante la campaña a la Presidencia de 2022 abiertamente se subió al bus de Gustavo Petro, a quien manifestó su apoyo e invitó a su gran número de seguidores a que también lo hicieran. En la actualidad, Miranda pertenece al grupo de los arrepentidos de haber promovido el voto por el líder del Pacto Histórico, oficializando estar en contra de muchas de las decisiones, reformas y programas del también llamado “Gobierno del Cambio”.
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La congresista estuvo como invitada en W Radio. Allí habló de las bodegas en la red social X, de los señalamientos y montajes que le hacen en Internet y hasta se refirió al cuerpo de las que llamó “prepagos de la mafia”.
“No, yo a ninguna bodega le tengo miedo. Cuando uno sale a la calle, uno se da cuenta de que una cosa son las redes sociales y otra cosa es la vida, es la calle. El tocar la ciudadanía, el oler la calle a usted le da la oportunidad no solamente de saber el panorama político, sino de sentir cómo está la gente con uno”, expresó.
Ante las críticas que recibe en X, aseguró que no son reflejo del trato que ella recibe por las personas en los barrios y localidades:
“A mí me pueden dar palo en Twitter, ah, pero usted salga a Patio Bonito, salga a Castilla, salga a Salitre y vea cómo está el asunto. Entonces, cuando yo salgo a la calle la gente me dice: «Usted es una vieja con pantalones; usted es una vieja que está defendiendo nuestro sistema de salud; oiga, pilas con esto; oiga, representante, usted es una berraca». A mí nunca se me han acercado a decirme una mala palabra en la calle, nunca”.
De las redes sociales aseguró que las ve como una pataleta y como la imposibilidad que tienen muchos sectores políticos de poderse expresar, haciéndolo a través de bodegas.
“Al principio me dolía entrar a las redes sociales, pero yo creo que uno va cogiendo como el cuerito y uno va entendiendo, pues que lastimosamente así es la política, pero como yo tengo la posibilidad y salgo mucho a la calle veo que la realidad es otra”, añadió.
Al respecto de los montajes que le han hecho y que en ocasiones han sido tendencia, detalló que le provocan risa, al punto de envidiarles el cuerpo a las llamadas prepagos de la mafia, con las que la compararon hace algunos meses.
“A veces nos reímos, por ejemplo, con Jennifer Pedraza y Catherine Juvinao, que días nos estábamos riendo. Tenemos un grupito de WhatsApp, entonces, nos colocaron como las prepago de no sé qué. Nos colocaron los cuerpos como de prepagos, como de las muñecas de la mafia, y nosotros éramos toteadas de la risa. Marica, ojalá yo tuviera ese cuerpazo. Ya no le comemos a ese tipo de vainas”, agregó.
Finalmente, ante la oposición que hizo a la reforma de salud, en su defensa aclaró que fue con argumentos técnicos tras estudios y reuniones con expertos, manifestando que los alegatos de las redes sociales frente a sus motivos para estar en contra son groserías e improperios.
“Pero si los argumentos de las redes sociales son: «Es que usted es la prepago de las EPS; es que a usted la compraron las EPS, es que usted es una uribista». Entonces, allí se demuestra que frente a mis argumentos los argumentos son la grosería y los improperios, y yo creo que en ese terreno ellos van a ganar, en la gaminería ellos ganan”, concluyó.