Después de varias horas secuestradas, el 27 de enero de 2024, fueron liberadas las seis personas que habían sido raptadas en la noche del 26 de enero en la vereda Buenavista, de Totoró (Cauca) en el resguardo indígena Paniquitá, al oriente del departamento.
De acuerdo con información de Blu Radio, fuentes del Ejército y de la Guarda Indígena confirmaron que los cuatro adultos y los dos menores de edad ya están en libertad y que están en buen estado de salud. Aún se desconoce los responsables del secuestro.
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Desde el Consejo Regional Indígena de Cauca denunciaron, en horas de la mañana del 27 de enero, el secuestro de los seis indígenas y anunciaron la activación de un plan de búsqueda: “Desde la noche de este viernes las autoridades, guardia indígena y la comunidad activaron plan de búsqueda de los comuneros”. También hicieron un “llamado urgente al Gobierno nacional y entidades competentes para que tomen las respectivas medidas y atiendan estos hechos que afectan la armonía y equilibrio territorial y a los organismos garantes para que se unan al plan de búsqueda de los comuneros”.
El consejero mayor del Cric, Jhoé Suaca, también confirmó el secuestro: “Fueron reclutados forzadamente los seis compañeros de este territorio, es repudiable que sigan sucediendo estos hechos cuando el escenario de las mesas de diálogo con los grupos armados está puesto en garantía de no seguir afectando a las comunidades”.
Al cierre de esta nota se desconoce quiénes secuestraron a los indígenas, así como la motivación de este; sin embargo, el director del Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz), Leonardo González Perafán, además de condenar el secuestro, advirtió que “continúa el reclutamiento forzado de menores de edad en el Cauca. Se exige urgente pronunciamiento del Mecanismo de Veeduría, Monitoreo y Verificación y el regreso de los menores a sus hogares”.
Por su parte, el representante a la Cámara y exconsejero del Cric, Ermes Evelio Pete Vivas, también hizo eco de la denuncia de reclutamiento forzado en el resguardo indígena Paniquitá:
“Condenamos enérgicamente el reclutamiento de menores en Paniquita, Totoró, como una violación flagrante del derecho internacional humanitario. Se solicita el apoyo urgente de la guardia indígena regional y zonal, así como la intervención inmediata de entidades de derechos humanos y el Gobierno Nacional para resolver esta situación y garantizar la protección de los afectados. Es imperativo proteger a nuestra niñez y juventud, garantizando que no sean víctimas de conflictos que no les corresponden. Exigimos que ningún niño, niña o joven sea llevado a la guerra”, escribió en X.
Hay que advertir que, en Cauca, delinquen el Ejército de Liberación Nacional y el Estado Mayor Central, las disidencias de las Farc al mando de alias Iván Mordisco.
Disidencias de Iván Mordisco reconocieron que fue un “error” intimidar a policías en Cumbitara
Las disidencias de las Farc lideradas por alias Iván Mordisco —el autodenominado Estado Mayor Central— reconocieron, el 26 de enero de 2024, que fue un “error” que guerrilleros del frente Franco Benavides ingresaran a la cabecera de Cumbitara (Nariño) y “sostuvieran conversaciones con funcionarios de la Policía Nacional”, como llamaron a la intimidación de la que fueron objeto los uniformados.
En un comunicado publicado en X, las disidencias también denunciaron violaciones del Ejército Nacional al cese al fuego, que se prorrogó por seis meses, según el Decreto 0016 del 14 de enero de 2024, mientras que reafirmaron su compromiso con el mismo.
También señalaron que en encuentro “fraterno” con la Policía es una muestra de cómo avanza la construcción de paz en el país.
“Somos críticos y autocríticos en el presente documento e informamos que, en días anteriores, por errores tácticos de movilidad, algunas de nuestras unidades guerrilleras que llevaban varios meses combatiendo con los paramilitares en las montañas de esa región, ingresaron a la cabecera municipal de Cumbitara y, de manera fraterna, sostuvieron conversaciones con funcionarios de la Policía Nacional de Colombia. Reconocemos que esto fue una violación a los protocolos del acuerdo; pero también resaltamos a nivel nacional e internacional que gracias a nuestro compromiso con la paz de Colombia se pudo evidenciar que en ningún momento se agredieron física ni verbalmente. Esto es un avance en la construcción de la paz y la reconciliación”, se lee en el comunicado de las disidencias.