El historial criminal de Salvatore Mansuco, ex jefe paramilitar, se acrecienta cada vez más. El cordobés fue cobijado con una nueva medida de aseguramiento, la 33 de su expediente, según dictaminó la Sala de Justicia y Paz del Tribunal Superior de Barranquilla.
Los hechos están basados en los crímenes cometidos por el ex jefe paramilitar cuando fue comandante de los frentes Mártires del Cesar y Resistencia Motilona de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) entre 1996 y 2005.
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Según reposa en el fallo del tribunal atlanticense, Mancuso lideró múltiples crímenes en Norte de Santander, hechos que para el organismo demuestran “la materialidad de las conductas, el vínculo con la guerra y la probable responsabilidad de las Autodefensas, por medio de uno de sus máximos líderes”.
Y es que las autoridades enfatizaron en que, en su calidad de comandante de Autodefensas Unidas de Colombia, Mancuso ordenaba y tenía conocimiento de las múltiples atrocidades que cometió dicho grupo en contra de la población civil.
El dictamen del tribunal atlanticense advierte acusaciones contra el cordobés por delitos que van desde homicidio de personas protegidas, hasta desaparición y desplazamiento forzado de la población civil.
Sobre el ex jefe paramilitar recaen además señalamientos por violencia basada en género, reclutamiento ilícito, entre otros crímenes que hacían parte de los patrones de macrocriminalidad del sindicado que dieron a conocer desde la Fiscalía General de la Nación.
Abarcando dichas acusaciones, la imputación contra Mancuso da muestra de 512 víctimas. Según explicaron los organismos encargados, 172 personas perdieron la vida por casos de muerte violenta, 36 se vieron afectadas por desaparición forzada y 223 por desplazamiento forzado.
En el fallo, las autoridades hicieron énfasis en el caso de Víctor Emilio Negrete Olivia, un ganadero que fue asesinado en el Cesar en 2004. Según explicaron, en el afán de los paramilitares por adueñarse de las propiedades de la víctima, el afectado fue “conducido y retenido” hasta ser “ultimado en zona rural del municipio de Curumani”.
El tribunal barranquillero fue claro en que, a pesar de que no hay material probatorio para dictaminar que Mancuso haya ordenado dicho crimen, al ser el comandante del bloque que operaba en dicha región, el cordobés debe responder por ello.
“Aunque no se cuenta con la individualización o identificación de los autores materiales, es posible predicar la responsabilidad mediata de Salvatore Mancuso Gómez en este crimen; recuérdese que hizo parte de la cúpula que comandó el Bloque Norte, que tenía injerencia en el Departamento de Cesar, incluido el municipio de Curumaní, el cual estaba a cargo del Frente Resistencia Motilona, desde el año 1996 hasta el 10 de diciembre de 2004, cuando se desmovilizó”
Justicia y paz ya había emitido una orden de captura contra Mancuso a mediados de diciembre de 2023
Es importante aclarar que el mismo organismo que cobijó a Mancuso con su medida de aseguramiento número 33 fue el que emitió una orden de captura contra el ex jefe paramilitar en la mañana del 18 de diciembre de 2023.
Precisamente, la Sala de Justicia y Paz de Barranquilla hizo pública la orden de captura contra Mancuso a través de un comunicado de prensa, aludiendo crímenes registrados entre 1996 y 2006, cuando era comandante de los frentes Víctor Villareal, William Rivas, Pivijay o Tomás Gregorio Freyle Guillén y Resistencia Chimila del bloque Norte de las extintas AUC
En aquella oportunidad, a Mancuso le formularon cargos por delitos como homicidio de personas protegidas, desapariciones forzadas, desplazamiento forzado, violencia de género y reclutamientos, registrados durante esos años en Magdalena y Cesar.