Durante el año 2023, Colombia experimentó un notable incremento en la recepción de remesas, alcanzando una cifra superior a los US$10.000 millones, un récord histórico para el país.
Este aumento significativo representa un crecimiento respecto al año anterior, consolidando así la importancia de estas transferencias para la economía nacional.
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El Banco de la República informó que, a lo largo de los doce meses de 2023, el total acumulado de estas transferencias ascendió a US$10.091 millones evidenciando un incremento de US$663 millones en comparación con los US$9.428 millones recibidos durante el mismo periodo en 2022.
“Comprenden las transferencias corrientes realizadas por los emigrantes a su país de origen, ya sea en dinero y/o en especie y hacen parte de las transferencias corrientes registradas en la Balanza de Pagos de Colombia”, se resaltó desde el emisor.
Específicamente, el mes de diciembre destacó al registrar la suma más elevada de remesas del año con US$914,21 millones, superando así los montos de meses anteriores y marcando un hito en la historia de registros del Banco.
Estos flujos de capital, provenientes principalmente de ciudadanos colombianos residentes en el extranjero, juegan un papel crucial en el sustento económico de muchas familias en Colombia, además de contribuir al dinamismo de algunas regiones específicas.
Tal es el caso del Eje Cafetero, donde las remesas tienen un impacto significativo, ayudando a mitigar los efectos de la desaceleración económica. Según destacó David Cubides, director de investigaciones económicas de Alianza Valores, aunque se espera una moderación para el 2024 debido a una tasa de cambio más baja y a la desaceleración en las economías emisoras, el fenómeno de las remesas continúa siendo un factor vital para la economía local.
“Estas remesas permiten dinamizar el consumo en algunas regiones particulares del país, como el Eje Cafetero, e intentar contrarrestar un poco los efectos de la desaceleración económica”, indicó Cubides a La República.
Los registros históricos evidencian una tendencia creciente desde el 2020, cuando las remesas alcanzaron los US$6.908 millones, seguido por montos consecutivamente mayores en los años sucesivos. Este patrón resalta la creciente dependencia de la economía colombiana a estas transferencias y su posible vulnerabilidad ante cambios en las dinámicas globales de migración y economía.
El comportamiento que han tenido las remesas en los últimos años muestra el crecimiento que estas han tenido en el país. Durante 2020 año en el que se vivió la pandemia por el covid-19, durante ese periodo ingresaron al país US$6.908. En 2021 se recibieron remesas por US$8.597 y el año anterior se registró la suma de US$10.091,10 según lo informó el banco emisor.
Así mismo, Cubides anticipa que podría haber una desaceleración en la recepción de remesas internacionales para 2024, una vez que la tasa de cambio se estabilice y las economías de los países remitentes muestren signos de ralentización. Esta proyección destaca el impacto potencial que tendrán las variables económicas globales en el flujo de remesas hacia los países beneficiarios.
La expectativa de moderación se basa en el análisis de las condiciones económicas prevalecientes en los países emisores, donde se prevé una desaceleración económica. Este fenómeno podría afectar directamente la capacidad y la voluntad de los emigrantes para enviar dinero a casa.
La relevancia detrás de estos números va más allá de las meras estadísticas; refleja historias de esfuerzo y contribución de los colombianos en el exterior a su país de origen, a pesar de las distancias. Este fenómeno, convertido en una fuente vital de ingresos para muchos, merece una atención continua tanto de las autoridades como de los analistas para maximizar su impacto positivo y mitigar posibles riesgos a futuro.