La Empresa Metro de Bogotá (EMB) respondió ante las denuncias de un posible riesgo de la licitación internacional por parte del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en el proyecto de la Segunda Línea, a causa de problemas entre las empresas que participan de la licitación.
“Se recibió una protesta por parte de una de las APCAS, señalando un posible conflicto de interés entre dos de los precalificados; del análisis realizado, con base en los documentos aportados en el proceso, se ha considerado que existe la posibilidad de un conflicto de interés, el cual deberá ser resuelto de acuerdo con las normas que rigen el proceso de selección”, señaló la EMB.
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La empresa Unión L2 Bogotá Metro Rail, uno de las participantes de la licitación, solicitó que APCA Metro Línea 2 Bogotá, APCA Metro Línea 2 y APCA Bogotá Metro 2 sean descalificados del proceso. Según las cartas dirigidas al BID, esos consorcios tendrían conflictos de interés, habrían realizado prácticas prohibidas y habrían incumplido con requisitos de la precalificación.
La razón de la protesta es que Metro Línea 2 Bogotá y Metro Línea 2 tienen relaciones entre accionistas, debido a que el primero es liderado por Mota-Engil SGPS SA, que es beneficiaria de China Communications Construction Company Ltd (CCCC), que a su vez controla China Harbour Engineering Company Limited (“CHEC”), que es la líder del segundo.
Según la empresa que reveló el posible conflicto, en el Documento de Precalificación se establece que “podrá considerarse que un solicitante tiene conflicto de intereses a los efectos de este proceso de licitación si el Solicitante: (d) posee una relación con otro solicitante, directamente o a través de terceros en común, que le permite influir en la Oferta de otro Solicitante o en las decisiones del Contratante en relación con esta precalificación”.
Ambas empresas tuvieron la precalificación por parte de la EMB en septiembre de 2023, que asegura que ha cumplido con todos los requisitos necesarios para avanzar en las etapas correspondientes, sin objeciones por parte de la Banca Multilateral.
“La EMB cuenta con el acompañamiento de la Iniciativa de Transparencia de Infraestructura - CoST, quien ha sido contratado por el BID, para hacer veeduría a las reuniones con las firmas precalificadas observadas, garantizando la transparencia, neutralidad e integridad de los encuentros y poder tomar una decisión que permita resolver el posible conflicto”, señaló la entidad distrital encargada de la obra.
El BID solicitó que los consorcios sustentaran que pese a tener un socio común, ambas empresas son independientes y no podrían influir mutuamente en el proceso de licitación. Aunque las respuestas no habrían sido aclaratorias, desde la banca solicitaron que se solucione el conflicto, de lo contrario no podrían emitir concepto de no objeción y las empresas tendrían que ser descalificadas.
La EMB sostiene que desde que recibió la protesta ha iniciado la búsqueda de una solución adecuada, sin desconocer ninguna de las posturas de las firmas solicitantes, y con el acompañamiento de la banca multilateral. “Esta situación no representa ningún riesgo financiero para el proyecto y tampoco pone en riesgo la adjudicación del contrato para la construcción, operación y mantenimiento de la Línea 2 del Metro Subterráneo a Suba y Engativá”, señalaron.
El alcalde Carlos Fernando Galán señaló a Caracol Radio que se analiza si la relación entre los accionistas de los proponentes es un conflicto de interés dentro de la legislación colombiana, en la que no sería una causal; mientras que sí en la de la banca multilateral que es la que rige el proceso por ser una licitación internacional. Bajo esos análisis buscan la solución para avanzar en la selección de la empresa que construirá la primera línea subterránea del metro de Bogotá.