Plan para descontaminar el río Bogotá está en problemas: qué podría pasar con el proyecto

La construcción de la planta de tratamiento Ptar Canoas no ha avanzado en más de un año

Río Bogotá, que no ha sido descontaminado - crédito Universidad Javeriana

La construcción del megaproyecto Ptar Canoas enfrenta retrasos para poder iniciar una descontaminación casi completa del río Bogotá debido a complicaciones en la gestión de algunas entidades.

A través de una entrevista que El Tiempo le hizo a Alfred Ballesteros, director de las Corporaciones Autónomas Regionales (CAR), se conocieron pormenores del proceso que enfrenta la limpieza del cuerpo fluvial capitalino.

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En el diálogo se aclaró que en el corazón de la capital colombiana, el proyecto Ptar Canoas, crucial para la descontaminación del río Bogotá, se encuentra en una situación compleja que podría afectar el futuro del cuerpo de agua más importante de la región.

Según Ballesteros, el proyecto debería tratar el 70% de las aguas residuales de Bogotá y el 100% de las del municipio de Soacha. Sin embargo, se ha visto frenado por dificultades en la obtención de una contragarantía por parte del Ministerio de Hacienda, de manera que el Acueducto no ha podido conseguir los recursos públicos pertinentes para ejecutar la obra del todo.

Aunque ya desde marzo del 2023 el mencionado medio había informado sobre los retrasos de la construcción del plan, que debería estar listo en 2026, Ballesteros aseveró algunos detalles del por qué el programa quedó pausado.

Costos del proyecto y necesidad de una solución integral

En primer lugar, los costos inicialmente estimados en 4,5 billones de pesos han aumentado, de manera que ha sido necesaria una revisión y ajuste para asegurar la viabilidad financiera del proyecto. "

“Hay unas diferencias, pero no creo que lleven a que se duplique el valor. Es un trabajo técnico que tiene que hacer el Acueducto y ojalá lo haga pronto para que podamos sentarnos todas las partes del convenio y las que estamos obligadas por la sentencia (del río Bogotá) a cofinanciar el proyecto y definir cómo llegamos a ese cierre”, afirmó Ballesteros, en referencia a los desafíos económicos que enfrenta la Ptar Canoas.

Este incremento se podría deber en parte a factores como la tasa de cambio y el aumento de los precios de materiales esenciales como el acero y el concreto.

Foto de referencia del Ptar Canoa - crédito Acueducto de Bogotá

Como contexto, la construcción de la planta, ubicada cerca del río en la vereda Canoas del municipio Soacha, ha debido volver a el plan inicial de dos fases, según órdenes del Tribunal Administrativo de Cundinamarca . Por eso, el Ministerio de Hacienda no ha concedido el aval exigido para continuar.

No obstante, Ballesteros anunció en la entrevista que el proyecto no está “enredado”. “No creo. La magistrada Nelly Villamizar está haciendo un esfuerzo enorme para que las entidades que estamos obligadas cumplamos las órdenes de la sentencia. La última audiencia tuvo que ver con dos temas: las transferencias que debe hacer la CAR a la Empresa de Acueducto (...) Esto es consecuencia de los convenios que se han firmado y de la Ptar Salitre (otro proyecto encargado de la purificación del 30% del agua del afluente), que está en un 98 por ciento, que opera el Acueducto desde hace más de un año y tiene que generarse la transferencia formal”, expresó.

En ese sentido, afirmó que el proyecto debía seguirse haciendo, aunque parece que el problema pueda ser de plata. Sobre la solicitud del Tribunal de Cundinamarca, el directo de la CAR le comunicó a El Tiempo que “la magistrada nos comunicó ese auto. Allí reitera las órdenes que había dado el año pasado. La Ptar hay que hacerla. Hay que desentrabar dificultades como la contragarantía que debe dar la Nación y actualizar los valores para obtener el cierre financiero”.

En la Ptar Salitre se tratan aguas residuales del norte de la ciudad, generadas por más de dos millones de bogotanos - crédito Acueducto de Bogotá

Pero además de desafíos financieros y técnicos, Ballesteros señaló la necesidad de un compromiso político sólido y una planificación ambiental responsable por parte de todas las entidades involucradas. “No solo está diseñado para los megaproyectos de Salitre y Canoas, sino también para cofinanciarles a los municipios de la cuenca las obras de tratamiento de aguas residuales”, explicó Ballesteros.

“Es un trabajo técnico que tiene que hacer el Acueducto y ojalá lo haga pronto para que podamos sentarnos todas las partes del convenio y las que estamos obligadas por la sentencia a cofinanciar el proyecto y definir cómo llegamos a ese cierre”, aseveró el director.
“Hoy Bogotá es el gran contaminador de la cuenca del río Bogotá, pero no el único. Tenemos también a los municipios de la Sabana con cerca de un millón de habitantes y no están siendo juiciosos con el tratamiento de sus aguas residuales (...) Tenemos que hacer un llamado a los concejales, a los alcaldes, que van a estructurar sus planes de desarrollo, para que, por primera vez, prioricen el tema ambiental y destinen los recursos para las soluciones de saneamiento básico de sus territorios”, continuó.