La ministra de Ambiente se refirió a los retos que afrontará el país en febrero, mes más seco del fenómeno de El Niño

De acuerdo con el último reporte de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres Ungrd hay 17 incendios activos en el país con más de 17.000 hectáreas incineradas

La ministra Susana Muhamad señaló que en el territorio nacional se está pasando por el inicio de la crisis - crédito redes sociales

El mes de enero ha representado en Colombia dos caras: la de los héroes que han luchado para controlar los incendios forestales que han logrado consumir más de 17.000 hectáreas, por otro lado se encuentran los animales silvestres que han fallecido o han tenido que huir despavoridos de los voraces incendios que calcinan todo a su paso.

Ahora puede seguirnos en nuestro WhatsApp Channel y en Google News.

En medio de las complejas situaciones desde el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam) se alertó que para febrero se espera que sea el mes con mayor temperatura, por ende mayor sequía en todo el territorio nacional. Al respecto la ministra de Ambiente, Susana Muhamad, comentó en el diario El Tiempo que hasta ahora el país está pasando por el ‘inicio de la crisis’:

“Hay que decir con claridad que estamos apenas en el inicio de la crisis, es decir que puede tender a agravarse por las condiciones climáticas y de la vegetación, que nos llevan hacia dos meses más de sequía”.

La ministra de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Susana Muhamad - créditos Carlos Ortega/EFE

Pese a los esfuerzos titánicos de las miles de personas que han llegado a combatir las llamas y los más de 190.000 galones de agua empleados, las consecuencias del voraz fuego han sido devastadoras: “Estos incendios han afectado a más de 230 municipios de 28 departamentos, y han consumido más de 17.782 hectáreas de vegetación”, comentó la ministra Muhamad al medio citado.

Respecto a la ayuda de la Fuerza Aeroespacial Colombiana (FAC) y la llegada del avión Hércules para combatir los incendios anticipados en el país para febrero comentó en el medio citado la ministra Muhamad que la aeronave está disponible pero requiere ajustes en su tanque de descarga, limitando su uso a terrenos planos debido a la complejidad del mecanismo y las condiciones geográficas.

Es de resaltar que en medio de las estrategias empleadas para controlar las llamas el presidente Gustavo Petro informó que se están usando los vehículos del cuestionado Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad): “Las tanquetas que compró Duque para reprimir a los jóvenes ahora las utilizamos para apagar incendios”, trinó el mandatario.

Petro anunció que las tanquetas del Esmad se están utilizando para apagar incendios forestales - crédito @petrogustavo

La culpabilidad en los incendios

En medio de una situación de emergencia ambiental con los incendios forestales han surgido críticas por parte de sectores de oposición hacia el manejo del gobierno de Gustavo Petro, generando un debate sobre la responsabilidad estatal frente a los desastres relacionados con el fenómeno de El Niño. Max Henríquez Daza, meteorólogo con experiencia en el Ideam, compartió su perspectiva sobre la situación, destacando que El Niño, un fenómeno climático recurrente:

“Hoy en día el fenómeno de El Niño no causa sorpresa a ninguno de los meteorólogos, sorprende a los medios de comunicación, a las autoridades generalmente, porque no es un tema que ellos manejen en el día a día. Este fenómeno se presenta cada 4, 5 años y cuando se presenta hay sequía, y como consecuencia da los incendios forestales”, comentó a Infobae Colombia.

Contrario a responsabilizar al actual gobierno por los incendios, Henríquez argumentó que estos son eventos climáticos fuera del control gubernamental, aunque criticó la gestión de riesgo y la respuesta a emergencias en Colombia, mencionando la reducción de presupuesto para entidades como el Ideam como una decisión desacertada que impacta la prevención y la capacidad de respuesta ante estas emergencias.

“Es costoso un servicio meteorológico para cualquier país, pero si no se asume pues hay consecuencias”.

Propuso la creación de un Instituto Nacional de Alertas que coordine de manera autónoma y centralizada las alertas de diferentes tipos (hidrológicas, meteorológicas, oceánicas, sísmicas, volcánicas, y tsunámicas), destacando la importancia de invertir en ciencia y prevención como medidas esenciales para enfrentar y manejar emergencias naturales adecuadamente.