La crisis climática no cede en el país, pues los incendios forestales persisten en la Sierra Nevada de Santa Marta. De acuerdo con la comunidad de los corregimientos Palmor de la Sierra y Uranio, se reportan conflagraciones cerca de los páramos que hay en el Magdalena.
Según sus relatos, el foco del incendio afecta el nacimiento de los ríos Sevilla, Tucurinca, Frío y Cherúa.
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En los días transcurridos del 2024, se han presentado cinco incendios forestales que han traído consecuencias negativas para el macizo montañoso. A pesar de los esfuerzos conjuntos de instituciones, organismos de socorro, bomberos y comunidades, la flora y la fauna de este santuario natural siguen bajo amenaza.
Uno de los líderes del corregimiento de Uranio, del municipio Ciénaga, relató para La FM de RCN la preocupación porque las llamas llevan días cerca del páramo y no han tenido apoyo por parte del Gobierno nacional.
“Nosotros hemos elevado el reporte del incendio a las autoridades competentes, informamos a las alcaldías de Ciénaga y Zona Bananera, también reportamos a los bomberos, ellos nos han escuchado, pero esto no es solamente de escuchar, sino de actuar. Necesitamos que actúen porque está en riesgo el ecosistema”, dijo el líder comunal.
Además, Mauricio Pulido agregó que la conflagración está concentrada en las veredas Palestina alta, Cherúa y Uranio. “Ese incendio está amenazando el páramo donde nacen los río Tucurinca, el río Sevilla, Río Frío y el río Cherúa, todas esas reservas de agua están en riesgo”, mencionó.
Por su parte, la directora nacional de bomberos, Lourdes Peña del Valle, admite que aunque el panorama es preocupante, aún está bajo control: “Tenemos contabilizados cinco focos de incendios, de los cuales tres fueron apagados y dos están siendo asistidos actualmente. Las autoridades han intervenido de manera oportuna, evitando un desastre mayor hasta ahora”, informó.
Los puntos críticos están ubicados en Palmor de la Sierra y San Pedro, jurisdicción del municipio de Ciénaga. Los primeros en llegar al lugar fueron las Brigadas forestales campesinas, quienes frenaron la expansión de las llamas, después con la llegada de dos helicópteros, uno de la Policía Nacional y otro de una entidad privada, realizaron descargas de agua desde el aire.
En cuanto a la tarea de georreferenciación, que evalúa las afectaciones causadas por los incendios por el momento. Así como explicó Peña del Valle: ”lo único concreto es que hay un número importante de hectáreas afectadas, donde la fauna y flora sufren considerablemente”.
Además, la directora de bomberos lamentó que el 90% de las causas de estos incendios sea resultado de la actividad humana irresponsable. Por eso, enfatizó en la necesidad de sensibilizar a pobladores y turistas, recordando que comportamientos imprudentes como: lanzar colillas de cigarrillos o prender fogatas; contribuyen considerablemente a estos desastres.
La ministra de Ambiente se refirió a los retos que afrontará el país en febrero
Colombia se enfrenta a una crisis ambiental debido a los devastadores incendios forestales que han consumido hasta ahora más de 17.000 hectáreas (aproximadamente 42,000 acres) de tierra, dejando detrás no solo el espectáculo de la destrucción, sino también la afectación a numerosas especies de animales silvestres, muchas de las cuales han muerto o han sido forzadas a abandonar sus hábitats en desesperada huida.
Según información del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam), se anticipa que la situación podría empeorar durante los próximos meses.
La ministra de Ambiente, Susana Muhamad, expresó preocupación sobre la situación actual y futura del país ante estos desastres naturales. “Hay que decir con claridad que estamos apenas en el inicio de la crisis”, indicó Muhamad en una entrevista para el diario El Tiempo, subrayando la posibilidad de que el escenario actual se agrave debido a las previstas condiciones climáticas que favorecerían una persistente sequía en todo el territorio nacional.
Según Muhamad, estas condiciones podrían extenderse durante los próximos dos meses, incrementando el riesgo y la severidad de los incendios.
Desde la perspectiva del Ideam, se espera que febrero sea el mes con las mayores temperaturas registradas, lo que consecuentemente podría exacerbarse la situación de sequía que ya padece el país.