A través de redes sociales se hizo viral un video mostrando lo que sería un robo en Cali, capital del Valle del Cauca. El presunto hecho de intolerancia genero aún más rechazo de la ciudadanía cuando se descubrió la verdadera intención de lo sucedido.

En el clip se ven varios hombres encapuchados, quienes iban en motocicletas simulando portar armas de fuego. En seguida, atraviesan una vía principal de la ciudad, detienen a una pareja que se movilizaba en un carro y los obligan a descender de él.

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Al hombre, los supuestos atracadores lo obligaron a arrodillarse frente a la mujer. Es ahí cuando se descubre que todo se trató de una broma que planeó el sujeto, junto con sus amigos, para proponerle a su novia.

En medio del aparente atraco sacó el anillo y se lo puso a su pareja, quien se mostró en un principio nerviosa por lo sucedido, pero después se le vio feliz.

La particular propuesta ha dejado muchos comentarios y críticas al respecto. Hay quienes aplauden la originalidad de la situación y otros rechazan completamente la idea, calificándola de “incitación a la violencia”, al tratarse de un acto hecho públicamente.

Algunos internautas se aprovecharon del video viral en redes sociales para hacer chistes y burlarse de la situación:

“Fuera de chiste la propuesta es una trampa psicológica porque luego del miedo uno es bien vulnerable”; “Mija si le armó esa película para la propuesta no quiero ver las que le puede armar después”. Y “muy pendejos los que se prestaron para eso les pudieron dar balín”, “No hagan eso porque la próxima vez que me vayan a robar voy a pensar que me van a pedir matrimonio”, son algunos de los comentarios.

Otros, por su parte, criticaron la particular propuesta de matrimonio: “Pudo haber terminado mal si un tercero hubiera pensado que era un robo de verdad”, “Eso puede incidir en violencia intrafamiliar más adelante”, “Nosotros los caleños somos creativos, que necesidad hay de hacer un falso atraco para algo tan importante como una propuesta de matrimonio?”.

Según un informe reciente de la Superintendencia de Notariado y Registro, hasta septiembre de 2023, en varias ciudades del país, se deshicieron en promedio cuatro matrimonios por hora en las notarías.

Esta estadística muestra un aumento significativo en comparación con el primer semestre de ese año, cuando el ritmo de disolución de uniones era de 2,5 divorcios por hora.

El presidente de la Unión Colegiada del Notariado Colombiano, Eduardo Durán Gómez, consultado por Semana, destacó que, de mantenerse este ritmo, se espera un incremento desmedido de divorcios en enero de 2024.

Las cifras también revelaron que algunas regiones de Colombia son más propensas a experimentar divorcios. Bogotá encabezó la lista con el mayor número de divorcios registrados, seguida de regiones como el departamento del Valle del Cauca, Antioquia, Santander, Atlántico, Cundinamarca y Risaralda. Estas áreas, coincidentemente, son consideradas las más avanzadas en términos de acceso a empleo y, por lo tanto, de independencia económica.

En contraste, en departamentos como Amazonas, San Andrés, Vichada y Guainía, donde la independencia económica puede no estar tan generalizada, las separaciones son menos frecuentes.

Un dato interesante proporcionado por el informe es que las personas que más se divorcian tienen edades comprendidas entre los 30 y 45 años, lo que demuestra que la decisión de poner fin a un matrimonio no está ligada exclusivamente a la juventud o a la vejez.

Por esta razón, Durán sugirió que las parejas pueden considerar otra alternativa para formalizar su unión, como la declaración de la unión marital de hecho en una notaría, y evitar así la posterior disolución de un matrimonio.