El 1 de febrero se desarrollará en Bogotá el primer Día sin carro y sin moto de 2024. Para el 21 de septiembre de 2023, entre las proyecciones que dio la Secretaría de Movilidad de la capital de la República, estuvo que 1.850.000 vehículos particulares y 430.000 motos dejarían de circular, lo que causaría un gran impacto al medio ambiente.
No obstante, hay muchas dudas sobre lo que se puede dejar como resultado favorable en esta materia para los capitalinos e, incluso, visitantes.
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Así lo dejó entrever el vocero de la Federación Nacional de Distribuidores de Combustibles y Energéticos (Fendipetróleo), José Alberto Arias. El dirigente gremial dijo a Infobae Colombia que tanto para ellos como para todo el sector comercio, hay afectación con estas jornadas que se convirtieron, según él, en paisaje.
Arias aseguró que está demostrado en estudios que hacen desde hace 20 años de la Universidad Nacional, la Universidad de La Sabana y muchas otras de Bogotá, que estas jornadas no favorecen para nada al medio ambiente.
Contaminación se duplica
El vocero de Fendipetróleo manifestó que los estudios hechos por las instituciones demuestran que, al día siguiente de la jornada, la contaminación se duplica, por lo que es necesario que las estaciones de monitoreo que tienen las autoridades ambientales estudien lo que pasa antes, durante y después del Día sin carro para así tener unos indicadores que determinen si es beneficioso o no tener una jornada de este tipo.
Arias señaló que el costo/beneficio es negativo para la ciudad. Además, que hay un perjuicio supremamente alto en la parte económica para muchos sectores, sobre todo para millones de personas en Bogotá que viven del día a día y que necesitan que haya una actividad dinámica y económica.
“Nosotros sabemos que en Bogotá se consume más o menos un millón de galones de gasolina diarios. Eso tiene un impacto muy fuerte donde la ciudad que deja de mover, por lo menos, $15.000 millones en un día”, indicó.
Entonces, Arias enfatizó que esa dinámica económica se frena de manera considerable y, obviamente, para los distribuidores no queda ningún tipo de recurso, pero sí quedan los costos operacionales, debido a que son fijos y hay que cumplir con ellos.
Día sin carro no aplica para todos los vehículos
El vocero de Fendipetróleo dejó claro que en Bogotá, básicamente, el Día sin carro frena el del transporte individual, que es el que consume más gasolina corriente, ya que el transporte de pasajeros masivo colectivo puede moverse, incluso los taxis, que en mayoría lo hacen con gas natural. Por eso, cree que por lo menos se puede estar afectando un 90% del consumo de combustibles en un día que, en el caso de Bogotá, representa 900.000 galones de petróleo los que se dejan de consumir, venta que no se recupera al siguiente día.
“Eso no se recupera al otro día. Lo que ocurre al otro día es que la gente sale desesperada a moverse. Cuando les dicen que el día sin carro empieza a las 7:00 a.m. y termina a las 8:00 p.m., la gente madruga, se van en su carro, se quedan en las oficinas, se quedan en los centros comerciales y en horas de la noche vuelve y sale”, explicó José Alberto Arias.
Apuntó que por eso es muy importante determinar el costo/beneficio y si, efectivamente, esas jornadas sí sirven para la descontaminación ambiental, porque si hay algún combustible que contamina mucho más, incluso, con material particulado, es el diésel, que se mueve mucho más en el transporte masivo, en el transporte colectivo, en otros tipos de vehículos que tienen algunas excepciones y salen en cada Día sin carro.