Exteniente de la Armada denunció que fue víctima de acoso por parte de un superior: “Nadie me escuchó”

Paula Catalina Joya Cañon, exteniente de la Armada, confesó públicamente un caso de acoso laboral y sexual que vivió durante su servicio militar, involucrando al entonces comandante de la Brigada de Infantería de Marina n.° 4, el coronel José de Jesús Gómez Castellanos. En una entrevista con Semana, Joya reveló detalles de su experiencia, que la llevaron a tomar la difícil decisión de abandonar su carrera militar.

El tormento de la exmilitar comenzó a principios de 2023, cuando el coronel Gómez asumió el cargo de segundo comandante en la Brigada de Infantería n.° 3 en Puerto Leguízamo (Putumayo). Según Joya, el coronel adoptó un comportamiento inapropiado desde el principio, dirigiéndose a ella de manera personal e intentando crear situaciones de intimidad en el entorno laboral.

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“Hablaba de manera muy particular conmigo, me tuteaba de una manera que no era un tono de trabajo, era totalmente diferente, aparte buscaba aligerar la carga que yo tenía laboral, favorecerme en ese sentido, hacía que de pronto las cosas se me hicieran más fáciles”, explicó Joya, describiendo cómo el coronel Gómez buscaba constantemente encuentros a solas.

La exteniente mencionó que el coronel incluso la invitó a su apartamento, aprovechando su posición como jefa del departamento logístico y encargada de la administración de los camarotes.

“Me hacía invitaciones a cine, invitaciones a comer, él buscaba que tuviéramos espacios a solas. Por ejemplo, él buscó que yo, como jefe del departamento logístico y encargada de la administración de los camarotes o alojamientos de la brigada, lavara unas sábanas en su casa a solas”, recordó Joya para el medio mencionado.

En relación con este incidente específico, la exteniente rememoró que en la fecha en que ocurrieron los acontecimientos (abril de 2023), el coronel le dio instrucciones de dirigirse a su residencia situada en la brigada. Según sus declaraciones para el medio en mención, aceptó esta orden, ya que dos suboficiales la acompañarían

“Yo entré y él comenzó a mostrarme el apartamento, su habitación, aclaró que él es un hombre casado y con dos hijas, pero allá vivía como un hombre soltero; luego me mostró la habitación, su cama, la habitación de sus hijas y me dijo [que] a la orden cualquier cosa que se me ofreciera”, recordó la mujer.

La situación se volvió más tensa cuando la exteniente rechazó las insinuaciones del coronel. Joya afirmó que Gómez la enfrentó y la citó a su oficina para reprenderla, basándose en rumores infundados sobre una supuesta relación sentimental con otro oficial. Esta acusación resultó ser el punto de partida para una serie de represalias laborales y desprestigio profesional por parte del coronel.

“Me citó a su oficina a llamarme la atención. Me dijo que había recibido una queja que consistía en que alguien le había reportado que yo estaba subiendo a los camarotes de los masculinos”, contó Joya.

A partir de ese momento, la vida de Paula Catalina Joya en la brigada se convirtió en un calvario, de acuerdo con la denuncia de la mujer. Experimentó represalias laborales y sufrió el descrédito profesional por parte del coronel Gómez. A pesar de buscar ayuda en las autoridades de la Armada, Joya sintió que no recibió el respaldo necesario.

“Se pasaron la pelota de lado a lado, pero de fondo nadie me escuchó a mí y aquí nadie te cree hasta que llegues con lesiones vaginales, anales o con golpes”, expresó Joya, resaltando la falta de apoyo institucional.

La situación tuvo un impacto devastador en la salud mental de la exteniente, que contó que buscó ayuda psicológica para enfrentar la depresión, crisis de ansiedad y problemas de insomnio que experimentaba. Finalmente, Paula Catalina tomó la decisión de renunciar a su carrera militar para preservar su bienestar emocional.

“Tengo una crisis emocional muy fuerte, pensé en atentar contra mi vida”, manifestó.

A pesar de las graves acusaciones presentadas por Joya, la Armada declaró que el caso fue archivado debido a la falta de mérito para continuar con las investigaciones. Esta decisión generó controversia y puso de manifiesto la necesidad de revisar los protocolos y procesos internos para abordar adecuadamente los casos de acoso laboral y sexual en las Fuerzas Armadas.