María Fernanda Cabal reaccionó a supuesto ritual de la guerrilla de “arrancarle la cabeza a una gallina con los dientes”

En redes sociales circula un video en el que una adolescente degolla con su boca a una gallina mientras recibe órdenes, al parecer, de una estructura guerrillera

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Senadora del Centro Democrático reacciona
Senadora del Centro Democrático reacciona ante la grave denuncia que circula en internet - créditos Infobae

A través de redes sociales está circulando un video explícito con una fuerte denuncia que revela un supuesto ritual que tendría una estructura guerrillera para iniciar a su más jóvenes integrantes.

En el video se observa a una menor de edad, integrante de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, quitándole la cabeza a una gallina, incluso, bebiendo su sangre.

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La denuncia fue compartida por el usuario de X conocido como @StephBatesPress, quien compartió el presunto ritual del denominado ‘comando Lince’ de la estructura guerrillera. De acuerdo con el cibernauta el comando habría sido una de las facciones especializadas de la extinta Farc para realizar homicidios determinados y labores de inteligencia.

“En las FARC se les llama hombres o mujeres “zorro” o “linces” porqué según ellos son grupos especiales que se infiltran, la mayoría de veces donde está la fuerza pública para degollar, también llamados pisas suave. Reciben entrenamiento para asesinar y de supervivencia. Gran parte de ellos son menores de edad que son instrumentalizados desde muy temprana edad y son entrenados con el fin de asesinar. Una clara violación a los derechos humanos de los niños y niñas en Colombia que no es visto por aquellas organizaciones de derechos humanos, que al parecer, se hacen los ciegos ante estos hechos”.

A continuación el video, el cual fue editado por respeto a los lectores del portal:

Denuncia de comando Lince - créditos @StephBatesPress/X
Captura de pantalla del post
Captura de pantalla del post denuncia - créditos @StephBatesPress/X

La publicación que deja en evidencia una situación de maltrato animal así como infantil no tardó en ser blanco de internautas que cuestionaron y se horrorizaron por lo evidenciado en el video. Al respecto una de las figuras de oposición se pronunció y criticó duramente al presunto grupo tras el horrible hecho.

La congresista del Centro Democrático, María Fernanda Cabal, mediante su perfil de X compartió la denuncia junto al grotesco video y apuntó a señalar respecto a las violaciones de los derechos de los infantes: “Aterrador lo que hay detrás del reclutamiento forzado. Ningún niño elegiría arrancarle la cabeza a una gallina con los dientes y tomarse la sangre. ¿Qué clase de ritual es ese?”.

Trino de la congresista uribista
Trino de la congresista uribista - créditos @MariaFdaCabal/X

Entre tanto, ambas publicaciones generaron revuelo en redes sociales, varios usuarios reaccionaron escandalizados por la violencia del video y cuestionaron a la extinta guerrilla de corte izquierdista. Así mismo otras publicaciones han señalado que lo que compartió Cabal y lo que afirma @StephBatesPress como un acto de las Farc, es un video de vieja data y sería presuntamente de las Fuerzas Armadas Venezolanas.

Usuarios desmienten que el video
Usuarios desmienten que el video sea de Colombia y de las Farc - créditos captura de pantalla X

El reclutamiento forzado de menores en Colombia representa uno de los flagelos más desgarradores y persistentes en el marco del conflicto armado y la violencia que asola al país desde hace décadas. Este fenómeno, perpetrado por grupos armados ilegales, incluyendo guerrillas, paramilitares y bandas criminales, vulnera gravemente los derechos de los niños, niñas y adolescentes, sometiéndolos a condiciones de vida inhumanas, alejándolos de sus entornos familiares y exponiéndolos a peligros extremos.

Los menores reclutados son forzados a participar en acciones armadas, enfrentamientos y actividades ilícitas, tales como el tráfico de drogas, minas antipersona y espionaje. Esta situación no solo pone en riesgo sus vidas y su integridad física y psicológica, sino que también perpetúa el ciclo de violencia en el país, dificultando los esfuerzos de paz y reconciliación.

Adicionalmente, el reclutamiento forzado impide el acceso de los menores a la educación y a oportunidades de desarrollo, limitando severamente sus perspectivas de futuro y contribuyendo a la desestructuración social. Las secuelas de esta práctica incluyen traumas psicológicos profundos, dificultades para reintegrarse a la sociedad una vez liberados y el estigma asociado a su participación forzada en el conflicto.

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