El 25 de enero se estrenó Griselda, una miniserie de seis capítulos protagonizada por Sofía Vergara en la que se relata la vida de una de las pioneras del narcotráfico en Colombia, Griselda Blanco, también conocida como La madrina o La viuda negra.
La producción, que está basada en hechos reales, comparte los mismos paradigmas de la mayoría de este tipo de productos, por lo que algunos factores de la vida de la criminal y sus personas cercanas fueron modificados para poder presentar un producto llamativo para la audiencia.
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Aunque la serie tiene 88% de aceptación en Rotten tomatoes —un sitio web estadounidense de revisión y reseñas para cine y televisión— en Infobae Colombia realizamos un resumen de los hechos mostrados en la serie que fueron diferentes en la vida real.
El pasado de Griselda Blanco
La serie inicia en 1978 en Medellín, luego de que Blanco asesinó a su segundo esposo, aunque en realidad este crimen fue cometido en Bogotá por la desconfianza que la narcotraficante tenía sobre su pareja. Con esto, la producción deja de lado el inicio criminal de Griselda y su primera relación.
Como se detalla en la producción, los primeros tres hijos de Griselda Blanco no nacieron durante su relación con Alberto Bravo, sino de su primer matrimonio con Carlos Trujillo, un falsificador de visas con el que se radicó en Estados Unidos, este falleció de cirrosis, pero también se afirma que fue asesinado por Blanco.
Luego de esto, La viuda negra se comprometió con Alberto Bravo cuando ya tenía a Dixón, Uber y Osvaldo a su lado (hijos presentados como adolescentes en la serie). Junto a su segundo esposo incursionó en el contrabando y fueron de los primeros criminales en enviar cocaína a los Estados Unidos, en donde Blanco tenía el poder de varias rutas y expendios; sin embargo, en la producción la muestran como una mujer que permanecía en la sombra de su marido.
Griselda Blanco asesinó a Bravo como lo muestran en la serie, pero no tuvo que iniciar de nuevo en 1978, ya que en esa época era una de las criminales más reconocidas en Estados Unidos, en 1975 se emitió la primera orden de captura en su contra y era quien recibía la droga que enviaba Pablo Escobar junto al cartel de Medellín, cuya presencia es asumida por Rafael Cardona Salazar alias Rafico.
De esta forma, se descarta que Blanco necesitara la ayuda de Germán Panesso para ser importante, a quien sí asesinó en 1979, pero por un cargamento que este no le pagó.
No nombran a los miembros del cartel de Medellín
Otro factor llamativo es la ausencia de los miembros más relevantes del cartel de Medellín —del que Blanco pertenecía—, ya que en ningún momento se nombra a Pablo Escobar, Gonzalo Rodríguez Gacha o Carlos Lehder, y aunque se presenta Cayo Norman, la isla del colombo-alemán en Las Bahamas, pero solo se nombra a Fabio Ochoa como responsable de los envíos de droga a Estados Unidos.
Olvidar a los demás capos podría ser una estrategia para resaltar la importancia de Blanco; sin embargo, se deja de lado que La madrina fuera una de las fundadoras del cartel, y aunque tuvo inconvenientes con Rafael Salazar y Max Merlmelstein, fue por la expansión del negocio en Estados Unidos y no por las rutas iniciales.
La presencia de Martha Ochoa juega un papel importante en la serie; sin embargo, se olvida por completo el secuestro que esta sufrió en 1982 por parte del ELN, mismo por el que se creó el grupo Muerta a Secuestradores (MAS) por el cartel de Medellín, que terminó con la liberación de la menor de las Ochoa.
El orden de los hechos
Al ser una producción de seis capítulos, el recorte que hacen con el inicio de la vida criminal de Griselda Blanco también se registra en los años previos a su captura, ya que varios hechos son mostrados con el orden alterado de cómo se registraron y otros factores son dejados de lado.
Sobre el asesinato de una pareja en la que los sicarios dejaron vivir a un bebé, en la vida real fueron dos expendedores que tenían una deuda con Blanco y no testigos en contra de un tercero; otro factor alterado en la serie es que no fue abandonado un menor dentro de la propiedad, sino tres.
La muerte del hijo de Jesús Chucho Castro se registró en 1982, tres años antes de ser arrestada; de la misma forma, el escape de Darío Sepúlveda, último esposo de la criminal junto a Michael Corleone —hijo menor de Blanco— no fue al mismo tiempo de su arresto, sino dos años antes en 1983. Sobre esta historia se afirma que La viuda negra asesinó a Sepúlveda frente a Corleone.
Por último, su captura no fue en un hotel de paso intentando escapar junto a sus hijos del mundo criminal; Griselda Blanco fue arrestada el 10 de febrero de 1985 en una vivienda de estrato medio en California, en donde permanecía junto a su hijo menor y su madre.
Por su parte, sus otros tres hijos no eran adolescentes, en 1985 ya eran adultos y habían asumido el liderato en Florida y Miami de las rutas de su madre, lo que concluyó con el asesinato de dos de ellos. La muerte más conocida fue la de Osvaldo Trujillo Blanco, que se registró en 1992 cuando La viuda negra purgaba una condena de 19 años y no de siete, como lo presentan en la serie.
Por último, otros factores alterados son cuando Blanco estaba en prisión, ya que muestran que su captura coincidió con la de Jorge Rivi Ayala, que era su sicario de confianza, pero en realidad este fue detenido años más tarde en Chicago, y aunque sí traicionó a Griselda Blanco al testificar en su contra, esto fue en 1993.
De la misma forma, en la serie dejan de lado a Charles Cosby, un delincuente que consideraba a Blanco como un ejemplo, por lo que le enviaba cartas en prisión hasta que la colombiana pidió que la visitara y se convirtió en el último amante conocido de la criminal, lo que años más tarde sirvió para que se hiciera público uno de los casos por los que es recordada en Estados Unidos.
En 1994, la justicia americana seguía buscando pruebas contra ella, por lo que Griselda pidió a Cosby secuestrar al hijo del presidente John F. Kennedy, lo que a su amante le pareció descabellado, y ante el temor de poder ser asesinado, decidió revelar el plan de la colombiana a las autoridades.
La producción no profundiza sobre la muerte de Griselda Blanco, que en 2004 salió de prisión y fue enviada de vuelta a Colombia, se radicó en Medellín y vivió ocho años en el anonimato hasta que en 2012 fue asesinada de dos disparos en la cabeza frente a una carnicería.