La ola de violencia en el departamento de Valle del Cauca no da tregua; esta vez se conoció del asesinato en Tulúa del líder campesino Fabián Castaño Serna.
El crimen ocurrió el martes 30 de enero, en la vereda Guayabito, zona montañosa de Tuluá, cuando la víctima de 48 años se encontraba conduciendo un carro que transportaba a 15 estudiantes de una institución educativa del corregimiento La Moralia y fue interceptado por hombres armados que le dispararon indiscriminadamente.
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De acuerdo con el alcalde de Tuluá, Gustavo Vélez, los sujetos bajaron del vehículo a los menores, se llevaron a Fabián Castaño con rumbo desconocido y atentaron contra su vida.
“Hicieron detener el vehículo e hicieron bajar a los niños, continuando solamente con el conductor y más adelante lo asesinan. Nos genera conmoción, es atroz, no solamente el asesinato, sino la acción que ocurre frente a los niños, que entienden la gravedad del asunto” señaló el mandatario local en entrevista para Blu Radio.
Además, Gustavo Vélez rechazó a través de sus redes sociales este acto violento contra el líder social: “Lamentamos profundamente este tipo de situaciones que no solamente atentan contra la vida de una persona sino que también lo hacen casi que en presencia de los niños y jóvenes que hacen parte de nuestro sistema educativo”, indicó el alcalde de Tuluá en su cuenta de X.
El líder social Castaño Serna se desempeñaba como conductor de la ruta escolar número 54, que opera en La Moralia, además era el presidente de la Asociación Campesina (Asorepi).
Por el momento, se desconocen los responsables del crimen en la zona que delinque la disidencia Adán Izquiero de las Farc. De esta manera, las autoridades se encuentran realizando las respectivas investigaciones.
Por su parte, el Movimiento Defendamos la Paz convocó a través de un comunicado a una jornada de manifestación en la Plaza de Bolívar en Bogotá ante este hecho de violencia. “Entendemos el duelo como algo que no es estático, y que debe generar movilización y acción, invitamos a celebrar un duelo colectivo el martes 20 de febrero de 2024, a las 5:00 p.m. en la Plaza de Bolívar de Bogotá, y en las distintas plazas de las regiones de Colombia”, dice la misiva.
Es así que la organización le hace un llamado urgente al Gobierno Nacional para que implemente medidas de seguridad para los líderes sociales del país:
“Siete masacres cometidas, cuatro firmantes y once líderes asesinados en enero del 2024 dejan muy claro que no basta con decir que se tiene voluntad de paz.”, dice la misiva.
Durante las primeras sesmanas de 2024, 13 defensores de derechos humanos han sido asesinados en Colombia, continuando la alarmante tendencia de ataques contra líderes sociales en el país. Este número se acerca peligrosamente a las cifras del año previo, donde se reportaron 188 muertes, evidenciando la persistente amenaza que enfrentan aquellos comprometidos con la lucha por la justicia y la equidad.
La labor de ser un líder social en Colombia, dedicado a defender los derechos humanos, sigue exponiendo a estos valientes individuos a un riesgo extremadamente alto. A pesar de los intentos por salvaguardar sus vidas y promover un ambiente seguro para el ejercicio de su labor, la constancia en los asesinatos refleja una profunda crisis de seguridad y derechos humanos en el país.
Consejo de Seguridad de la ONU compartió su preocupación por asesinato de líderes sociales en Colombia
El representante de la Misión de Verificación de la ONU en Colombia, Carlos Ruiz Massieu, informó ante el Consejo de Seguridad el jueves 11 de enero de 2024, sobre la preocupante situación de violencia dirigida hacia líderes sociales, indígenas, reclamantes de tierras y excombatientes de las FARC-EP.
En su declaración, Massieu destacó el asesinato de cuatro desmovilizados de las FARC-EP durante el último trimestre, evidenciando la persistente inseguridad en regiones del país.
Durante su participación, Massieu enfatizó la importancia de fortalecer las medidas de protección para estas comunidades vulnerables frente a ataques y amenazas. Expuso que la situación de seguridad en Colombia sigue siendo un desafío considerable para la consolidación de la paz, subrayando la necesidad urgente de acciones efectivas por parte de las autoridades locales y nacionales para garantizar la seguridad y los derechos de estos grupos en riesgo.