Sigue el desconcierto en las autoridades por el ataque sicarial del jueves 25 de enero en Valledupar, Cesar, a las 10 de la noche, en contra de dos personas que se desplazaban en una lujosa camioneta blindada color blanco, marca Toyota Hilux.
El ataque fue perpetrado por hombres que los interceptaron en dos camionetas de alta gama, incluida una Toyota Fortuner, y les dispararon en al menos cincuenta ocasiones con fusiles de largo alcance y munición 5.56. De acuerdo con el informe policial, las balas no tuvieron problema en atravesar los vidrios y las puertas de seguridad del vehículo.
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Según información del diario El Tiempo, la camioneta atacada está a nombre de un ciudadano de nacionalidad colombiana y venezolana, de nombre Johan Johel Iguarán Fernández. Sin embargo, al momento del ataque, estaba ocupada por una mujer y tres hombres.
El conductor fue identificado como Janer Pinto, alias el Viejo, que recibió múltiples impactos y murió instantáneamente. El copiloto era Lirkhay González Freyle, alias el Indio, que fue llevado agonizando por varias heridas en el tórax, en la región umbilical, ambos brazos y los glúteos. En el centro asistencial murió.
Los dos eran oriundos de La Guajira y las autoridades tratan de verificar si Pinto aparece en un expediente que se lleva de forma privada en un juzgado penal de San Juan, Cesar.
La camioneta en la que huyeron los sicarios está a nombre de un sargento segundo retirado del Ejército
Uno de los vehículos que se utilizó para el ataque, la Toyota Fortuner modelo 2011 color negro, de placas RNT 553, fue abandonada en corregimiento de Guacoche.
Está a nombre de un sargento segundo retirado del Ejército, que según comentó el diario El Tiempo, demandó a la Fiscalía General de la Nación, al Gobierno y al Ministerio de Defensa, por una supuesta privación injusta de la libertad e imputación.
Lo curioso de todo es que el medio mencionado encontró que esa camioneta está siendo ofrecida en una plataforma de compraventa de automóviles. El vendedor pide 96 millones de pesos y dice estar ubicado en la localidad de Kennedy, en el suroccidente de Bogotá. “Impecable estado, asegurable 100%, segundo dueño, 90.000 km originales, Peritaje donde deseen, Permuto por vehículo de mi interés de mayor o menor valor”, se lee en el aviso en el que se ofrece el vehículo, que está acompañado con 20 fotos, según dijo El Tiempo.
Cuando ese medio se comunicó con la persona que supuestamente vende la camioneta a través del número telefónico que aparece indicado en el aviso, un hombre le respondió que se la había prestado a un ganadero llamado Isidro Sánchez en el departamento del Cesar.
Los antecedentes al ataque
El comandante de Policía del Departamento, coronel Eduardo Chamorro, le admitió al medio mencionado que un ataque como el registrado, con armas de largo alcance, no es normal en la región.
La mujer que iba en la camioneta resultó ilesa y su acompañante, Geiner Muegues, solo recibió una herida en su pómulo izquierdo. Una fuente judicial le indicó a El Tiempo que Muegues ahora está proporcionando toda la información del ataque a las autoridades y que unos años antes fue detenido y alegaba una detención arbitraria por parte de la Fiscalía.
Por otro lado, la camioneta que fue objeto del ataque sicarial ya estaba siendo rastreada por las autoridades. Fue importada en 2022 y tiene comparendos pendientes por 1 millón 700.000 pesos. “Estamos buscando al dueño para establecer su carro fue robado o gemeleado. En los papeles disponibles no aparece con blindaje autorizado y queremos establecer por qué estaba en manos de estas personas”, le dijo un investigador a El Tiempo.