Sin importar las adversidades que ha soportado durante años junto a su familia, Sneider Avendaño Valverde, un joven de solo 14 años oriundo de Chibolo, Magdalena, se convirtió en el estudiante más joven en ser admitido en la Universidad del Magdalena para iniciar sus estudios en Ingeniería Civil este 2024.
Desde corta edad, Avendaño ha tenido que sufrir los ataques de la violencia en el país, pues él y su familia tuvieron que dejarlo todo en su tierra natal y mudarse a Santa Marta, por ser víctimas de intimidaciones y amenazas en su contra. Aun así, estos cuadros de violencia no fue impedimento para que pudiera desarrollar sus habilidades intelectuales.
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“Fuimos víctimas de los violentos que hicieron que vendiéramos nuestras propiedades y nos trasladáramos a Santa Marta”, comentó Slendy Valverde Barrios, su madre y quien ha sido parte fundamental para que el pequeño hoy cumpla otro sueño.
De hecho, el jovencito contó que los libros se convirtieron en sus juguetes favoritos, aprendiendo a leer cuando aún no podía sostenerse por sí solo sobre sus piernas. “Yo aprendí a leer a los 2 años porque mi abuela todos los días se sentaba conmigo con la cartilla Nacho”, señaló.
Esa capacidad temprana para el aprendizaje no hizo más que acrecentarse con los años, permitiendo a Sneider destacarse académicamente hasta alcanzar el notable logro de ser aceptado en una de las carreras más demandantes a una edad en la que muchos aún cursan la educación básica secundaria.
“Me siento muy alegre de haberme graduado con 14 años y es un logro que cualquiera quisiera tener, pero también me siento muy nervioso, porque regularmente las personas que entran aquí, no tienen este rango de edad, entonces me siento muy nervioso por ser de esa minoría”.
El camino hacia la universidad no fue sencillo, pues Sneider tuvo que superar las pruebas Saber con un alto puntaje, avanzar a las entrevistas y, finalmente, lograr uno de los 1.950 cupos ofrecidos por la institución para los 32 programas de pregrado presencial. “Sé que no va a ser fácil, pero confío plenamente en mis capacidades”, afirmó el joven, reflejando una madurez y un entendimiento de los desafíos que enfrentará en el futuro.
Y es que la edad nunca ha sido un obstáculo para este magdalenense, pues desde que ingresó a los tres años a transición, a pesar de que la edad mínima para ingresar a la educación preescolar es de cinco años, según las leyes colombianas, ha cargado con el orgullo de ser el más joven de toda su clase.
Esta determinación por superar obstáculos y alcanzar sus sueños de convertirse en Ingeniero Civil se ve reflejada en sus propias palabras: “Me incursioné en la ingeniería civil, porque yo poseo afinidades hacia la matemática y la física y siempre me gustó saber sobre la infraestructura de puentes y edificios”.
La pasión de Sneider por las construcciones, junto a sus sueños de aportar sus conocimientos a Colombia, lo han encaminado hacia una elección profesional que, desde ya, sabe que exigirá de todo su tiempo y dedicación, pero está dispuesto a asumir el reto para convertirse, quizás, en el ingeniero civil más joven del país.
Por su parte, las directivas del plantel educativo también mostraron todo su apoyo el pequeño estudiante, asegurando que Avendaño dejará una huella profesional en el país. “Su trayectoria será recordada, porque la edad no es un obstáculo cuando se trata de perseguir los sueños y que el futuro pertenece a aquellos que desafían las expectativas y se atreven a construir puentes hacia nuevas posibilidades”, aseguró la Universidad del Magdalena en su página oficial.