Los bogotanos esperaban que llegaran las lluvias a la capital, luego de que se registraran múltiples incendios que arrasaron con varias hectáreas que vegetación y que desmejoraron la calidad del aire. Los anhelos se hicieron realidad y el miércoles 31 de enero de 2024 se registraron aguaceros en el norte y en el noroccidente de la ciudad, alegrando así a muchos habitantes.
“Está lloviendo en Bogotá, gracias Dios😭”; “Está lloviendo en Bogotá, el cielo haciendo el relevo frente a la sequía”; “Después de esta sequía tan brava.. ESTÁ LLOVIENDO! Nunca me había emocionado tanto por la lluvia bogotana 😭”; “Llueve en el centro de Bogotá. Gracias Dios y a la madre naturaleza”; “Bogotá un día se está quemando y al otro está lloviendo como si se fuera a caer el cielo”, celebraron algunos internautas en X (antes Twitter).
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De hecho, el Cuerpo Oficial Bomberos de Bogotá informó que las lluvias sirvieron para que el foco del incendio en el cerro El Cable se extinguiera. Sin embargo, la felicidad no es completa, pues en ciertos sectores de la capital las fuertes precipitaciones, que incluyeron granizo, generaron inundaciones.
En videos quedaron registrados los encharcamientos en las calles, donde los conductores se movilizan e incluso, en los alrededores de una estación de TransMilenio. “Con esta #lluvia le damos fin a una temporada de incendios y le damos la bienvenida a la temporada de inundaciones”; “Bogotá no tiene puntos medios”, señalaron algunos usuarios de X, al mostrar videos de las inundaciones.
Mejoras en el alcantarillado de Bogotá
Otro internauta insistió en días anteriores en que es necesario que Bogotá esté preparada para temporada de lluvias, con el fin de evitar inundaciones. Por eso, instó al alcalde Carlos Fernando Galán y a la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá a mejorar los sistemas de alcantarillado.
En junio de 2023 se llevó a cabo un debate de control político por inundaciones que se registraron entonces en la capital colombiana y que causaron estragos. Durante la segunda sesión, concejales solicitaron atender la situación de la localidad de Bosa e insistieron en que es necesario contar con la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (Ptar) Canoas para hacer frente a las inundaciones. Sin embargo, se prevé que esté lista para 2030.
El problema de drenaje en la ciudad no es nuevo, pero no depende totalmente de las autoridades. Pues, las acciones de los habitantes también contribuyen. El hecho de tirar basura o de dejar escombros en las calles hace que los sistemas de alcantarillado se taponen, impidiendo el flujo del agua lluvia y provocando vastas inundaciones.
“Por más esfuerzos institucionales que se hagan, si la población no es consciente de no arrojar basuras a las calles, que terminan en los sistemas de drenaje, estos se seguirán colapsando por saturación de estos elementos”, explicó en su momento el director general del Instituto Distrital de Gestión de Riesgos y Cambio Climático (Idiger) a El Espectador.
La llegada de la lluvia ácida
A pesar de las inundaciones, los bogotanos celebraron la llegada de las lluvias. Pero hay que aclarar que, debido a los recientes incendios, el agua que cayó presentó cambios en algunos sectores y se convirtió en lluvia ácida.
“Cuando hay niveles importantes de contaminación atmosférica y, además, se produce una lluvia, ¿qué ocurre?: la combinación del agua con los óxidos de hidrógeno y los óxidos de azufre. Produce ácido sulfúrico y ácido nítrico”, explicó el profesor de Salud Ambiental y Sostenibilidad de la Universidad Javeriana Camilo Prieto a Red+Noticias.
El experto insistió en que el agua lluvia que se mezcla con la contaminación no es apta para el consumo humano. Además, también representa un riesgo para la vegetación, puesto que genera dificultades en algunas plantas para absorber ciertos elementos del suelo, debido a que provoca cambios en el PH.