Bajo ese sentido, el senador por el partido Centro Democrático, solicitó a Galán una rectificación de las decisiones públicas del frente al consumo, sosteniendo que es un hecho “muy grave”, a través de un mensaje en su cuenta oficial de X.
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En el llamamiento público, se ha instado al Alcalde de Bogotá, Carlos Galán, a revisar su política sobre la creación de zonas designadas para el consumo de sustancias ilícitas en la capital colombiana. La solicitud expresa preocupación por la posibilidad de que esta medida facilite el reclutamiento y la adicción de jóvenes por parte de grupos delictivos, así como el aumento del control territorial por parte de estos mismos grupos.
“Le pido al Alcalde Galán reconsiderar la decisión de permitir el consumo de droga en ciertos puntos de la ciudad. NO debe haber consumo de droga en espacio público. Permitir zonas de consumo de droga en Bogotá mantendrá abierta la puerta a delincuentes para que envicien y recluten jóvenes. Quienes quieran consumir amparados por la Corte Constitucional, deben hacerlo en sus casas o en propiedad privada en donde NO se vulneren los derechos de la inmensa mayoría de ciudadanos que no consumen, en especial de los jóvenes. Quienes consumen no son criminales, pero los criminales aprovechan esta permisividad para aumentar su control territorial y clientela, la mayoría de veces a través de la violencia y coacción. Por último, muchos de los que votaron por Galán, lo hicieron para enfrentar la narrativa perversa de Petro que hoy, con esta decisión, el alcalde está reivindicando”, sostuvo el senador.
La propuesta del alcalde busca regular los espacios donde se permitiría el consumo de drogas, en un esfuerzo por cumplir con las directrices de la Corte Constitucional. Esto ha generado un fuerte debate en la sociedad, en el cual se argumenta que el consumo de sustancias debería restringirse a propiedades privadas para no vulnerar los derechos de la mayoría de los ciudadanos que no consumen drogas.
En especial, se hace énfasis en la protección de los jóvenes y en el potencial peligro de incrementar la influencia de grupos criminales en la ciudad.
Por otro lado, Uribe Turbay reconoce que las personas que consumen drogas no deben ser tratadas como criminales, sin embargo, se advierte que la permisividad en el consumo en espacios públicos podría ser aprovechada por criminales para ampliar su influencia y coaccionar a la ciudadanía, con frecuencia recurriendo a la violencia. Además, se plantea que muchos de los votantes de López esperaban una postura más firme contra políticas consideradas permisivas, que asocian con la administración anterior.
Este llamamiento refleja una preocupa profundidad por las implicaciones sociales y de seguridad que acarrearía la implementación de tales zonas en Bogotá, subrayando la necesidad de un equilibrio entre el cumplimiento de las políticas judiciales y la protección de los ciudadanos de la influencia y acciones de grupos criminales.
Cabe mencionar que en medio de esta polémica por el uso del espacio público, también se suma la voz del concejal por el partido Centro Democrático, Andrés Barrios, que propuso un “decreto” para evitar el consumo de sustancia alucinógeno en dichos espacios y apelando al “clamor de los padres de familia”, para tener alternativas de consumo alejados de zonas escolares. Esta propuesta ha sido apoyada por diferentes sectores políticos, escuelas e iglesias de Bogotá.