Guagua loba rescatada en incendio forestal de Gramalote sufrió quemaduras en 80% de su cuerpo

La autoridad ambiental de Norte de Santander informó que el mamífero se encuentra estable, con pronóstico reservado, tras 48 horas en observación

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Corponor detalló que el animal tiene perdida parcial de la visión y dificultad para respirar - crédito @CORPONOR / X

Tras el devastador incendio forestal, aparentemente provocado por manos criminales, en el municipio de Gramalote, en el departamento de Norte de Santander, un guagua loba, que fue rescatada por la Defensa Civil, sufrió graves quemaduras que afectaron el 80% de su cuerpo. Por ello, la Corporación Autónoma Regional de la Frontera Nororiental (Corponor), máxima autoridad ambiental de la región, tomó medidas urgentes para salvar la vida de este animal, brindándole atención médica especializada.

Este ejemplar, ahora bajo el cuidado de los médicos veterinarios del Centro de Atención y Valoración de Fauna Silvestre, CAV, de Corponor, enfrenta un estado crítico de salud. Las evaluaciones iniciales revelaron que, aparte de las extensas quemaduras, el mamífero silvestre padece de problemas respiratorios severos y una pérdida parcial de la visión, consecuencia directa del contacto con el humo.

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Para combatir estas complicaciones, se le administran tratamientos de emergencia, que incluyen constantemente, desinfección de heridas, rehidratación, aplicación de crema tópica para quemadura, antibióticos y antiinflamatorios. Samir León Restrepo, médico veterinario y coordinador del CAV, resaltó la importancia de la utilización de técnicas avanzadas, como la inhalocámara, que ayudan a gestionar la respiración del ejemplar afectado.

A pesar de que su condición es estable, el futuro de la guagua loba sigue siendo incierto, lo que mantiene a los especialistas en vilo. “Aunque el ejemplar no sale de su etapa crítica, estamos haciendo todo lo posible por preservar la vida del mismo. Su pronóstico es reservado, pero está dando la lucha por la vida”, indicó el coordinador del centro para Noticias Caracol.

La corporación se abstuvo de
La corporación se abstuvo de mostrar imágenes reales dele ejemplar pero detalló que su estado de salud es estable - crédito @CORPONOR / X

De igual forma, la corporación informó a través de sus canales oficiales que el ejemplar, cumplidas 48 horas de atención continua desde su ingreso, el animal se ha venido manejando con terapia de sostén y recuperación de líquidos de manera subcutánea. Asimismo, se le suministran los medicamentos requeridos y se le están haciendo nebulizaciones tres veces al día, así como limpieza de las heridas tres veces diarias.

Las autoridades informaron que la guagua permanece aislada para evitar que sus heridas se contaminen. Para contrarrestar problemáticas futuras, Rafael Humberto Camacho, director de Corponor, instó a la comunidad a proteger los bosques y reportar cualquier incidencia que ponga en peligro a la fauna local. Por su parte, el veterinario Samir León hizo lo propio: “Queremos hacer la invitación a toda la ciudadanía para que cuando avisten esta fauna silvestre en peligro, den aviso oportuno para nosotros brindarle la atención pertinente”.

Este esfuerzo colectivo por salvar y proteger a la fauna afectada por el incendio en Gramalote resalta la responsabilidad que tienen las comunidades y las autoridades ambientales en la conservación del medio ambiente y la vida silvestre. La lucha por la supervivencia de esta guagua loba es un recordatorio de las consecuencias que desastres naturales y humanos pueden tener en la fauna local.

La máxima autoridad ambiental de
La máxima autoridad ambiental de Norte de Santander insta a los ciudadanos a ser guardianes de los animales - crédito Naturalista Co / Página web

Sobre la guagua loba

De acuerdo con el portal Naturalista Co, la guagua loba o pacarana (Dinomys branickii), un singular roedor que habita en Sudamérica, se distingue por ser el único representante vivo de la familia Dinomyidae. Este animal, comparable en apariencia con la paca, pero de mayor tamaño y con características distintivas como una cola más larga, se encuentra en hábitats diversos dentro de la región, incluyendo Colombia, Perú, Ecuador, Bolivia, el oeste de Brasil y las estribaciones andinas del noroeste de Venezuela.

La pacarana, que puede alcanzar un peso de entre 10 y 18 kilogramos y una longitud de 73 a 90 centímetros sin contar su cola, que añade de 15 a 20 centímetros más, posee un pelaje oscuro con tonalidades que van desde el castaño hasta el negruzco, adornado por dos bandas de manchas blancas que recorren su espalda. Está equipada con patas fuertes, terminadas en cuatro dedos, con uñas prominentes, orejas cortas y redondeadas, y un labio superior que presenta una notable incisión.

Este roedor se caracteriza por su dieta omnívora, que incluye principalmente tallos tiernos, hojas, frutos y semillas. Una de sus particularidades más fascinantes es la capacidad de manipular su alimento con las manos, un comportamiento no muy común entre los roedores. A pesar de su habilidad para trepar, la pacarana prefiere forrajear en el suelo, donde obtiene la mayoría de sus nutrientes.

Se encuentra en ecosistemas que varían desde valles boscosos hasta laderas de montañas, en altitudes que oscilan entre los 250 y los 3200 metros sobre el nivel del mar. Este rango de hábitat subraya la adaptabilidad y resistencia de la especie frente a diferentes condiciones ambientales en Sudamérica.

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