El caso de la muerte del procurador Carlos Mario Molina en Bogotá avanza con hallazgos clave por parte del Instituto de Medicina Legal. Los informes preliminares apuntan a una asfixia mixta provocada por un medicamento y obstrucción respiratoria, detallando la presencia de una bolsa encontrada en la cabeza del fallecido.
Este episodio genera comparaciones con el asesinato del estilista Mauricio Leal y su madre, Marleny Hernández, debido a la sustancia implicada, identificada como zopiclona, un inductor del sueño, según lo dio a conocer Semana.
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La investigación se profundiza con el análisis de las formas en que los fármacos encontrados en posesión de Molina, similares a los usados en otro crimen notorio, pudieron contribuir a su muerte. Según las investigaciones, esta sustancia era frecuentemente consumida por Molina para conciliar el sueño.
Medicina Legal continúa con los exámenes para determinar si se trató de un homicidio o un suicidio, considerando la ausencia de señales de violencia y la falta de evidencia de ingreso forzado al apartamento del procurador, además, las cámaras de seguridad no registraron actividad sospechosa después del último avistamiento del funcionario, lo que agrega complejidad al caso.
Investigadores y fiscales especializados revisan testimonios y grabaciones para esclarecer las circunstancias que rodearon el fallecimiento de Molina. La conexión con el medicamento zopiclona, también vinculado al crimen contra Mauricio Leal y su madre, plantea casualmente similitudes, pero no se ha determinado si es un modus operandi.
Mientras tanto, la comunidad espera respuestas definitivas que expliquen lo sucedido en el apartamento de Molina, con la expectativa de que el trabajo de Medicina Legal y el ente acusador proporcionen claridad sobre este lamentable suceso.
Investigación abierta en el peculiar caso de Carlos Mario Molina
La muerte del procurador Carlos Mario Molina en Bogotá sigue sin esclarecerse tras el hallazgo de su cuerpo el 22 de enero en su departamento ubicado en el barrio San Martín, Santa Fe. Las autoridades no han determinado aun si se trató de un suicidio o un homicidio, manteniendo ambas hipótesis abiertas debido a la peculiaridad del caso: Molina fue encontrado sentado en un sofá con una bolsa de plástico cubriéndole la cabeza, según revelaciones a través de la revista Semana.
El procurador, quien desempeñaba su labor en Florencia, Caquetá, y estaba vinculado a la Procuraduría General de la Nación desde 2017, había perdido contacto con su familia desde el 20 de enero, hecho que alertó a su madre y posteriormente llevó a la descubierta de su fallecimiento.
La situación ha conmocionado a la comunidad y se une a la preocupante cifra de treinta homicidios registrados en Bogotá en las primeras semanas de 2024, de los cuales catorce ocurrieron en Chapinero bajo la modalidad sicariato, según datos proporcionados por la Fiscalía.
La Policía Metropolitana no descarta que el caso de Molina esté relacionado con sus investigaciones recientes, mientras que expertos analizan grabaciones de seguridad y realizan interrogatorios en busca de más información. La preocupación por este evento y su posible conexión con casos anteriores resalta la urgencia de esclarecer la situación y brindar justicia.
El compromiso del procurador Molina con la justicia y su amplia trayectoria, que incluyó un papel como Director Ejecutivo de la Asociación Colombiana de Facultades de Derecho, subrayan la magnitud de la pérdida para el sistema judicial colombiano.
La comunidad de Bogotá, y en particular la del barrio San Martín, se encuentra en alerta mientras se desvelan más detalles sobre este trágico evento, manteniendo la esperanza de que las autoridades puedan brindar respuestas pronto. Entre tanto, la vigilancia de la seguridad ciudadana y la pronta acción de la policía ante la alerta de la familia Molina resaltan la importancia de la comunicación y el apoyo comunitario en situaciones de crisis.