Héroes entre las cenizas: Soldados que le ganan la guerra al fuego en los cerros orientales de Bogotá

Así se vive el minuto a minuto desde la zona cero de los dantescos incendios que azotan la capital de la República

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Cerro El Cable bajo fuego es atendido por las Fuerzas Militares - crédito Diego Rey/Infobae Colombia

La guía para cualquier persona que llega a Bogotá son los cerros orientales, basta con verlos para saber en dónde estamos; sin embargo, en la mañana del 26 de enero era difícil divisarlos con total claridad. Sobre la carrera séptima ya se sentía el denso aire que provenía de las montañas y el sol brindaba un espectáculo poco visto, mientras pintaba el cielo de naranja, aunque todo era producto de la tragedia.

Soldados en medio de la emergencia en cerro El Cable - crédito Ejército Nacional
Soldados en medio de la emergencia en cerro El Cable - crédito Ejército Nacional

Al llegar al barrio El Paraíso la sensación era tensa y confusa, aunque se sentía la fraternidad y unión entre los presentes; policías, soldados, Cruz Roja, Defensa Civil, bomberos y comunidad se convertían en uno solo, pues la meta era simple, apagar los cerros.

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En este sector estaba instalado el PMU del cerro El Cable, el cual ardía en cuatro focos en ese momento, mientras más de 300 unidades operaban en tierra y eran acompañadas por las “Guacamayas”, tal como se le llama a los helicópteros que realizan descargas de agua.

Los rostros en medio de la emergencia en los cerros orientales de Bogotá - crédito Ejército Nacional
Los rostros en medio de la emergencia en los cerros orientales de Bogotá - crédito Ejército Nacional

Los habitantes del barrio sabían la importancia de la presencia de las autoridades en el sitio, algunos llevaban café en termos para compartir con las tropas que bajaban del cerro y otros dejaban a disposición sus locales, para que los presentes pudieran usar el baño y refrescarse en medio de la fatiga.

La idea principal era subir al sector de las antenas, a pocos metros del fuego y realizar un registro, lo anterior en compañía de profesionales; sin embargo, minutos antes del ascenso los planes cambiaron ante el riesgo por la activación de uno de los focos, el cual se logró ver desde abajo luego que lanzara una fuerte llamarada.

La comunidad es asistida por el Ejército Nacional en medio de la emergencia - crédito Ejército Nacional
La comunidad es asistida por el Ejército Nacional en medio de la emergencia - crédito Ejército Nacional

Cuando pensé que mi jornada había terminado, las historias llegaron al lugar y es que en compañía del Ejército Nacional pude conocer cómo se estaba trabajando en la zona de operaciones; mientras descendía un pelotón de soldados notablemente cansado, pues habían estado toda la noche intentando mitigar las llamas junto al resto de unidades de bomberos y otras instituciones, en jornadas que se extendían hasta por 12 horas.

Me llamó la atención que no solamente estaban cumpliendo con su trabajo, ya que logré escuchar a uno de los soldados, quien con el casco en la mano y algunos víveres, le decía a sus compañeros: “Hay que moverle, el tiempo está contra nosotros y tenemos que apagar eso”. Los comandos eran jóvenes, pero con un notable valor para poner el pecho por su país.

La cooperación entre Bomberos y Ejército es fundamental en la emergencia de cerro El Cable - Diego Rey/Infobae Colombia
La cooperación entre Bomberos y Ejército es fundamental en la emergencia de cerro El Cable - Diego Rey/Infobae Colombia

Uno de los pelotones estuvo trabajando noche y madrugada en la zona cero, y fue el que bajó minutos antes, mientras al PMU llegaba un camión con otro componente, quienes descendieron con palas y por sus rasgos físicos, era notorio que no eran del centro del país. Me explicaban los altos mandos que era un grupo que había llegado desde el Amazonas; es decir, cruzaron medio país para darle la mano a Bogotá en esta calamidad.

El género femenino pone el pecho en medio de la tragedia

La capitán Quintero hace parte de la tropa que se encuentra en la zona de crisis, su papel es fundamental teniendo en cuenta la experiencia profesional que la respalda como psicóloga. Quintero asegura que dentro de la institución se ha avanzado en el concepto de equidad de género y son varias las comandantes de pelotón que trabajan en medio de la emergencia.

“A lo largo y ancho de nuestro país tenemos unidades que están comandadas por mujeres, quienes están al mando de los pelotones y así mismo; existimos otro tipo de mujeres, que además de nuestro rol militar, desempeñamos otros roles profesionales”, destacó.

La capitán Quintero del Ejército Nacional resalta el papel femenino dentro de la institución - crédito Infobae

Como psicóloga, la oficial asevera la importante diferencia que hay a la hora de abordar a un soldado en contextos de guerra y, así mismo, en situaciones de emergencia como lo son los incendios. Incluso, explicó que la tropa se capacita de manera constante para estabilizarse frente a una situación adversa, mientras el equipo especializado puede encargarse del caso.

La capitán Quintero del Ejército Nacional explica el abordaje psicológico para una situación de desastre y los contextos de guerra - crédito Infobae

La equidad de género queda demostrada en el lugar, pues además del pie de fuerza masculino, destaca la presencia de varias oficiales en la zona de crisis, quienes gracias a su capacidad y conocimiento orientan al resto de uniformados en contextos específicos.

Dialogando con uno de los uniformados, tuve conocimiento sobre varios de los soldados que tuvieron que dejar su familia en casa e, incluso, algunas madres por la contingencia han tenido que llenarse de valor y separase temporalmente de sus hijos, pues el deber las llama para que hagan presencia en medio de la operación, ya sea en guarniciones militares como en terreno.

El fuego a pocos metros de los militares en los cerros orientales de Bogotá - crédito Ejército Nacional
El fuego a pocos metros de los militares en los cerros orientales de Bogotá - crédito Ejército Nacional

El agotamiento era notorio, aunque la denominada mística llevaba a los soldados a seguir trabajando, mientras que miembros de la Cruz Roja les facilitaban guantes a quienes se disponían a subir a la cima de la montaña. El compromiso de todas las instituciones era único y, si bien, en los focos de fuego había unidades de diferentes grupos, todos trabajaban en equipo.

Algunas camionetas de la Policía subían hidratación, las de bomberos subían algunos soldados y poco a poco iban llegando miembros de la Fuerza Aérea y la Defensa Civil, para unirse a la difícil tarea. El incendio se podría considerar como subterráneo, pues hay que entender que el musgo que cae de los árboles es que genera ceniza y esta, al desplazarse, termina incendiando otros puntos.

La Cruz Roja hidrata la visual de los uniformados en los cerros orientales de Bogotá - crédito Diego Rey/Infobae Colombia
La Cruz Roja hidrata la visual de los uniformados en los cerros orientales de Bogotá - crédito Diego Rey/Infobae Colombia

El coronel Giovani Quijano, comandante de la Brigada de Atención y Prevención de Desastres del Ejército, explicó la necesidad de estar coordinados entre tierra y aire, pues esa cooperación entre tropas es necesaria para que el agua lanzada desde el Bambi Bucket permita neutralizar los focos en donde la llama está activa.

Según Quijano, las coordinadas y la comunicación entre unidades es la base principal para realizar una descarga efectiva.

El Coronel Giovani Quijano, comandante de la Brigada de Atención y Prevención de Desastres del Ejército explica la atención por aire y tierra en un incendio - crédito Infobae

Desde otros puntos del país o la ciudad puede ser fácil cuestionar la manera en como se opera en zona de emergencia; no obstante, basta con estar en el lugar para saber que con cualquier movimiento en falso la vida de un joven militar, bombero o policía está en riesgo y, aun así, siguen con la premisa de alcanzar el anhelado deber cumplido.

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