Bogotá fue elegida como una de las sedes para abrir una oficina del Departamento de Policía de Nueva York, con el fin de ampliar sus trabajos de lucha contra el terrorismo, además de atender problemáticas como rutas migratorias, crímenes trasnacionales y narcotráfico.
De acuerdo con la comisionada adjunta de Inteligencia y Contraterrorismo del Departamento de Policía de Nueva York (Estados Unidos), Rebecca Weiner, esta sede de avanzada llega como parte de su estrategia para combatir los problemas que perjudican a la capital colombiana.
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La alta funcionaria confirmó que los dos nuevos puestos de tiempo completo se ubicarán en Bogotá (Colombia) y Tucson (Arizona), que serán financiadas por la Fundación de la Policía de Nueva York. Estas ciudades fueron elegidas como puntos clave para contrarrestar a la “andanada de problemas” que se presentan en la frontera sur de Estados Unidos.
En la capital colombiana, la comisionada Weiner explicó que la oficina está centrada en rutas migratorias, asuntos de crímenes trasnacionales y narcotráfico. Mientras que en la de Tucson se hará un trabajo integrado con agencias federales para luchar contra la situación en la frontera.
“Vamos a estar amplificando relaciones existentes, creando nuevos enlaces y todo esto se concentra en actividades cárteles, de crímenes trasnacionales y tráfico de drogas como el fentanilo y otras situaciones relacionadas (...) la decisión se tomó porque en los últimos meses descubrimos que era necesario tener personal en estos lugares de tiempo completo”, reveló Rebecca Weiner.
Miles de colombianos fueron detenidos en la frontera de Estados Unidos en diciembre: trataron de cruzar ilegalmente
Estados Unidos sigue experimentando un incremento significativo en el número de migrantes latinoamericanos detenidos. En particular, la incidencia de colombianos aprehendidos al intentar cruzar la frontera ilegalmente ha alcanzado cifras alarmantes.
Según difundió Noticias Caracol, diciembre de 2023 registró casi 19.300 detenciones de ciudadanos colombianos, marcando el segundo mes más alto en la historia reciente en cuanto a retenciones, solo superado por mayo de 2022, con 19.862 detenciones.
Este fenómeno refleja un aumento sustancial en el número de personas que buscan cruzar hacia Estados Unidos en busca de mejores oportunidades, lo que a su vez subraya la profundización de la crisis migratoria que enfrenta la administración de Joe Biden.
En el año fiscal 2023, el número de colombianos detenidos ascendió a más de 167.000, como parte de un flujo migratorio que incluye alrededor de 400.000 individuos de diversas nacionalidades cada mes. Esta situación presiona aún más al sistema de asilo estadounidense, ya sobrepasado por la demanda.
Los miles de colombianos que ingresaron de manera ilegal para luego ser protegidos por medidas legales nuevas o ampliadas bajo la protección de algunas entidades son solo un porcentaje del total de migrantes latinos. Según informes de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos, el mes de diciembre del año precedente registró una cifra alarmante de 249,785 detenciones.
La política migratoria de Estados Unidos implica que aquellos que cruzan la frontera sin los requisitos apropiados para solicitar asilo son expulsados. Las consecuencias para quienes intentan volver a ingresar son severas, incluyendo posibles penas de cárcel.
Esta línea de acción forma parte de las estrategias implementadas por el gobierno estadounidense para manejar el flujo migratorio y garantizar el cumplimiento de las leyes vigentes.
En este contexto, el debate sobre la gestión de la migración y el bienestar de los migrantes continúa siendo un tema de discusión relevante tanto en Estados Unidos como en los países de origen de los migrantes. La necesidad de encontrar soluciones equitativas y humanitarias para abordar los desafíos de la migración irregular se hace cada vez más evidente.